CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A contracorriente de los llamados internacionales para que el gobierno de Israel permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, el ministro israelí de energía, Israel Katz, advirtió que “ningún interruptor eléctrico se prenderá, ninguna bomba de agua se activará y ninguna pipa de gasolina entrará” en el enclave hasta que los rehenes tomados por los militantes del Hamás sean liberados.

“Nadie nos puede hacer la moral”, agregó el político, cuyo gobierno ha declarado la “guerra” contra el grupo islamista Hamás, en represalia al ataque que militantes armados lanzaron en territorio israelí el pasado sábado 7, en el que asesinaron a mil 200 personas e hirieron a 3 mil 391 más.

Los militantes armados también han tomado un centenar de rehenes, que pretende intercambiar por prisioneros palestinos.

En represalia, el gobierno de Israel impuso un “asedio completo” a Gaza, con una intensa ola de bombardeos y el cierre de la provisión de agua, energía eléctrica, gas, comida y gasolina en esta zona, sometida a un bloqueo desde 2007. Hasta el momento, el ministerio de la Salud de Gaza ha reportado que los bombardeos israelíes han causado la muerte de mil 537 palestinos, e hirieron a 6 mil 612 personas.

Desde la instauración del “asedio completo”, la ONU y varios actores de la comunidad internacional han exhortado al gobierno de Israel a dejar pasar la ayuda humanitaria, y han refrendado que el bloqueo viola el derecho humanitario. En medio de los llamados internacionales a la desescalada y al respeto de las leyes de guerra, el gobierno de Israel adelantó que no cesará su campaña militar hasta que erradique al Hamás.