Guerra Israel-Hamas
Israel ordena que 1.1 millones de palestinos abandonen el norte de Gaza
El ejército israelí ordenó el viernes la evacuación del norte de Gaza, una región en la que viven 1.1 millones de palestinos, en un plazo de 24 horas, según informó un portavoz de la ONU.JERUSALÉN (AP).— El ejército israelí ordenó el viernes la evacuación del norte de Gaza, una región en la que viven 1.1 millones de personas —aproximadamente la mitad de la población del territorio— en un plazo de 24 horas, según informó un portavoz de la ONU.
La orden podría indicar una inminente ofensiva terrestre, aunque el ejército israelí aún no ha confirmado tal maniobra. El jueves dijo que, aunque se estaba preparando, todavía no había tomado una decisión.
La orden, entregada a la ONU, se produce mientras Israel continúa con su ofensiva contra el territorio gobernado por Hamás. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó la orden de “imposible” sin “devastadoras consecuencias humanitarias”.
Previamente, el ejército israelí pulverizó la Franja de Gaza con bombardeos, se preparaba para una posible invasión terrestre y anunció el jueves que su asedio contra el territorio —que ha dejado a civiles palestinos buscando desesperadamente alimentos, combustible y medicinas— se mantendrá hasta que los combatientes de Hamás liberen unos 150 rehenes que fueron tomados cautivos durante el ataque del fin de semana.
Una visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, junto con envíos de armas estadounidenses, fueron una poderosa luz verde para que Israel siga adelante con sus represalias contra Gaza tras el mortífero ataque de Hamás contra civiles y soldados israelíes, pese a que grupos de ayuda internacional advirtieron sobre el empeoramiento de la crisis humanitaria. Israel ha interrumpido el suministro de artículos de primera necesidad y electricidad a los 2.3 millones de habitantes de Gaza y ha impedido la entrada de suministros procedentes de Egipto.
“No se activará ni un solo interruptor eléctrico, ni un solo grifo se abrirá y no entrará ni un solo camión de combustible hasta que los rehenes israelíes regresen a casa”, aseveró el ministro de Energía israelí, Israel Katz, en redes sociales.
El teniente coronel Richard Hecht, un portavoz militar israelí, dijo a los periodistas el jueves que las fuerzas “se están preparando para una maniobra terrestre” en caso de que los líderes políticos así lo ordenen.
Una ofensiva terrestre en Gaza, que es gobernada por Hamás y donde la población está densamente apiñada en una franja de sólo 40 kilómetros de largo, probablemente deje aún más muertos en ambos lados en brutales combates casa por casa.
El ataque de Hamás perpetrado el sábado dejó más de mil 300 muertos en Israel, entre ellos 247 soldados —una cifra que no se había visto en Israel durante décadas—, y los ataques israelíes posteriores han cobrado la vida de más de mil 530 personas en Gaza, según las autoridades de ambos lados. Israel afirma que aproximadamente mil 500 combatientes de Hamás murieron dentro de Israel y que cientos de los muertos en Gaza son miembros de Hamás. Miles más han resultado heridos en ambos bandos.
Mientras Israel ataca Gaza desde el aire, los combatientes de Hamás han disparado miles de cohetes hacia Israel. En medio de preocupaciones de que los combates puedan extenderse a otras partes de la región, medios de comunicación estatales sirios reportaron que Israel bombardeó dos aeropuertos internacionales sirios, dejándolos fuera de servicio.
Los implacables bombardeos contra Gaza —se han arrojado seis mil municiones desde que comenzó el conflicto, de acuerdo con fuerzas militares— obligaron a la población civil palestina a huir corriendo por las calles, cargando sus pertenencias y buscando refugio.
Un ataque el jueves por la tarde contra el campamento de refugiados de Jabaliya derribó un edificio residencial sobre las familias que se alojaban en su interior, matando al menos a 45 personas, informó el Ministerio del Interior de Gaza. Al menos 23 de los muertos eran niños, entre ellos un pequeño de un mes de edad, según una lista de víctimas.
La casa, perteneciente a la familia Al-Shihab, estaba repleta de familiares que habían huido de los bombardeos en otras zonas. Los vecinos dijeron que una segunda casa fue impactada al mismo tiempo, pero al momento se desconoce el número de víctimas. El ejército israelí no ha respondido a una solicitud de comentarios.
“No podemos huir porque a donde sea que vayas, eres atacado”, comentó un residente, Khalil Abu Yahia. “Necesitas un milagro para sobrevivir aquí”.
El número de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares sumaba 423 mil, de una población de 2.3 millones, informó la ONU el jueves. La mayoría se hacina en escuelas operadas por Naciones Unidas.
Las familias se están limitando a una comida al día, dijo Rami Swailem, de 34 años de edad y profesor de la Universidad de al-Azhar que tenía 32 familiares quedándose en su casa. El agua dejó de llegar al edificio hace dos días, y han racionado la que queda en un tanque en el techo.
Alaa Younis Abuel-Omrain se ha refugiado en una escuela de la ONU después de que su casa fuera bombardeada, lo cual mató a ocho miembros de su familia: su madre, una tía, una hermana, un hermano con su esposa y los tres hijos de estos últimos. La mayoría de las panaderías dejaron de hacer pan por falta de electricidad.
“Incluso si hay comida en algunas zonas, no podemos conseguirla debido a los ataques”, dijo.
