Venezuela

Líderes de izquierda toman distancia de Maduro en vísperas de las presidenciales en Venezuela

Las tensiones entre el presidente Nicolás Maduro y líderes de la izquierda en el continente solo aumentan a escasos días de los comicios presidenciales del domingo. 
viernes, 26 de julio de 2024 · 09:34

CIUDAD DE MÉXICO (France24).- El expresidente argentino Alberto Fernández y el Tribunal Electoral Federal de Brasil informaron el miércoles que no formarán parte del equipo que actuará como observador en las elecciones presidenciales de Venezuela del domingo, alimentando las preocupaciones sobre la imparcialidad de los comicios.

El lunes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la retórica de campaña de Maduro, quien afirmó que habría “un baño de sangre” en el país si la oposición ganaba en la elección, unas declaraciones que el chavismo asegura fueron sacadas de contexto.

Por otro lado, Fernández, que gobernó Argentina entre 2019 y 2023 y había sido invitado por el organismo electoral venezolano como observador, reveló en X que el Gobierno de Maduro le pidió no asistir, tras haber coincidido con Lula en comentarios que instaban a respetar los resultados electorales. El mandatario chileno, Gabriel Boric, también dijo que la soberanía popular “debe ser respetada”.

Las tensiones entre el presidente Nicolás Maduro y líderes de la izquierda en el continente solo aumentan a escasos días de los comicios presidenciales del domingo. La presión sobre el mandatario, que busca un tercer mandato y permanece abajo en la mayoría de los sondeos, solo crece, incluso por parte de aliados, como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente argentino, Alberto Fernández; o el mandatario colombiano, Gustavo Petro.

Este miércoles, el expresidente argentino Alberto Fernández y el Tribunal Electoral Federal (TEF) de Brasil informaron su retirada del equipo que actuaría como observadores en las elecciones presidenciales de Venezuela del domingo, alimentando las preocupaciones sobre la imparcialidad de los comicios. Caracas también retiró la invitación a observadores de la Unión Europea en protesta por declaraciones de funcionarios de la Comisión Europea sobre los comicios y luego de que el bloque aplicara sanciones contra funcionarios del Gobierno venezolano.

La medida del TEF de Brasil fue tomada luego de que el presidente Maduro afirmara que las elecciones en Brasil no son auditadas. Las declaraciones fueron hechas durante un mitin celebrado el martes 23. Según Maduro, Venezuela tiene "la mejor auditoría del mundo" y que "en Brasil no se audita ninguna papeleta".

Ante las falsas declaraciones en contra de las urnas electrónicas de Brasil, que, contrario a lo que afirman las autoridades venezolanas, son auditables y seguras, el Tribunal Superior Electoral no enviará técnicos para responder a una invitación hecha por la Comisión Nacional Electoral de ese país para monitorear la elección del próximo domingo

Maduro está en el poder desde 2013, cuando asumió la Presidencia tras la muerte de Hugo Chávez. La contienda del domingo lo enfrenta con el candidato opositor Edmundo González Urrutia, que lidera las principales encuestas de intención de voto y que entró en la contienda de manera inesperada, luego de que el Tribunal Supremo venezolano prohibiera a la principal figura, María Corina Machado, inscribir su candidatura.

Un ejemplo reciente del distanciamiento entre Maduro y tradicionales aliados de su gobierno se dio el lunes, cuando Lula da Silva emitió algunas de las críticas más duras contra Maduro desde que asumió nuevamente las riendas de Brasil. Lula afirmó, en respuesta a un vídeo de Maduro en campaña en el que vaticinaba un “baño de sangre y una guerra fratricida” si no salía victorioso en los comicios del domingo, que Maduro debía respetar los resultados.

"El destino de Venezuela, en el siglo XXI, depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo", dijo Maduro el pasado martes 16 de julio durante un mitin electoral en Caracas .

El mensaje se viralizó en las redes sociales y ha causado revuelo entre quienes señalan a Maduro de amenazar con un baño de sangre y el chavismo, que asegura que las palabras del presidente fueron descontextualizadas. El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, aseguró que "se instrumentalizó" la narrativa de Maduro "para tratar de dañar lo que dijo el jefe de Estado" en una entrevista con CNN.

Lula se dice "asustado"; Maduro insinúa que es la "derecha" la que traería un "baño de sangre"

Varios líderes latinoamericanos han condenado las declaraciones y marcado distancia, comenzando por Lula da Silva. “Maduro sabe que la única posibilidad de que Venezuela vuelva a la normalidad es que haya un proceso electoral respetado por todos”, dijo a periodistas en la residencia presidencial de Brasilia. “Él tiene que respetar el proceso democrático”, agregó Lula da Silva.

