MADRID (proceso.com.mx).– Los resultados de las elecciones generales de este domingo no consiguieron desbloquear la parálisis política en España. Y aunque el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del presidente Pedro Sánchez, gana estos comicios con 120 diputados, pierde tres escaños respecto de la elección del 28 de abril, de acuerdo al escrutinio del 95.94% de los votos. La novedad es el auge como tercera fuerza nacional de la extrema derecha de Vox, el partido xenófobo que consiguió 52 escaños, 28 más que la elección pasada, sólo por debajo del derechista Partido Popular (PP), que logró 88 escaños, 22 más que la elección de abril pasado. Unidas Podemos obtuvo 35 escaños, siete menos que la pasada elección, y otra novedad es el desplome de Ciudadanos, el partido que dirige Albert Rivera, a la sexta posición nacional, al obtener solo 10 escaños, perdiendo 47 diputaciones. Tras la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del procés de Cataluña, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se coloca como quinta fuerza nacional al lograr 13 escaños, dos menos que la pasada elección. Junts Per Catalunya (JxCat), el partido de Carles Puigdemont, sube un escaño para llegar a ocho. La Candidatura d´Unitat Popular (CUP), el partido antisistema e independentista de Cataluña, compite por primera ocasión en las elecciones nacionales, con dos diputados. Es decir, que en conjunto en el Congreso de los Diputados habrá 23 diputados de corte independentista. A su vez, el Partido Nacionalista Vasco pasa a 7 escaños, uno más que la pasada elección. La otra formación vasca EH Bildu consigue 5 diputados, uno más que la pasada elección. Más País, de Íñigo Errejón, que compite por primera ocasión, solo consigue tres escaños. El bloque de la izquierda (PSOE, Unidas Podemos, Más España y fuerzas no independentistas) podrían arribar a 167 escaños, a nueve de la mayoría calificada. Por su parte, el bloque de las derechas (PP, Vox y Ciudadanos) suman 152 escaños. Si bien crecen respecto de la elección pasada, aún se quedan a 24 diputados de la mayoría. El porcentaje de participación fue de 56.86%, casi cuatro puntos (3.88%) por debajo de la registrada en las elecciones generales del 28 de abril, cuando fue de 60.74 por ciento. Vox, el partido de la extrema derecha, persistió en su actitud de vetar el acceso a periodistas –en esta ocasión a los de Prisa, editora de El País– en su sede a los actos de la noche electoral, incumpliendo así la orden de la Junta Electoral Central.