ONU
ONU advierte que menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura sanitaria en 20 años
El estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial plantea una cruda realidad en la que dos mil millones de personas enfrentan graves dificultades financieras cuando pagan de su bolsillo los servicios que necesitan.MADRID, (EUROPA PRESS) - Naciones Unidas advirtió de que el avance hacia la cobertura sanitaria universal se encuentra estancado ya que menos de un tercio de los países ha mejorado su cobertura en 20 años y más de la mitad de la población mundial no cuenta con servicios sanitarios esenciales.
La meta de brindar atención sanitaria de calidad, asequible y accesible está estancada de forma alarmante, según ha mostrado un nuevo informe publicado en vísperas de la Reunión de Alto Nivel sobre la Cobertura Universal de Salud, que se celebrará en el marco del Debate de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU.
El estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial plantea una cruda realidad en la que dos mil millones de personas enfrentan graves dificultades financieras cuando pagan de su bolsillo los servicios que necesitan.
En la conferencia de prensa de presentación del informe, el director general adjunto de la OMS, Bruce Aylward, afirmó que la pandemia de Covid-19 solo ha demostrado "los problemas e insuficiencia, así como la fragmentación de los sistemas de salud en el mundo".
También explicó que de 2000 a 2015 se hicieron progresos significativos en el sector a nivel mundial, pero ha agregado que desde entonces el ritmo de los avances se ha ralentizado para estancarse a partir de 2019.
Aylward se ha referido con alarma al aumento de enfermedades prevenibles y ha subrayado que las deficiencias y carencias de los sistemas sanitarios no son privativas de los países en desarrollo sino que alcanzan también a las naciones industrializadas.
Frente a este panorama, el director global del Banco Mundial para Salud, Nutrición y Población, Juan Pablo Uribe, también presente en la divulgación del informe, ha urgido a invertir de inmediato en el rubro sanitario, enfatizando la necesidad de contar con servicios básicos de salud para todas las personas.
Según el informe, en las últimas dos décadas, menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura de los servicios de salud y ha reducido el oneroso gasto que deben hacer quienes no tienen esos servicios.
La OMS y el Banco Mundial han llamado a priorizar ese apartado en los presupuestos gubernamentales para lograr una mayor equidad tanto en la prestación de servicios de salud esenciales de calidad como en la protección financiera de la población.
El informe también detalla que desde 2019 la atención a las enfermedades infecciosas y las no transmisibles, así como los servicios de salud reproductiva, materna, neonatal e infantil se empantanaron. Asimismo aclara que estas cifras todavía no reflejan los posibles impactos a largo plazo de la pandemia de Covid-19.
Con respecto al gasto que deben hacer quienes no tienen cobertura médica, indica que cerca de 1300 millones de personas se vieron empujadas a la pobreza, o a una pobreza más aguda cuando ya eran pobres, a causa de esos desembolsos. Entre esas personas se cuentan 300 millones de personas que ya vivían en la pobreza extrema.
Los organismos del Sistema de la ONU han apuntado que muchas veces las familias deben elegir entre pagar una visita al médico, comprar comida y agua o enviar a sus hijos a la escuela.
"Para abordar este problema se necesitan políticas progresivas de financiación de la salud que eximan a quienes tienen una capacidad limitada para pagar los servicios de salud", han declarado.
Por último, la OMS y el Banco Mundial han hecho énfasis en la importancia crucial de lograr la cobertura universal de salud para 2030 con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y hacer realidad el derecho humano a la salud.
El estudio especifica que se debe reorientar a los sistemas de sanidad hacia la atención primaria de salud, promover la equidad en el acceso a la atención médica y la protección financiera, e invertir en sistemas sólidos de información de salud.