"Los procesos democráticos requieren que quienes pierden las elecciones acepten los resultados pacíficamente", afirmó Lula e insistió en la necesidad de observadores internacionales para garantizar la transparencia del proceso electoral.

"Me asustaron las declaraciones de Maduro de que si pierde las elecciones habrá un baño de sangre; quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre", afirmó Lula, quien añadió que "Maduro tiene que aprender: cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas. Y te preparas para disputar otra elección".

Por su parte, Maduro respondió, insinuando que sería la "derecha" quien pondría en riesgo al país. "Yo dije que si (...) la derecha extremista, bolsonarista, seguidores de Milei y de Hitler, llegaran al poder político en Venezuela, vendría un baño de sangre. El que se asustó, que se tome una manzanilla, porque este pueblo de Venezuela está curado de espantos y sabe lo que estoy diciendo".

Caracas retiró invitación del CNE al expresidente argentino Alberto Fernández

El expresidente argentino, Alberto Fernández, también informó que el gobierno venezolano le pidió no viajar a Venezuela para cumplir con su rol de observador electoral. Fernández publicó en la red social X (antes Twitter) un mensaje en el que informaba que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano le había invitado en una carta el pasado 12 de julio a participar como veedor del proceso. 

La razón que se me dio es que, a juicio de aquel gobierno, declaraciones públicas realizadas por mí ante un medio nacional causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad. Entendieron que la coincidencia con lo que había expresado un día antes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral.

—Alberto Fernández, expresidente de Argentina.

"En el día de ayer, el gobierno nacional venezolano me transmitió su voluntad de que no viajara y desistiera de cumplir con la tarea que me había sido encomendada por el Consejo Nacional Electoral", escribió Fernández, que fue presidente de Argentina de 2019 a 2023. La razón, explicó, se debió a las molestias que causaron sus declaraciones, en las que respaldó al expresidente brasileño, Lula da Silva.

"Debo aclarar que no comprendo tal malestar. Solo dije que en una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, 'el que gana, gana y el que pierde, pierde' y si el oficialismo fuera eventualmente derrotado debía aceptar el veredicto popular. Otro tanto debería hacer la oposición en el caso de que el resultado le fuera adverso", expresó Fernández.

Críticas de Petro y Boric se suman a los cuestionamientos a Maduro

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también ha asumido posiciones críticas a Caracas. Petro cuestionó duramente durante el mes de abril la inhabilitación de María Corina Machado como candidata a la Presidencia de Venezuela, una medida que calificó como un "golpe antidemocrático".

Además, expresó su preocupación por la afectación de los derechos políticos, haciendo un paralelismo con su propia experiencia de inhabilitación cuando era alcalde de Bogotá, y advirtió de que las sanciones administrativas, como la aplicada a Machado, son una violación de los derechos políticos. El mandatario enfatizó la importancia de proteger estos derechos en toda su plenitud, tanto en Venezuela como en Colombia.

"El derecho a elegir no es solo individual. Es de la sociedad y hoy esta discusión se evidencia muy bien en los hechos de Venezuela a la señora María Corina (Machado) y otros previamente: se les inhabilitó para participar de campañas electorales por autoridades administrativas", manifestó.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, por su parte, respaldó las declaraciones de Lula: "No se puede amenazar bajo ningún punto de vista con baños de sangre. Lo que reciben los mandatarios y los candidatos son baños de votos y esos baños de votos representan la soberanía popular, que debe ser respetada", enfatizó.

La administración de Boric también expresó preocupaciones sobre las condiciones para elecciones libres y justas en Venezuela. El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, afirmó que actualmente no se cumplen las condiciones para una elección libre, destacando la importancia de los principios democráticos y los derechos humanos en los procesos electorales.

Las declaraciones de Boric son también las más recientes en una saga de desencuentros con el gobierno de Maduro, especialmente tras un incidente en abril, que provocó que Boric llamara a consultas a su embajador en Caracas después de que el Gobierno de Maduro negara la existencia de la banda criminal Tren de Aragua.

El presidente de Chile calificó de “grave insulto” las afirmaciones del canciller Yván Gil y afirma que “la negación no sirve y no es tolerable”. Gil afirmó que el Tren de Aragua era “una ficción mediática internacional” y que existían vídeos de personas “con acento chileno y peruano” que afirman ser parte de la organización.

 

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