CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La organización internacional Human Rights Watch (HRW) documentó hoy que ejército de Israel ha arrojado bombas de fósforo blanco sobre Gaza y Líbano en el marco del “asedio completo” del enclave y de la guerra que declaró contra el Hamás en represalia al ataque armado que militantes de la organización islamista perpetró el pasado sábado 7.

De acuerdo con la organización, el fósforo blanco tiene un efecto incendiario “significativo” y su uso en Gaza, una de las áreas con mayor densidad de población del mundo, “viola el derecho humanitario internacional, poniendo a los civiles en un riesgo innecesario”.

HRW confirmó que el ejército de Israel lanzó bombas de fósforo blanco contra el puerto de Gaza y contra dos localidades de Líbano ubicadas cerca de la frontera; en el caso del territorio palestino, el ejército arrojó proyectiles que se fragmentaron en 116 cuñas ardientes, que cubrieron un área de 250 metros de diámetro.

La organización recordó que el fósforo blanco opera una combustión cuando entra en contacto con el oxígeno, la cual puede alcanzar mil 500 grados. Al tocar la piel humana, el fósforo quema a las personas “térmicamente y químicamente”, se infiltra en las venas y puede dañar los órganos. “Las quemaduras, incluso las leves, son a menudo letales”, recalcó.

Según las autoridades palestinas, más de mil 500 personas han sido asesinadas en el “asedio completo” de Gaza; más de 338 mil personas tuvieron que abandonar sus casas, y la situación humanitaria se está agravando con el bloqueo de agua, electricidad, alimentos, gas y gasolina impuesto por el gobierno de Israel.

El gobierno de Benjamin Netanyahu justificó su operación militar como respuesta al ataque armado que militantes del Hamás lanzaron el sábado 7 en el área cercano a Gaza, en el que masacraron a más de mil 200 personas –la gran mayoría civiles-- y tomaron un centenar de rehenes.

De acuerdo con HRW, el ejército de Israel ha utilizado bombas de fósforo blanco contra Gaza desde hace por lo menos 14 años. En 2013, la Corte Suprema de Justicia de Israel ordenó al ejército ya no usar estas armas, y la institución castrense se comprometió a seguir la instrucción excepto en “circunstancias altamente particulares”.