Palacio de Bellas Artes
La carta de Olivia Revueltas al presidente, sin respuesta
La comunidad cultural despidió a la compositora y pianista Olivia Revueltas, fallecida el pasado día 3 debido a un mal cardiaco en el Hospital General Rubén Leñero.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La noche del miércoles 14, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la comunidad cultural despidió a la compositora y pianista Olivia Revueltas, fallecida el pasado día 3 en esta capital, debido a un mal cardiaco en el Hospital General Rubén Leñero.
Pionera del jazz en México, tenía 73 años, preparaba un nuevo disco y trabajaba en la recopilación de la obra poética que escribió desde joven y a lo largo de toda su vida.
En el reconocimiento de esta noche “por su contribución al desarrollo de las mujeres mexicanas en la música”, se proyectó un video sobre su vida y obra. Vina Sofía Revueltas, su hija, compartió poesías de su mamá.
Además, pasaron testimonios, también en video, de Horacio Franco (músico y director de orquesta), Jazzamoart (artista visual) y Germán Palomares (comunicador y musicólogo).
El narrador, poeta, crítico y músico Alain Derbez habló que le mencionó un libro nuevo sobre la historia de jazz en México, donde mucho de Olivia está presente, y no se lo pudo dar, porque el volumen no estuvo a tiempo, “me lo acaban de entregar hace dos días”. Y leyó una parte de la dedicada a la artista, que él escribió.
Siguió la actuación de la cantante Verónica Ituarte y el pianista Baldomero Jiménez, con la interpretación de “Mujer herida” de Olivia, quien dedicó a las mujeres de Afganistán.
Julio Revueltas, quien agradeció que llegaran al homenaje de su mamá y al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) por la ceremonia, compartió anécdotas “más que de madre e hijo, de músicos”. También habló de cómo Olivia se unió a la huelga de hambre de campesinos indígenas en el Zócalo de la Ciudad de México y que “ella nunca se quebró y ese es el ejemplo que me dio mi madre”.
Al instante intervino Kayani Revueltas, también hija de Olivia, quien escribió:
“…¿Cómo una mujer tan herida podía amar tanto?, y ¿cómo esas manitas tan pequeñitas, preciosas y tan poderosas, podían tocar de esa manera tan contundente, tan fuerte, tan hermosa? Hablar de ella, es hablar del universo”.
Recordó que cuando regresó su mama de Estados Unidos, tras 25 años de exilio, y manejaba para ella, les dijo a sus nietos (hijos de Kayani) al pasar frente al Palacio de Bellas Artes que se persignaran, los niños le contestaron que no era una iglesia, pero ella les aclaró con mirada bella y profunda:
“Es el templo de las artes”.
Y recordó que enseguida se persignó:
“Por el arte, por la ciencia y por la congruencia”.
Luego se llevó a cabo una guardia de honor de toda la familia. Y cerró la ceremonia Lucina Jiménez, directora del INBAL.
Olivia Revueltas, hija de José Revueltas, cabe destacar que en 2021, mediante una carta que leyó ante el pleno de la Cámara de Diputados durante un homenaje a su padre, solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador la exoneración del célebre escritor por haber sido encarcelado sin juicio durante el movimiento de 1968; asimismo, exigió al Estado disculpas públicas por nueve cargos que se le imputaron, entre ellos “incitación a la rebelión”, “sedición” y “homicidio”.
El 8 de marzo del 2023, Día Internacional de la Mujer, durante la presentación del libro Ellas. Las mujeres del 68, de Susana Cato, editado por Proceso, la autora dio lectura a la misiva, tras un “pronunciamiento amoroso” enviado en audio por la artista, quien se excusó de asistir aduciendo motivos de salud, como consignó aquí la reportera Niza Rivera al día siguiente; en el acto participaron Eufrosina Rodríguez y Ana Ignacia La Nacha Rodríguez –protagonistas del movimiento estudiantil entrevistadas en el volumen–, además de la morenista Bertha Luján, y de la anfitriona Lilia Cárdenas Treviño, presidente de la Casa de Coahuila.
La misiva, que no obtuvo respuesta oficial, se reproduce a continuación:
Mi padre, un año antes de morir, me dijo mirando a la lejanía: “Compañera, cuando yo muera, que no me pongan ninguna bandera”. De tal modo que mi pronunciamiento no pertenece a ningún partido. Es enunciado solamente desde la perspectiva de quien lo pronuncia: la hija de José Revueltas. Y así se me ha prometido.
Mi padre, José Revueltas, falleció acusado de:
Incitación a la rebelión. Por supuesto que cada letra de su tintero es una prueba fehaciente de ello. Letras escritas, como dice el maestro Enrique González Rojo en su poema La alternativa, “con la tinta azul cólera en la pluma”.
- Asociación delictuosa.
- Sedición.
- Daño en propiedad ajena.
- Ataques a las vías generales de comunicación.
- Robo y despojo. (Debo reír)
- Acopio de armas. (¡Válgame!)
- Homicidio. (¡Jesucristo!)
- Lesiones contra agentes de seguridad.
“Cuando José Revueltas, mi amado padre, echa sobre sí mismo la culpa total de todos estos cargos es porque quiso evitar… que no siguieran cayendo, persiguiendo y torturando a los demás compañeros. Existe un documental donde se entrevista a Luis González de Alba. Éste, en un tono burlón, se atreve a decir que José Revueltas se echó la culpa por vanidoso y hace mofa: “Ay sí, me echo la culpa para decir: miren que guapo soy, y qué egolatría tengo al declararme culpable de provocar todo el Movimiento, que todo eso que pasó es mi culpa: Yo soy el autor.”
Nada más lejos de la verdad. Papá se echó la culpa, como ya dije y lo repito, para evitar que cayeran más compañeros. Tal era la calidad moral de este hombre pulcro que es mi padre.
Octavio Paz, un día, platicando con Elenita Poniatowska, al hablar de mi papá le dijo: “José Revueltas es el hombre más puro que conozco”.
Así pues, hago el pronunciamiento de que yo, Olivia Revueltas Peralta, como hija de José Revueltas, pido la exoneración de mi padre y exijo una disculpa pública. Señor Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, esta demanda es hecha por la historia, no por mí. Claro, soy la hija , y me duele tanto… Pero es una demanda hecha por la Historia.
Gracias, Olivia Revueltas Peralta.