Francisco Toledo

Toledo vuelve a “recorrer” las salas de los espacios culturales que fundó

Hay fotos de Graciela Iturbide, Rogelio Cuéllar, Cecilia Salcedo, Laureana Toledo; Trine Ellitsgaard, Fausto Nahúm, Gina Mejía, Juan Carlos Reyes, Jorge Luis Plata, Félix Reyes y  la propia Sara López Ellitsgaard, de amigos y de su propia familia.
miércoles, 24 de julio de 2024 · 10:13

OAXACA, Oax. (apro).- Francisco Toledo volvió a recorrer las salas de los espacios culturales que fundó. Ahí, en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), se le puede ver a través de los dibujos o bocetos, de su obra, de sus creaciones, pero también se le puede ver abanderando luchas sociales, recorriendo calles de Oaxaca, posando para la lente de fotógrafos, en la intimidad con sus amigos o con su familia.

“Ojalá le gusten las exposiciones al maestro Toledo”, esboza con voz de llanto y nostalgia su hija Sara López Ellitsgaard, presidenta de las asociaciones Amigos del IAGO, del CaSa y CFMAB, al explicar que exhibir su obra es para acercar su arte a las nuevas generaciones que siguen maravillándose de su creación.

Y es que con las exposiciones “Dibujos preparatorios. Toledo Ve” (IAGO); “Toledo Ve” (CaSa) y “Ver a Toledo” (CFMAB)  que se inauguraron este mes de julio se recuerda y conmemora la vida del artista Francisco Toledo (17 de julio de 1940 - 5 de septiembre de 2019).

López Ellitsgaard cuenta que “el maestro (Toledo) trabajó incansablemente toda su vida en estos institutos, los fundó con el apoyo de muchas personas que buscaban que hubiera mas ofertas culturales en Oaxaca y yo creo que siguen vivos porque tenemos usuarios, porque tenemos gente que los visita, porque los estudiantes siguen maravillándose”.

Su afirmación la sustenta porque cuando “los usuarios o nuevas generaciones llegan a la biblioteca del IAGO encuentran libros que no existen en Internet o no tienen acceso a ellos en otras bibliotecas, así como el acervo porque hay imágenes, grabados, fotos que tendrías que viajar a otros lugares del mundo para poder verlo y gracias al maestros están aquí en Oaxaca y son para la gente de Oaxaca y de México”, apuntó.

A Toledo se le puede ver en 100 fotografías que están en las salas del Centro Fotográfico. Algunas son graciosas, unas se le puede ver corriendo suspendido en el aire o volando saltando de una camioneta, con su perra Xoloitzcuintle y una chiva, dibujando, jugando al balero o junto a consignas contra el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz por el conflicto sociopolítico de 2006, así como cuando tirotearon su domicilio.

Hay fotos de Graciela Iturbide, Rogelio Cuéllar, Cecilia Salcedo, Laureana Toledo; Trine Ellitsgaard, Fausto Nahúm, Gina Mejía, Juan Carlos Reyes, Jorge Luis Plata, Félix Reyes y  la propia Sara López Ellitsgaard, de amigos y de su propia familia.

Justo en el mes en que nació el oaxaqueño más ilustre de los últimos tiempos por su legado cultural se inició el ciclo de exposiciones con la intención de “mostrar diferentes lados del maestro, mostrar su proceso creativo para poder llegar a algo que es único, que no se ve siempre, el trabajo detrás de una obra final”, explicó López Ellitsgaard.

La muestra “Dibujos preparatorios. Toledo Ve”, se inauguró el viernes 12 de julio en el IAGO y permanecerá hasta a diciembre de 2024.

En el IAGO se exhiben bocetos inéditos de Francisco Toledo, son más de un centenar de dibujos del artista zapoteco de las obras que integran la muestra “Toledo Ve” que se pueden admirar en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).

Hazam Jara director del IAGO mencionó que “parte de lo que es interesante de la exposición es ver los papeles sobre los cuales el maestro realizó el dibujo, se ve la inmediatez con lo que lo hacía, podía estar en una junta, tomando un café o de pronto se le ocurría una idea, y la dibujaba en lo que tuviera al alcance, una servilleta, una revista o un recibo de luz, y sobre esa idea trabajaba muchas versiones, creo que hay pocos artistas que trabajan de esa manera”.

