Latinoamérica

Países latinoamericanos se reúnen en Roma, con la diplomacia de las vacunas como telón de fondo

El subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, fue quien acudió en representación de México.
viernes, 29 de octubre de 2021 · 20:34

ROMA (apro).- El hermetismo ganó en la décima cumbre Italia América Latina, que volvió a juntar el pasado lunes y martes en la capital italiana a unos treinta cancilleres y representantes de Latinoamérica, región aún muy golpeada por la pandemia.

Alrededor de veinte periodistas que asistieron, algunos de ellos de medios internacionales, sólo pudieron escuchar una parte de las ponencias, y, a diferencias de otras ocasiones, fueron confinados la mayor parte del tiempo en un cuarto de la planta subterránea del lujoso hotel Cavalieri, de Roma, reconvertido en una diminuta sala de prensa donde, a una distancia prudencial de los delegados, tres pantallas retransmitían ‘en streaming’ el evento.

Desde allí, los reporteros -todos en posesión de una prueba negativa de covid- tuvieron que esperar incluso horas para que las delegaciones deliberaran sobre sus solicitudes de entrevista, que finalmente en muchos casos fueron declinadas sin que se supiera el por qué.

El subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, quien acudió en representación de México, no fue una excepción. Reyes esquivó los medios de comunicación, rechazó pedidos de entrevistas —entre ellas, la de Proceso—, y su único contacto directo con un medio fue el lunes con el periodista italiano Raffaele Bertini, de Nova, una pequeña agencia de información que cubre principalmente las noticias internacionales que son de interés para Italia.

En conversación con Nova, Reyes defendió que su gobierno ha recuperado “el principio de no injerencia en los asuntos de países terceros”, opinó que México ha criticado a través de “gestos” a los gobiernos autoritarios de América Latina, y aseguró que la reciente decisión de permitir que el regreso a Colombia de Rodrigo Granda, conocido como el “canciller” de las desmovilizadas FARC, no dañó las relaciones con Paraguay, pese a que este último país había solicitado a la Interpol su arresto.

Acto seguido, Reyes también le quiso recordar a Asunción —liderado por el Partido Colorado, centroderecha—, que “cuando nadie se ocupaba de la crisis sanitaria en Paraguay, México hizo una generosa donación de vacunas contra el nuevo coronavirus”.

En declaraciones a Proceso, el propio ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Euclides Acevedo, lo explicaba así: “la pandemia nos ha demostrado que la integración (latinoamericana) que creíamos que existía, no era cierto. A partir de ahí, creemos que la integración es necesaria, inevitable.

“Hace falta un mayor contacto, una mayor diplomacia de gestión”, añadió Acevedo, tras asegurar -también él- que el caso de Granda “no alteró” la relación diplomática con México.

La decisión de México sobre Granda “nos sorprendió un poquito”, por lo que también “se ha convocado al embajador mexicano en Paraguay”, pero no se olvida que México ha sido “muy solidario” en sus donaciones de vacunas. Así y todo, “independientemente de las donaciones mexicanas, nosotros también firmamos un convenio con AstraZeneca México para la compra de una importante dosis de vacunas sobre todo para el próximo año”, informó el canciller paraguayo.

Más eufórico aun fue Geraldo Peñalver Portal, el viceministro de Exteriores de Cuba, una de las delegaciones que mostró disponibilidad con este medio, ante el cual subrayó que la relación con México es “muy fluida”, aunque “en la medida de nuestras posibilidades, pues no somos una potencia regional”.

Incluso “estamos en negociaciones” para la venta de vacunas producidas en Cuba a México y otros países latinoamericanos, tras los envíos -ya pactados- con Venezuela y Nicaragua, aseguró Peñalver Portal.

Estos últimos fueron contratos “con condiciones muy favorables, pues no pretendemos lucrar con esas vacunas (…) sino cubrir los costos” que ha supuesto la producción de las vacunas para el sistema farmacéutico y médico cubano, puntualizó Peñalver Portal, al agradecer también la reciente petición del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos, para pedir el fin del bloqueo contra Cuba.

