Deportes
Osiris Machado: de víctima de la imprudencia a nueva joya del para-atletismo
Osiris Machado es la mejor para-atleta en ciernes con la que cuenta México. A sus 19 años es una de las apuestas del Comité Paralímpico Mexicano para comenzar con el cambio generacional del deporte adaptado y es candidata a conseguir el oro en lanzamiento de disco en los Parapanamericanos 2023.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Osiris Machado es la mejor para-atleta en ciernes con la que cuenta México. A sus 19 años es una de las apuestas del Comité Paralímpico Mexicano para comenzar con el cambio generacional del deporte adaptado y es candidata a conseguir el oro en lanzamiento de disco en los Parapanamericanos 2023.
Sus resultados no mienten: ganó oro y plata en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Bogotá 2023 y es campeona de lanzamiento de disco en el World Para Athletics Grand Prix de Veracruz y el de Italia que también se realizaron este año. Está rankeada entre las mejores cinco de su disciplina en la categoría F44 por la gran actuación que tuvo en el Campeonato Mundial de Para-atletismo que se realizó en julio último.
Osiris Machado nació en Acaponeta, el municipio del estado de Nayarit, que ella define como “su rancho”. Allí vivió una infancia feliz, sin limitaciones y rodeada del deporte. Su padre, Francisco Machado, fue un ciclista amateur en sus ratos libres, pero era tan bueno que el talento le alcanzó para ganar torneos regionales. Su mamá, Amalia Plata, era una amante del deporte y solía ejercitarse todos los días.
Cuando la pequeña Osiris ingresó a la primaria le daba por correr en el recreo y en los torneos que organizaba la escuela. No es que le gustara, en realidad lo hacía porque era muy rápida y le resultaba fácil ganar. En ese momento, no sabía si el deporte era el camino por el cual quería andar.
El día de la tragedia
En 2013, cuando tenía nueve años, la imprudencia del conductor de un tractor convirtió la vida de la familia Machado Plata en una pesadilla. A raíz del accidente, su hermanito de dos años falleció y para Osiris la secuela fue una discapacidad en la pierna derecha que le impide flexionarla porque el vehículo le destruyó los ligamentos. Su crecimiento ya no fue normal, sus músculos no se desarrollaron correctamente.
“Fue en mi rancho, estamos sentados mi tía, abuelita, mi hermano pequeño y yo. De pronto un tractor bajó por un lugar donde no debía, puesto que no era carretera y perdió el control. Llegó hasta donde estábamos. Se suponía que la más afectada era yo, mi pierna se estaba desangrando, sólo veía como salía la sangre y no recuerdo más; 40 días después me dijeron que mi hermanito murió. Fue un milagro que mi abuela y mi tía no quedaran con daños físicos”, cuenta en entrevista.
Después del accidente, Osiris fue trasladada al Hospital General de Tepic, la capital del estado, y ahí estuvo un mes con la incertidumbre de si le amputaban la pierna o no. Su familia le ocultó la muerte de su hermano, por lo que la niña pensaba que cuando por fin regresara a casa, ya fuera con pierna o sin ella, tendría una vida casi tan normal como antes.
Cuando la dieron de alta del hospital aún tenía la pierna cubierta de heridas al rojo vivo que no habían terminado de cicatrizar. Los médicos la dejaron ir porque se acercaban las fiestas navideñas y estar en casa le ayudaría a subir el ánimo, pero le pidieron a la familia que tuvieran mucho cuidado con las infecciones para evitar el riesgo de la amputación. La alegría le duró lo que tarda un copo de nieve en disolverse. Su mamá le soltó la devastadora noticia.
“Me dijo: ‘No quiero que te enteres por alguien más. Tu hermano falleció el día del accidente’. Ella siempre me dijo que mi hermano estaba ingresado en el hospital de Acaponeta porque no estaba tan grave, pero que no podíamos estar juntos. Quedé en shock y pues una niña de nueve años no pregunta mucho, así que sólo dije que estaba bien. La entiendo, creo que no me dijeron porque tenían miedo de que yo también me muriera”, narra.
El conductor del tractor se dio a la fuga. Tras una dura y extensa batalla legal sus padres pudieron conseguir una compensación mínima de los daños por parte de los dueños de la maquinaria.
Recalca que aunque en su momento con ese dinero se pagó su rehabilitación y otros gastos, “no existe una cantidad que repare el daño de una muerte ni de una discapacidad que tendré de por vida”.
Después del incidente, Osiris tuvo una infancia y adolescencia felices. Se rodeó de personas amables que le ayudaron a seguir adelante. Si bien la negligencia de un conductor ocasionó una tragedia familiar también la encaminó hacia el deporte, lo que más disfruta hacer.
Sin límites
Su primer acercamiento al deporte adaptado fue en 2014 gracias a su hermana mayor, quien practicaba lanzamiento de jabalina. Osiris la acompañaba a entrenar y al darse cuenta de que era una disciplina que requería de fuerza en los brazos supo que la condición de su pierna no sería un obstáculo.
Fue así que comenzó con la jabalina, una lanza que mide entre 220 y 270 centímetros y pesa unos 600 gramos. Siguió con otros lanzamientos de las pruebas de campo que tiene el atletismo, la bala y el disco. En este último es el que ha tenido los mejores resultados.
En 2019 viajó a Suiza para participar en el Campeonato Mundial Juvenil de Para-atletismo que fue su primera competencia de fogueo internacional. Ese viaje la inspiró para continuar en el deporte adaptado.
Entre sus mejores resultados de este año se cuenta la medalla de oro que obtuvo en el World Para Athletics Grand Prix de Jesolo, Italia, donde consiguió una marca de 38.90 metros en el lanzamiento de disco. Un oro y una plata en el mencionado Campeonato Parapanamericano Juvenil de Bogotá en jabalina y disco, respectivamente, y la presea dorada en los Juegos Paranacionales de la Comisión Nacional Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) con marca de 38.98, también en el disco.
Osiris Machado combina su vida de deportista de alto rendimiento con la universidad. Actualmente, cursa el tercer semestre de la licenciatura de Cultura Física y Deportes en la Universidad Autónoma de Nayarit, donde también entrena de cuatro a cinco horas al día. Ante la falta de competencias nacionales de para-atletismo se ve obligada a competir con deportistas convencionales, lo que también le sirve para foguearse.
“Creo que mi vida tiene puntos tanto buenos como malos. Al practicar deporte se vienen las lesiones, se viene la inestabilidad mental porque sientes la presión de la gente, sientes que le debes algo, sientes que lo que haces es por ellos y la realidad es que tus logros son para ti. Presionas tanto tu cuerpo y tu mente que llega un punto donde de nada sirve toda la preparación que traes, la presión te vence”.
En los Juegos Parapanamericanos de Santiago buscará mejorar su marca personal y peleará por un boleto a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Machado competirá este sábado 25 de noviembre y si no consigue la plaza olímpica tendrá una oportunidad más en el World Para-Athletics Grand Prix 2024 que se desarrollará del 12 de febrero al 15 de junio en Dubai.
“Después de un accidente se aprende a vivir con ello porque se convirtió en una experiencia. Son cosas que te pasan y que nunca vas a superar. Ahora vivo con el daño, mi hermano falleció y yo vivo día a día con mi discapacidad”.