Internacional
El dilema de Maduro: ganar o arrebatar
El problema, dice a Proceso el especialista en Venezuela, es que este proceso electoral la oposición también está convencida de que tiene a las mayorías y las encuestas de las firmas más conocidas le dan la razón.BOGOTÁ (proceso).- El presidente venezolano Nicolás Maduro nunca hubiera llegado a la elección de este domingo 28 de julio sin estar convencido de que las “artimañas” que el chavismo ha perfeccionado a lo largo de los últimos 25 años también le van a dar resultados en esta ocasión, asegura el internacionalista Ronal Rodríguez.
El problema, dice a Proceso el especialista en Venezuela, es que este proceso electoral la oposición también está convencida de que tiene a las mayorías y las encuestas de las firmas más conocidas le dan la razón.
Y esta situación perfila un choque de trenes porque “tanto Maduro como la oposición esperan que el resultado electoral que dé a conocer el chavista Consejo Electoral la noche del domingo (28) o la madrugada del lunes (29) les sea favorable, y uno de los dos va a quedar muy inconforme”, asegura.
El investigador y profesor del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia señala que este escenario perfila un escenario “de confrontación, en el que se puede pasar de un conflicto político como el que ha habido en estos 25 años de chavismo a un conflicto violento”.
Y, en ese sentido, plantea Rodríguez, es “fundamental” el papel que pueda jugar en esta coyuntura la comunidad internacional, en especial América Latina, y en particular los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; y de México, Andrés Manuel López Obrador, además del chileno Gabriel Boric.
Estos mandatarios izquierdistas “están llamados a presionar a Maduro para estos comicios no acaben en una espiral de violencia”.
Para Rodríguez, es “muy preocupante” que Maduro haya dicho hace unos días que en Venezuela podría haber un “baño de sangre” y una “guerra civil” si él pierde los comicios, en los cuales el gobernante chavista busca su segunda reelección consecutiva.
El pasado lunes, el presidente brasileño Lula da Silva repudió las declaraciones de Maduro y dijo que el gobernante chavista “tiene que aprender (que) cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”.
Los presidentes Boric, de Chile, y Petro, de Colombia, también han pedido a Maduro respetar la voluntad popular, mientras López Obrador ha preferido no pronunciarse, lo que ha le ha generado críticas de la oposición venezolana.
Diplomacia y logística electoral
Este sábado, mientras el madurista Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió intempestivamente cambiar de lugar 31 centros de votación y en tanto acaban de instalarse en toda Venezuela las máquinas automáticas en las que votan los ciudadanos, hay una gran actividad diplomática en Caracas.
Lula, que a diferencia de López Obrador tiene una política activa en la región, envió a Caracas a su asesor en política internacional, el experimentado diplomático Celso Amorim, quien se reunió con el canciller de Venezuela, Yván Gil.
Al mismo tiempo, varios políticos latinoamericanos fueron expulsados de Venezuela en las últimas horas, como la exalcaldesa de Bogotá Claudia López, mientras que a otros se les negó la entrada en el aeropuerto internacional de Caracas.
Además, el gobierno de Maduro prohibió el ingreso a Venezuela de un avión en el que buscaban viajar a ese país varios expresidentes derechistas, como el mexicano Vicente Fox, la panameña Mireya Moscoso y el costarricense Miguel Ángel Rodríguez.
Una fuente diplomática en Bogotá aseguró que, a pesar de estos rechazos el gobierno de Maduro “mantiene abiertos canales de comunicación” con gobiernos de la región e incluso con funcionarios estadunidenses.
Todas las encuestas de firmas conocidas coinciden en que el candidato presidencial opositor, Edmundo González Urrutia aventaja, por entre 20 y 30 puntos porcentuales, a Maduro, y en que los niveles de impopularidad del gobernante chavista superan el 70 por ciento.
La dirigente opositora Delsa Solórzano, quien está a cargo del operativo de defensa del voto, señaló que las 30 mil 026 mesas electorales se han instalado de manera fluida en las últimas horas y en un ambiente de tranquilidad.
La oposición contará con 90 mil testigos en las mesas de votación y Solórzano dice que falta ver si el chavismo no pone trabas para que al terminar la jornada electoral, este domingo, les entreguen copias de las actas de votación.
“Estas actas son la evidencia que vamos a tener para defender el voto ciudadano”, dijo Solórzano.
Además, denunció que desde la medianoche del sábado se han registrado acciones de amedrentamiento y acoso de dirigentes opositores por parte de militantes chavistas que el régimen suele desplegar por todo el país en caravanas de motos en coyunturas electorales.
Para el internacionalista Ronal Rodríguez, el dilema de Maduro “va más allá de la aceptación de una derrota o de aferrarse a cualquier precio a una victoria”.
El chavismo, dice, sabe que tiene a la mayoría de votantes en contra pero cree que desincentivando la participación y poniendo toda clase de obstáculos a la oposición “los números le pueden dar” este domingo.
“El gobierno no hubiera llegado hasta aquí si no tuviera confianza en que los números le dan para decir que puede todavía ganar esta elección”, señala, y dice que en la oposición el optimismo está sustentado en las encuestas que le auguran una victoria.
El hecho es que las imágenes de los multitudinarios mítines de la oposición dieron la vuelta al mundo a través de las redes sociales como una muestra del momento político que vive ese país.
“El chavismo sabe que las cifras no le son favorables, pero está por verse hasta dónde quiere llegar frente a esa realidad”, dice el director del Observatorio Electoral de Venezuela (OEV), Ignacio Ávalos.
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, señala que este domingo el mundo será testigo “de una revolución social por un cambio democrático” en la que participarán “al menos las tres cuartas partes de los venezolanos”.
Para Alarcón, “todos los caminos conducen, inevitablemente, a la derrota del gobierno en las urnas y al triunfo de los demócratas”.
El oficialismo también proclama, como siempre, una victoria. “Este domingo venceremos”, dijo Diosdado Cabello, el número dos del régimen.
Alarcón sostiene que futuro de Venezuela depende de lo que Maduro y la cúpula chavista evalúen sobre qué escenario tendría un costo más alto para ellos: la salida del poder, o aferrarse al mismo.