CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las utilidades netas de Petróleos Mexicanos (Pemex) se ubicaron en 82 mil 159 millones de pesos en el primer trimestre de 2023; cifra 66% menor que la registrada en el mismo período de 2022, cuando la cantidad ascendió a 247 mil 649 millones de pesos.

Al presentar sus resultados trimestrales en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la petrolera estatal atribuyó el decremento a una disminución en las ventas totales y al mayor deterioro de activos fijos, aunque ambos factores se compensaron con una disminución en el costo de ventas y la apreciación del peso mexicano.

Pemex también registró una disminución de 32.7% en sus ingresos totales, con un total de 832 mil 596 millones de pesos. Además, las ventas nacionales se redujeron en 21.6% interanual y se ubicaron en 461 mil 222 millones de pesos.

La deuda financiera total expresada en pesos disminuyó 9.8%, comparada con la registrada al cierre del año previo, como reflejo de una gestión responsable de la estrategia de endeudamiento, dijo la petrolera.

Al 30 de junio de 2023, la deuda financiera registró un saldo de 1.9 billones de pesos, es decir, 0.2 billones menos respecto de los 2.1 billones registrados al cierre de 2022. Expresado en dólares, el monto asciende a 110.5 mil millones, por efecto de la apreciación del peso frente a esa divisa.

Producción

Por otra parte, en el periodo, la producción de hidrocarburos líquidos, sin incluir socios, ascendió a mil 882 millones de barriles diarios, reflejo de la incorporación de pozos bajo la estrategia de nuevos desarrollos en Quesqui, Tupilco Profundo e Ixachi, entre otros; en adición a la de otros campos en explotación como Ayatsil, Balam y Maloob, principalmente.

Este volumen, resulta superior en 126 mil barriles diarios comparado con el registrado en el segundo trimestre de 2022.

La calificación de Moody’s

En la semana reciente, la agencia calificadora Moody’s Investors Service revisó la perspectiva de la petrolera de “Estable” a “Negativa” ante un modelo de negocio poco efectivo, la falta de inversión de capital y la dependencia del gobierno federal para cubrir sus obligaciones en el corto plazo.

La calificadora considera poco probable un alza de calificación en el corto plazo, pero la perspectiva pudiera regresar a estable si se logra recuperar la confianza mejorando su liquidez.

Por otro lado, los detonadores para una degradación de calificación podrían ser una disminución en producción y reservas o afectaciones al desempeño operativo por falta de inversión de capital.