Estiman crecimiento del PIB cercano a 2% en 2019

sábado, 15 de diciembre de 2018 · 23:58
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El 2019 será un año de bajo crecimiento económico, pues las autoridades estiman que el Producto Interno Bruto (PIB) de ese año crezca entre un 1.5% y 2.5% -puntual: 2%- respecto del año en curso. Así se consigna en el paquete económico para el próximo año, que este sábado fue entregado a las dos cámaras del Congreso de la Unión, por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías. Y es, realmente, un crecimiento económico de los más bajos en los últimos años. Salvo el año 2013, primero del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, en el que la economía creció 1.4%, en los últimos diez años la economía creció más de lo que pretende el actual gobierno. En efecto, de acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Hacienda, en 2010 –cuarto año de la administración del panista Felipe Calderón Hinojosa- el Producto Interno Bruto registró un incremento de 5.1%; en 2011, 3.7%; en 2012, 3.6%. Con Peña Nieto, la economía del país creció 1.4% en 2013; 2.8% en 2014; 3.3% en 2015; 2.9% en 2016; 2.1% en 2017, y 2.1% de enero a septiembre de 2018. En el primer año, 2019, del morenista Andrés Manuel López Obrador, las autoridades estiman un crecimiento del PIB de 2%. Pero no sólo el PIB mostrará un pobre desempeño el próximo año, sino que prácticamente todas las variables macroeconómicas, y otras variables económicas de apoyo contenidas en el Marco Macroeconómico de los Criterios Generales de Política Económica –el documento base del programa económico–  también harán lo propio. Salvo la inflación –se estima que este año cierre en 4.7% y el próximo en 3.4%–, las demás variables macro irán a la baja, según estiman las autoridades: el tipo de cambio pasará de un promedio de 19.20 pesos por dólar en promedio para 2018, a 20 pesos promedio el año próximo. Es decir, 80 centavos más costará el dólar en 2019, en promedio. También el dinero será más caro, pues la tasa de interés (cetes a 28 días) dará un brinco: en términos nominales pasará de 7.7% anual en 2018 a 8.3% en 2019 y la tasa real acumulada, que se prevé de 3.1% este año, se estima que pase a 5% el próximo. La cuenta corriente de la balanza de pagos – donde se registran todas las transacciones por concepto de exportaciones e importaciones de bienes y servicios–  mostrará un déficit de 27 mil 326 millones de dólares (2% del PIB), muy superior al que se espera al cierre de este año, que será de 21 mil 698 millones de dólares (1.8% del PIB). Otra de las variables que sirven para elaborar el marco macroeconómico en el que se sustenta el paquete económico, es el precio esperado del petróleo y las plataformas de producción y exportación del crudo. Para este año se espera que cierre con un precio promedio de 62 dólares por barril y para 2019 caerá a 55 dólares el barril de la mezcla mexicana. La plataforma de producción sufrirá una baja marginal, de  mil 849 millones de barriles diarios (mbd) en 2018, a mil 847 mbd en 2019. En cambio, la plataforma de exportación sí sufrirá una baja más sensible, y que implicará menores ingresos por las ventas externas de crudo: 2018 cerrará con exportaciones de mil 192 millones de barriles diarios, mientras que para el 2019 se esperan ventas al exterior por mil 016 millones de barriles cada día. Una caída en las exportaciones de crudo de 176 millones de barriles diarios, casi un 15% menos que en el año en curso. Otras variables económicas, sobre todo externas, también afectarán el desempeño de la economía nacional. Por ejemplo, para 2019 se espera una baja en el crecimiento de la economía de Estados Unidos, de la cual la mexicana es totalmente dependiente: este año se espera un crecimiento real del PIB en 2.9% y para el próximo, de 2.6%. La producción industrial en ese país también decaerá el próximo año. Se espera para 2018 un crecimiento real de 3.7% y para 2019 será de sólo 2.7%. Es decir, menos demanda de productos manufacturados en México. O lo que es lo mismo, menos entrada de dólares al país. Además, la tasa de interés internacional (Libor a 3 meses) subirá de 2.3% anual promedio en 2018 a 2.9% en 2019. Con base en todo ese marco macroeconómico, el Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Hacienda, propone al Congreso de la Unión, según los documentos entregados este sábado, ingresos totales en 2019 por 5 billones 814 mil 291 millones 700 mil pesos y un gasto público por la misma cantidad. En términos presupuestales, los gastos serán mayores a los ingresos, lo que ocasionará un déficit económico del sector público. Los ingresos presupuestarios se estiman en 5 billones 274 mil 420 millones 300 mil pesos, mientras que el gasto neto pagado se prevén en 5 billones 778 mil 261 millones 600 mil pesos. Es decir un gasto mayor a los ingresos de 503 mil 841 millones 300 mil pesos, que equivalen a un balance económico deficitario de 2% del PIB. Sin embargo, si se descuenta al gasto neto pagado el costo financiero –el pago de intereses y amortizaciones de la deuda pública total–, por 749 mil 574 millones 400 mil pesos, el 3% del PIB se tiene una cifra positiva de 245 mil 733 millones100 mil pesos, que equivale a un superávit económico de 1% del PIB. Y con eso, el presidente López Obrador cumple con su promesa de mantener finanzas públicas sanas. Sin embargo, habrá que decir, con base en la misma información del paquete económico, que el costo financiero del sector público pasará de 630 mil 791 millones 700 mil pesos este año a 749 mil 574 millones 400 mil pesos en 2019. Una diferencia de 118 mil 782 millones 700 mil pesos, un aumento de casi 19%, que se pagará de más por la deuda pública respecto del año en curso. Otro de los gastos forzosos –que son parte del gasto no programable– es el pago de pensiones y jubilaciones. En 2019 se pagarán por ese concepto 877 mil 464 millones 100 mil pesos, que es un aumento en términos reales de 6.4% respecto de este año. Los recursos que van a los estados y municipios ascenderán el próximo año a casi dos billones de pesos. La cifra oficial es de 1 billón 897 mil 707 millones 500 mil pesos, que equivale a casi 33% del gasto neto total. La tercera parte, pues. De entrada se observa que los grandes perdedores son el campo, con una reducción del 46% del presupuesto aprobado para este año. Ciencia y tecnología, así como la cultura, también verán mermados sus recursos el próximo año.  

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