El miércoles, la única central eléctrica de Gaza se quedó sin combustible y fue apagada, dejando sólo luces alimentadas por generadores privados dispersos.
Los hospitales, rebasados por un flujo constante de heridos y cada vez con menos suministros, tienen combustible para unos pocos días antes de quedarse sin electricidad, dijeron funcionarios humanitarios.
“Sin electricidad, los hospitales corren el riesgo de convertirse en morgues”, advirtió Fabrizio Carboni, director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja. Las incubadoras para recién nacidos, las máquinas para diálisis renal, el equipo de rayos X, entre otros, dependen de la electricidad, comentó.
Personal de ambulancias que transportaban cadáveres a la morgue del hospital más grande de Gaza, Shifa, no hallaron espacio disponible. Decenas de bolsas con cadáveres estaban alineadas en el estacionamiento del hospital. Catorce instalaciones de salud han resultado dañadas por los ataques, informaron el jueves funcionarios de salud.
Luego de que Israel acordonó el territorio, la única forma para entrar o salir es a través del cruce fronterizo con Egipto en Rafah, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio dijo el jueves que los bombardeos israelíes contra Rafah han impedido que funcione. Egipto ha tratado de convencer a Israel y a Estados Unidos de que permitan la entrada de ayuda y combustible a través del cruce.
Israel está implementando una nueva táctica de arrasar con vecindarios enteros, en lugar de edificios individuales. Hecht, el portavoz de las fuerzas militares, dijo que las decisiones sobre los objetivos estuvieron basadas en información de inteligencia sobre sitios utilizados por Hamas y que los civiles recibieron advertencias.
“Ahora mismo, estamos enfocados en acabar con sus altos mandos”, señaló Hecht. El ejército israelí afirma que sus ataques han alcanzado a las fuerzas de élite Nukhba de Hamás, incluidos los centros de mando utilizados por los combatientes en el ataque del sábado, y la casa de un alto operativo naval de Hamás utilizada para almacenar armas.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió “aplastar” a Hamás luego que los combatientes del grupo irrumpieron en el sur del país el sábado y masacraron a cientos de personas, incluyendo niños en sus hogares y jóvenes que asistieron a un festival de música. Netanyahu dijo que hubo soldados decapitados y mujeres violadas. Sus acusaciones no pudieron confirmarse de forma independiente.
En medio del dolor y las exigencias de venganza entre la población israelí, el gobierno está bajo intensa presión para derrocar a Hamás en lugar de seguir intentando contenerlo en Gaza.
En un video publicado el jueves, figuras civiles de Hamás defendieron el ataque perpetrado por el grupo y denunciaron las muertes de civiles en Gaza causadas por seis días de bombardeos israelíes. El solemne video carecía de la bravuconería de una grabación emitida el sábado por el ala militar de Hamás que aclamaba “la mayor batalla” mientras seguían produciéndose las masacres.
Basem Naim, exministro del gobierno de Hamás, dijo que en el “rápido colapso” de las fuerzas militares israelíes del sábado, "el caos prevaleció y los civiles se encontraron en medio de la confrontación”. Su afirmación contradice los innumerables videos y testimonios de sobrevivientes sobre combatientes de Hamás que atacan y matan deliberadamente a civiles en Israel.
Naim añadió que no se producirá alguna acción para liberar a los 150 rehenes llevados a Gaza mientras continúe el operativo israelí.
La indignación por el fracaso del ejército y los servicios de inteligencia israelíes en el ataque sorpresa se ha enfocado en el gobierno de extrema derecha de Netanyahu, que durante meses impulsó una polémica reforma al sistema judicial que dividió al país y afectó al ejército.
En lo que parecía ser la primera admisión de culpa por parte de un miembro del gobierno, el ministro israelí de Educación, Yoav Kisch, declaró al medio de comunicación israelí Ynet: “Somos responsables. Yo, como miembro del gobierno, soy responsable. Estábamos tratando con tonterías”.
El ministro israelí de Diplomacia Pública renunció, la primera fisura en el gobierno de Netanyahu desde que empezaron los ataques.
Cuatro conflictos anteriores terminaron con Hamás todavía firmemente en control del territorio que ha gobernado desde 2007. Israel ha movilizado a 360 mil reservistas, ha concentrado fuerzas adicionales cerca de Gaza y ha evacuado a decenas de miles de residentes de comunidades cercanas. Un nuevo gabinete de guerra, que incluye a un político de la oposición, fue juramentado el jueves para que dirija la estrategia de los combates.
Saleh Al-Arouri, un funcionario de alto rango de Hamás, advirtió el jueves que cualquier invasión israelí de Gaza “se convertirá en un desastre para su ejército”, señalando que el grupo estaba preparado para responder.
La visita de Blinken, puso de manifiesto el respaldo estadunidense a las represalias de Israel.
“Puede que sean lo suficientemente fuertes por sí solos para defenderse, pero mientras Estados Unidos exista, nunca tendrán que hacerlo”, dijo Blinken después de reunirse con Netanyahu en Tel Aviv.
Blinken dijo que le comentó a Netanyahu que era “muy importante tomar todas las medidas de precaución posibles para evitar herir a civiles”.
Blinken se reunirá el viernes con el presidente palestino Mahmud Abás, cuya autoridad se limita a partes de la ocupada Cisjordania, y con el rey Abdalá II de Jordania. En tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, planeaba visitar Israel el viernes.