“Pocas veces logras ver que una idea que está como boceto en un papel se vuelva parte de un espacio arquitectónico, como sucede con las rejas, las baldosas, los vitrales, entre otras. Cuando el maestro decidió en 2018 presentar una primera parte reducida de la exposición Toledo Ve, quería que los jóvenes voltearon a ver lo que tienen a su alrededor, que se dieran cuenta de la belleza que hay en los objetos cotidianos que uno encuentra en mercados o en la calle”, puntualizó

Desde el CaSa el director del IAGO trabajó con el maestro Toledo varias de las piezas que están en la exposición Toledo Ve, “llegaba al CaSa con los dibujos y ahí empezaba la exploración del artista hasta llegar a una pieza final que lo convenciera, a veces se hacían varias pruebas, el maestro trabaja muy rápido y todo el tiempo se le iba ocurriendo algo más para mejorar el diseño de su propuesta”.

En el texto que acompaña la muestra, Daniel Brena contó que “a los trece años, Francisco Toledo salió del Istmo de Tehuantepec para estudiar la secundaria en la ciudad de Oaxaca. Al llegar, quedó deslumbrado por la riqueza del diseño que encontró. Nunca había vivido en una ciudad que protegiera sus edificios con herrería, ni que agregara esculturas a su arquitectura. Más adelante, se formó en una escuela en la Ciudad de México que promovía la integración del arte con la arquitectura. Ahí entendió que los artistas pueden crear desde pinturas y grabados hasta vitrales y rejas”.

En Dibujos preparatorios, detalló Brena, “se reúnen más de cien obras sobre papel que sirvieron para explorar soluciones para distintas piezas. Después de una catalogación, se agruparon en conjuntos y se escogieron aquellos más relevantes: calcetines, peinetas, rejas, textiles, bocetos y dibujos, cruces, gatos. Una gran parte de estos dibujos no culminaron en algún objeto final. Se desecharon en favor de otra opción o simplemente fueron relegados”.

La exposición “Toledo ve” se inauguró el 13 de julio en el CaSa y finaliza en febrero de 2025. Esta muestra ha recorrido distintos museos como el Museo Nacional de Arte Popular en la Ciudad de México y La Casa de México en Madrid, España.

“Cuando el maestro Toledo hizo la exposición en el IAGO era porque quería hacer una revisión de su trabajo en diseño, compartir un poco el proceso de algunas piezas y el trabajo colaborativo, tanto con diseñadores como con talleres artesanales. Ahora la muestra regresa al CaSa donde él, junto con Hazam Jara, produjo muchas de las piezas”, recordó Sara López Ellitsgaard.

Daniel Brena, director del CaSa, mencionó que “Toledo no solo fue un gran artista, sino que también sabía cómo unir talentos diversos para crear algo extraordinario. Su habilidad para integrar diferentes técnicas y perspectivas no solo enriquecía su obra, sino que también elevaba a aquellos con quienes colaboraba. Cada pieza en esta exposición refleja su capacidad para convertir lo cotidiano en algo excepcional”.

Agregó que en Toledo Ve, se han limitado las cédulas. “La intención del artista fue presentar, de manera mezclada, sus piezas junto a algunos objetos que lo habían inspirado. Buscaba que los visitantes encontrarán las relaciones y les sirviera para observar al mundo de una manera distinta. Quería mostrar no sólo lo que había creado sino también enseñar cómo Toledo ve”.

Toledo el alumno

Sobre su trabajo en diseño, en 2018, Toledo platicó que cuando llegó a Oaxaca para estudiar la secundaria, vio herrerías, mosaicos, esculturas agregadas a la arquitectura. “Había toda una riqueza de diseño. La ciudad me deslumbró. En el istmo, solo había rejas de madera, no había herrería. Y en Oaxaca, encontré una ciudad que protegía sus edificios, ventanas, puertas, —todo— con rejas de metal. En esos años, había más oportunidad de ver el diseño que había dentro de las casas porque las personas dejaban los accesos abiertos y los vendedores se asomaban hasta las rejas para vender leche o pan”.

El artista contó que era “consciente del diseño de la ciudad porque dibujaba ciertos detalles que me llamaban la atención: unas lámparas de cemento, por ejemplo. No eran gran cosa pero nunca había visto una lámpara que tuviera un dibujo”.

