CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Ho-Jun (Howon Kim), actor de poco éxito, cuarenta años, ha tenido mejor suerte como YouTuber o “influencer”; desanimado luego de una mala audición, acude a su centro de pesca preferido, y coincide con el director de cine independiente Nam (Seonghwan), quien se encuentra ahí con una actriz, Heejin (Lee Chae-young), a quien trata de convencer para que actúe en su nueva película y así acceder al cine comercial. Ho-Jun, por su parte, hubiera querido trabajar con este director; algo de fondo liga a este trio de personajes.

Con una historia sencilla por la que circulan emociones intensas a través de una madeja de corrientes profundas, el realizador sudcoreano Joong-ha Park propone una reflexión sobre el quehacer del cine independiente frente a la apabullante industria del cine comercial en Corea del Sur; “Pequeños peces” (Small Fry; Corea del Sur, 2023) confirma el talento del cine coreano para desarrollar personajes verosímiles a cargo de actores capaces de explorar lo más profundo de sí mismos.

Escrito en colaboración con Howon Kim, quien propone su propia experiencia como “influencer” sobre el tema de la pesca, el guion de Park asume conscientemente la crítica de la crisis del cine sudcoreano, justo hoy en día cuando se ha hecho más popular que nunca en las plataformas televisivas con series imaginativas, delirantes a veces, sorprendentes en su juego de acción y efectos especiales. Difícil abrirse paso como director o actor fuera de la arena oficial; peor resulta cuando los realizadores sÓlo utilizan su trabajo en el cine independiente como anzuelo para el éxito comercial.

el lago del club de pesca funciona como metáfora del campo laboral, verdadera locación del quehacer cinematográfico: se requiere de horas de paciencia para pescar un pez gordo, una buena idea, un buen tema; pero como Ho-Jun entiende, no es sólo cosa de paciencia, se trata de mantenerse presente en el lugar, de entregarse al tiempo. Por eso “Pequeños peces” extiende sus metáforas a manera de reflexión filosófica sobre el tiempo y el espacio. Cada personaje vive estas categorías básicas de manera diferente, el tiempo es el de la posibilidad de éxito si se haya en el lugar adecuado, concentrado en la superficie del agua, espejo de todos los narcisismos.

El juego de espejos es claro, el éxito de Ho-Jun, actor en crisis, depende de su capacidad para trasmitir su experiencia en la pesca y entusiasmar a sus seguidores; el actor que interpreta a este personaje, Howon Kim, es un Youtuber exitoso en la realidad, y aunque teme comprometer su carrera como actor explota las posibilidades como “influencer” --práctica de dicción, tonos narrativos, interpretación del personaje mediático en el que se convierte.

Además del consabido tema sobre tensiones y dificultades del cine independiente para sobrevivir, Joong-ha Park expone en la pantalla que el dilema ya no es sólo optar por uno por otro, sobrevivir como se pueda para hacer cine sin compromisos o someterse a los productores, sino que el conflicto ha vuelto mucho más complejo con la aparición de los “influencers”, youtubers, bloggeros y demás neologismos aún vagos pero necesarios, de actores, guionistas, directores que generan las redes sociales, de manera espontánea pero contundente; temas de situaciones que no existían antes, nuevo lenguaje visual y articulado, una relación diferente entre el creador, a menudo imitador, y su público.