La solicitud “tiene una fuerza moral muy importante, viniendo de México”, opinó el funcionario cubano, descartando, muy diplomáticamente, también “diferencias” o “pendientes” entre Cuba y México en cuestiones migratorias, uno de los grandes asuntos pendientes de resolución en la región.

En un tono similar aun con sus diferencias se pronunció también Claude Joseph, exprimer ministro interino y actual titular de Exteriores de Haití, uno de los países más pobres y atormentados de América Latina, recientemente víctima de la turbia (y aún irresuelta) trama que llevó al asesinato, en julio, del presidente Jovenel Moïse, y también golpeado por un grave terremoto y huracanes. 

“Creo que México ha mostrado cierta solidaridad”, dijo Joseph, al explicar que recientemente le pidió al secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, “ayudar a los haitianos que piden asilo” en México.

“Lo que nos molesta es el trato que sufren los migrantes haitianos en la frontera mexicano-estadunidense”, añadió, al criticar las deportaciones masivas de estas personas por parte de Estados Unidos. Esta revista también intentó ponerse en contacto con otros países involucrados en la crisis migratoria que afecta la zona, entre ellos los tres del llamado Triángulo Norte, Guatemala, Honduras y El Salvador, pero sus delegaciones rechazaron o no respondieron a estas solicitudes, así como ocurrió con las peticiones de otros cronistas con otros países de la región.

La diplomacia de las vacunas

Por su parte, Reyes, que disertó en el panel “Gente: Empezar de nuevo desde la cohesión social, las personas en el centro de la recuperación”, habló en esa sede de las acciones de México en el marco de la llamada diplomacia de las vacunas.

“En el ámbito de la cooperación”, afirmó el funcionario, México “ha donado a sus hermanos latinoamericanos más de un millón de vacunas AstraZeneca en contra del covid que, por cierto, se producen localmente, en Argentina y en nuestro país. Hemos donado también ventiladores mecánicos de fabricación mexicana”, dijo durante la conferencia, cuyo tema este año era “Gente, planeta y prosperidad”, ejes de la presidencia italiana del Grupo de los 20.

“América Latina necesita más Estado, más protección social, menos tasas de informalidad y de la solidaridad internacional”, señaló, por su parte, el secretario de Estado español para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, también invitado en la reunión.

Latinoamérica aportó “el 33 % de los muertos por pandemia”, consideró Fernández Trigo, al criticar también a Cuba por los manifestantes apresados en julio durante una gran protesta, y al confirmar su apoyo a Argentina en sus negociaciones con el FMI para resolver su enorme endeudamiento.

En la región, “hace falta mayor solidaridad y no apuntar a la preeminencia de unos países sobre otros. La competencia entre naciones no nos va a hacer más hermanos”, dijo otro delegado. “Es un momento fundamental para emprender un nuevo desarrollo, a la luz de las lecciones de la pandemia”, afirmó la ministra de Asuntos Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, integrante de un gobierno que hace dos años ganó las elecciones, rompiendo con décadas de bipartidismo de los partidos de derecha e izquierda tradicionales. Son necesarias “alianzas globales”, consideró la política.

La reunión tuvo “una participación récord de cancilleres, vicecancilleres y delegaciones” latinoamericanas, y fue una “explosión de alegría por haberse podido encontrar en un formato presencial, que no es sustituible con ningún formato virtual”, destacó, por otra parte, el viceministro cubano Peñalver Portal, al confirmar -como también hizo el ministro paraguayo Acevedo—, que mantuvo un diálogo privado con Reyes.

De esto, sin embargo, la prensa supo poco y nada, al ser los encuentros a puerta cerrada y no permitirse el contacto directo con los delegados, todos venidos de América Latina salvo Venezuela, país que fue representado por una funcionaria de la embajada del país en Italia.

“Nos tratan así con la excusa del covid”, fue entonces el comentario de un reportero italiano. La declaración final del evento tampoco arrojó un aire distinto, al ser este texto un documento no vinculante en el cual, de forma muy general, los países latinoamericanos y del Caribe se comprometieron a atender la crisis socioeconómica provocada por la pandemia, permitir el acceso a las vacunas y colaborar en la transición hacia una energía verde y la economía circular.

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