CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “No podemos seguir aquí, contemplando cómo un país está intentando borrar la cultura e identidad de otro país”, dijo el ministro de Cultura de Lituania, Simonas Kairys, durante la última sesión del Mondiacult 2022 en el Auditorio Nacional de esta ciudad.

Su pronunciamiento fue en referencia a Rusia, para exigir a ese país el retiro de sus tropas de Ucrania, y lo hizo, según dijo, en nombre de 48 países, entre ellos: Australia, Canadá, Ecuador, Guatemala, Islandia, Japón, Mónaco, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza, Ucrania, Estados Unidos, Reino Unido y varios de estados de la Unión Europea, cuyos representantes se levantaron de su lugar y empezaron a salir del auditorio mientras el lituano leía su postura.

El rechazo a la invasión rusa en Ucrania y la destrucción del patrimonio cultural en ese país de Europa central fue tema durante las tres jornadas de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible – Mondiacult 2022 y la sesión plenaria de clausura no fue la excepción.

El ministro lituano fijó su posición en los siguientes términos:

“Nos hemos reunido esta semana en México para fomentar la cooperación multilateral para fomentar el desarrollo del sector y para la aportación al desarrollo sostenible, así como la promoción de la paz.

“Mientras sosteníamos estos intercambios, uno de nuestros miembros, Rusia, continuó con su intervención y su guerra injustificada e ilegal sobre Ucrania, violando las leyes internacionales, incluyendo la Carta de las Naciones Unidos y el Mandato de la UNESCO (…)

“Subrayamos la importancia de la cultura para la paz y la seguridad y enfatizamos la necesidad de tener medidas y acciones coordinadas para abordar las amenazas al patrimonio cultural tangible e intangible. Aun así, al 24 de septiembre, la UNESCO ha verificado el daño a 193 sitios desde la invasión en escalada de Rusia a Ucrania (…) y las cifras de Ucrania son todavía más altas, su Ministerio de Cultura calcula daños a 545 sitios culturales”.

Y atajó:

“No podemos seguir aquí, contemplando cómo un país está intentando borrar la cultura e identidad de otro país. Así que llamamos a Rusia a que se retire de las fronteras reconocidas de Ucrania y exigimos el fin de la agresión en su contra para garantizar la protección del patrimonio cultural mueble e inmueble dañado”.

El pronunciamiento de Simonas Kairys hizo que su homólogo de Rusia, Sergey Obryvalin, solicitara el derecho réplica, y aseveró que la guerra con Ucrania lleva ocho años y “ningún país ha hablado de las miles de víctimas y los niños perdidos”.

Añadió que las declaraciones del ministro lituano “son inaceptables porque contrarrestan el equilibro en el mundo, el mismo equilibrio que la UNESCO busca preservar”, y mientras se pronunciaba diversos ministros abandonaban la sesión como acto simbólico de rechazo por las acciones de Rusia en Ucrania.

En la primera jornada de la cumbre, vía remota, el ministro de Cultura de Ucrania, Oleksandr Tkachenko, dijo que desde los primeros días del conflicto “quedó claro que esta es una guerra en contra de la cultura. El invasor (Rusia) no reconoce nuestro derecho a existir y no acepta la existencia de nuestra cultura originaria, la ucraniana (…) la invasión en escalada de Rusia amenaza con la destrucción de las instituciones y del patrimonio cultural”.

Por ello solicitó destituir a la Federación Rusa de la presidencia del Comité de Patrimonio Mundial.