Años después Toledo viajó a la Ciudad de México, se formó en los talleres de La Ciudadela (que posteriormente se convirtió en la Escuela de Diseño y Artesanía). “Allí los estudiantes podían experimentar con distintas técnicas. Yo solo estudié litografía pero también enseñaban textil, cerámica, escultura, mosaicos venecianos, vidrio. Además, preparaban a los alumnos para integrar el arte con la arquitectura. Y eso me dio la idea de que los artistas debían hacer cosas para que la gente pudiera tener, lo mismo un cuadro que un piso, un vitral, o un barandal. A partir de ese pensamiento, décadas después, trabajé diseño utilitario y decorativo en el taller de papel (ahora Arte Papel Vista Hermosa) y más adelante en el CaSa”.

López Ellitsgaard precisó que la exposición “Ver a Toledo” se inauguró el 17 de julio fecha del cumpleaños del maestro Toledo y permanecerá en el Centro Fotográfico hasta el 8 de septiembre.

Explicó que esta exposición es la mirada o la forma de ver de varios reporteros, fotoperiodistas nacionales e internacionales, amigos, familia, colaboradores, ex colaboradores, y creo que es una muestra que al final del día es mostrar un poquito de él y una forma de recordarlo y una muestra de cariño de los que trabajamos en estos espacios”.

¿Está en el arte urbano?

- Alguien que dio tanto, la gente lo quiere mucho y eso es algo que como familia y colaboradores agradecemos mucho. Para nosotros es sentir que sigue, es una manera de estar aquí”.

Aunque el maestro no era tan partidario del arte urbano o usar su imagen de esa forma, verle en alguna esquina o calle recordando sus luchas o su filantropía, “es algo realmente extraordinario que alguien te influya de tal manera que tu quieras trabajar para seguir eso, para que estos espacios existan y eso es algo maravillo que el maestro construyo una forma de pensar”.

Además, enseñó a “cómo se deberían de gestionar los proyectos culturales, cuáles son las salidas que deben de tener, la inclusión, en todo momento de todos para estos programas culturales y eso hace que la gente que se acerca a trabajar en los espacios lo hacemos en gran parte por el cariño que le tenemos al maestro”.

Al maestro Toledo, le pregunto, se le considera el oaxaqueño más ilustre y más representativo de Oaxaca porque dejó un gran legado cultural y su hija visiblemente emocionada responde:

“Hay muchos oaxaqueños que han dejado mucho y yo creo que es muy lindo ver en estas exposiciones el aspecto colaborativo del maestro. Nadie llega así sin ayuda, sin colaboradores que trabajen contigo de forma positiva, te motiven a trabajar, que te den tiempo para pintar, es realmente único. Y si es un oaxaqueño muy ilustre, finalizó.

Finalmente el director del Centro Fotográfico Fausto Nahúm resalto que las fotos que se ven en esta exposición muestran a un maestro transparente, accesible, en el sentido que lo encontrabas en la calle, en el IAGO, en las quesadillas, tomando su nieve y estas fotos son una mirada de eso, pero también era una persona así como lo veías, así era.

Ver a Toledo es la recopilación de muchas personas que lo fotografiaron en diferentes etapas y es como veíamos nosotros al maestros. Son más de 100 fotografías de fotógrafos, familia, amigos, con más de 20 autores.

“Los que tuvimos la fortuna de convivir de alguna u otra forma con él sabíamos que no era fácil. Lo fácil era cuando decíamos maestro me puedo tomar una foto con usted y nunca se negó, pero hacerle un retrato en forma, el decirle maestro quiero que se ponga aquí, no era fácil. La intención es ver esa parte de cómo lo veíamos y ese juego de él”.

Hay un poco de todo, son fotos de joven, de cuando está trabajando, de ciertos momentos y hay algunas que salieron en prensa y es darnos esa parte de su cumpleaños, es como una forma de tenerlo, para nosotros siempre está presente, aunque físicamente no esté, el espacio que fundó, es esa parte de poder verlo.

“Hay muchas fotos que no conocía. Es una forma de verlo en alegría y de diversión. El maestro era muy diverso. Hay algunas fotos más íntimo, más de familia, otras donde está trabajando, espacios comunes, en el 2006, Guelatao, otras no tenemos mucha idea”.

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