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JP Morgan cierra su negocio de banca privada en México y transfiere su cartera de clientes a BBVA

De acuerdo con la agencia Bloomberg, las "políticas populistas" del presidente Andrés Manuel López Obrador han empujado a algunas familias a transferir más riqueza al exterior.
miércoles, 24 de febrero de 2021 · 23:30

CIUDAD DE MÉXICO (apro).—J.P. Morgan Chase Co. pondrá fin a su negocio de banca privada en México y pasará su cartera de clientes al banco español BBVA, luego de que sus clientes han decidido trasladar sus capitales a otros países.

De acuerdo con la agencia Bloomberg, “los clientes adinerados en algunas de las economías más grandes de Latinoamérica están moviendo su dinero a capitales financieros internacionales”.

“La decisión de descontinuar los servicios de gestión patrimonial local en la segunda economía más grande de Latinoamérica sigue un movimiento similar en Brasil el verano pasado en el que JPMorgan cerró su negocio de banca privada local y refirió a los clientes patrimoniales brasileños a Banco Bradesco SA”, señaló la firma estadounidense.

En México, acotó la publicación, las “políticas populistas” del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluida una represión fiscal, han empujado a algunas familias a transferir más riqueza al exterior, al tiempo que las cuentas extraterritoriales representan la mayor parte del negocio de banca privada de J.P.Morgan en México.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), J.P. Morgan contaba con activos por 194 mil 286 millones de pesos al cierre de 2020, equivalente a 1.74% del total de recursos que manejan los bancos en México. Al cierre del año, acumuló 864 millones de pesos en utilidades, un crecimiento de 0.85% comparado con 2019.

El grupo financiero americano mantendrá en el país sus negocios de banca comercial, banca de inversión, banca corporativa internacional, pagos corporativos y Platform Services.

Un aliado del poder a través de las décadas

La historia de J.P. Morgan Chase Co. en México se remonta al porfiriato, cuando John Pierpoint Morgan, el patriarca del banco de inversiones norteamericano que lleva su nombre, comenzó a manifestar un profundo interés en “la modernización” de México desde el punto de vista de inversión. De hecho invirtió grandes cantidades de dinero en el sistema ferroviario construido por Porfirio Díaz.

Ya en 1880, la firma de Pierpoint en Nueva York y la firma de su padre, Junius S. Morgan, con sede en Londres, participaban en sindicatos de casas de inversión europeas para la emisión de préstamos y bonos para el gobierno mexicano y muchas empresas privadas nacionales, según su página web.

Entre los episodios del banco en nuestro país destaca el ocurrido durante la Revolución Mexicana; tras el incumplimiento por parte del gobierno del Préstamo Externo Consolidado de Oro, Pierpoint se dedicó a buscar una solución a la crisis. En 1918, Thomas Lamont, un socio principal de J.P. Morgan, asumió el cargo de Presidente del Comité Internacional de Banqueros de México, el cual fue establecido con el objeto de reprogramar, en colaboración con el gobierno mexicano, la deuda externa. 

Ya en los años modernos, en 1976, Morgan gestionó un préstamo de mil 200 millones de dólares al gobierno de José López Portillo tras verse obligado este último a devaluar el peso por primera vez en 21 años..

En 1994, J.P. Morgan gestionó un préstamo sindicado por un valor de 700 millones para Petróleos Mexicanos, el cual representó el regreso de México, después de 12 años, al mercado bancario sindicado.

Al mismo tiempo recibió la autorización del gobierno de México para establecer un grupo financiero. En el mes de noviembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorgó a J.P. Morgan la autorización para establecer un grupo financiero en México, con un banco y una casa de bolsa, mediante el cual se ofrecen servicios de banca de mayoreo, banca de inversión y acceso a mercados.

Durante la crisis del “efecto Tequila”, el banco americano asesoró al gobierno,  tras la devaluación del peso, para que México tuviera nuevamente acceso a los mercados internacionales de capital, lo cual se logró en junio de 1995.

Más adelante, en 1998 J.P. Morgan asesoró a Koch Industries Inc. e Isaac, Moisés, Alberto y Manuel Saba en la adquisición de su negocio global de polyester de Hoechst A.G. para formar la compañía  KoSa.

En el 2004, bajo el gobierno de Vicente Fox, mediante asamblea general de accionistas se aprobó la fusión de Banco J.P. Morgan, S.A. en calidad de fusionante que subsiste, con Bank One, S.A. en calidad de fusionado, y que por lo tanto se extingue.

Con dicha fusión el banco incorporó el negocio de banca comercial dentro de sus líneas de negocio. Dentro de sus actividades principales está el otorgamiento de créditos comerciales con subsidiarias mexicanas de clientes corporativos en el extranjero y las cuales garantizan dicho crédito.

Ya para el 2006, el Banco solicitó al Mercado Mexicano de Derivados (Mexder) de la Bolsa Mexicana de Valores y al Fideicomiso F/30,430 administrado por BBVA Bancomer, identificado como Asigna, autorización para actuar como Socio Liquidador por Cuenta de Terceros de Contratos de Futuros de TIIE y del IPC.

El día 15 de agosto del mismo año el Banco recibió la certificación para fungir como administrador del Fideicomiso F/00265 (Socio Liquidador).

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