MADRID (apro).— Irene Montero entregó su cartera como Ministra de Igualdad de España lanzando un dardo a Pedro Sánchez, por haber prescindido de figuras de Podemos en el nuevo gobierno. En el acto protocolario, se dirigió a su compañera de formación política Ione Belarra, y le dijo: “Querida ministra Belarra, hoy Pedro Sánchez nos echa de este gobierno”.

Con esto terminó la relación entre Podemos y Pedro Sánchez como socios de gobierno, aunque los cinco votos de los diputados de la formación morada serán necesarios para aprobar algunas medidas en el nuevo gobierno.

Y aunque en el discurso Podemos busca distinguirse de Sumar –la plataforma de la vicepresidenta Yolanda Díaz, a la que estaban incorporados hasta hace unos días–, ha perdido fuerza, ya que en la elección del 23 de julio perdió 30 escaños.

Este martes, los ojos estaban puestos en la jura y toma de posesión del nuevo gabinete de Pedro Sánchez, pero en especial en el caso de Irene Montero, quien impulsó la agenda feminista durante la pasada legislatura, donde se signaron importantes leyes.

La también secretaria general de Podemos, Ione Belarra, abandonó la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Sin embargo, desde el arribo de la vicepresidenta y ministra de trabajo, Yolanda Díaz –que repite en el cargo– como sucesora de Pablo Iglesias, hubo un distanciamiento, porque Díaz se inclinó por promover una plataforma con distintas corrientes de izquierda que hay en España y que no estaban en Podemos o habían roto con este partido.

Díaz se deshizo de la dirección que Pablo Iglesias pretendía seguir imponiendo desde fuera –una vez retirado él de la política activa– y eso disgustó mucho al sector de Podemos, y la distancia entre ambos cada vez se fue haciendo más grande.

Después, entre Pedro Sánchez e Irene Montero se tensó la relación, cuando se aplicó la ley de libertad sexual, conocido popularmente como ‘ley del sólo sí es sí’, símbolo de las movilizaciones de mujeres que tomaron las calles de España para protestar por los casos de violación y agresiones sexuales.

El conflicto se produjo en un descuido en la redacción que fusionaba el delito de abuso sexual dentro de la agresión sexual, y el principio de retroactividad que garantiza a los presos el derecho a solicitar la revisión de sus casos y que se les aplique la ley más favorable, lo que se tradujo en mil 200 rebajas de condenas a agresores sexuales y la excarcelación de 121 más, de acuerdo con datos del Consejo General del Poder Judicial, a septiembre pasado.

Después Irene Montero, Belarra y el equipo de Podemos, incluido su compañero Pablo Iglesias, se enrocaron en decir que la ley estaba bien y que todo se debía a la aplicación interesada de los sectores más conservadores de la judicatura.

Aunque organizaciones alejadas de poder ser tachadas de conservadoras, como Jueces y Juezas contra la Corrupción, reconocieron que había fallas en la técnica jurídica de cómo estaba planteada la norma.

Este hecho desdibujó mucho políticamente la figura de Irene Montero, que fue el centro de duras críticas no sólo de la clase política y mediática conservadora, sino incluso desde los sectores progresistas. Hubo poca defensa para Montero.

En el nombramiento del actual Ejecutivo, Pedro Sánchez se reservó para el Partido Socialista Obrero Español la cartera de Igualdad, donde nombró a Ana redondo.

Consideró que Pedro Sánchez prescinde de ella y de Ione Belarra, “por haber hecho lo que dijimos que haríamos: poner las instituciones al servicio del avance en derechos feministas”.

Asimismo, resaltó en su mensaje que “el feminismo lo está cambiando todo”. “Lo que hasta ahora era normal, ya no lo es”, como “un beso no consentido, que te toquen sin consentimiento en el metro o en el trabajo ahora es violencia sexual”. “España es otra gracias al feminismo”.

De hecho, desde antes de la investidura de Pedro Sánchez, Podemos anunció su separación de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz, con la que ha habido un evidente distanciamiento.

Durante las negociaciones para la formación del nuevo gabinete, Yolanda Díaz propuso que Ignacio Álvarez, fundador de Podemos y hasta entonces secretario de Derechos Sociales del gobierno de Sánchez, ocupara una cartera en el nuevo gabinete.

Sin embargo, Ione Belarra se negó a aceptar esa propuesta, porque pretendían que Irene Montero se mantuviera en el Ministerio de Igualdad. Nacho Álvarez anunció que al no tener la confianza de su partido para ocupar una cartera en el nuevo gobierno, abandonaba todos sus cargos en el partido, abandonaba la política y volvía a sus actividades como profesor universitario.

Por su parte, a Ione Belarra le ha tocado entregar maletines a dos nuevos ministros de Sumar, una para Pablo Bustinduy, que asume Derechos Sociales, y a Sira Rego, que hace suyo el departamento de nueva creación de Juventud e Infancia.

Los incondicionales de Belarra la vitorearon y aunque agradeció el papel de Nacho Álvarez, ensalzó el papel que desempeñó Pablo Iglesias. “Sin él, este gobierno no existiría”.