Cultura
“Del mago al loco...” vuelve a San Carlos, y con ello el viaje al autoconocimiento
Producción especial en el Festival Internacional Cervantino del medio siglo en 2022, esta pieza de Claudio Valdés Kuri y su compañía Teatro de Ciertos Habitantes podrá verse todo este mes en un lugar “ad hoc” para su representación, el maravilloso patio circular del museo.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- No es casualidad que “Del mago al loco. Una revelación del tarot” regrese al Museo Nacional de San Carlos del 3 de febrero al 24 de marzo.
Desde su montaje el año pasado en ese mismo espacio, y previo a ello el estreno como producción especial del 50º Festival Internacional Cervantino (2022), todo ha sido parte del paso firme y constante de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes en el marco de sus 25 años de existencia.
Es parte del camino de autoconocimiento del dramaturgo Claudio Valdés Kuri (D.F., 1965) --quien desde el estreno de la puesta a la fecha obtuvo el Premio Nacional de Artes y Literatura 2023 en el área de Bellas Artes-- con cartas como herramientas en escena para la reflexión de todos.
Se trata de un montaje interdisciplinario que muestra el universo de los arquetipos que conforman la psique humana, representado a través de las imágenes del tarot con 22 cartas-personajes que, en cada función, dan cuenta del mismo número de pruebas por las que atraviesa “El viajero” (un no-actor invitado en cada función) que desconoce el contenido de la obra, lo que le permite vivir una espontánea e inspiradora experiencia.
El elenco, además del dramaturgo, está conformado por los histriones-músicos-bailarines: Lourdes Ambriz, Edwin Calderón, Claudia Canchola, Luis Castro, Rodrigo Carrillo Tripp, Marcos Escalante, Xóchitl Galindres, Hugo Gallegos, Guillermo García Proal, Mario Gómez Villarreal, Claudia Guerrero, Aline Lemus, Dulce Medina, Valentina Manzini, Fabrina Melón, Natanael Ríos, Rodrigo Vázquez Maya y Gastón Yanes.
El proyecto es fruto de una coproducción de instituciones como: Coordinación Nacional de Teatro, Museo Nacional de San Carlos y Fundación INBAL, Teletec, Festival Internacional Cervantino, Secretaría de Cultura y Sistema de Teatros de la Ciudad de México, Instituto Cultural de León, Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, Centro Universitario de Teatro de la UNAM, ArtBoretum y Teatro de Ciertos Habitantes.
Específicamente, la temporada en la Ciudad de México se presenta bajo el auspicio del Estímulo Fiscal Efiartes-Nemisa.
Entrevistado en 2022 por el reportero Roberto Ponce previo al estreno del Cervantino (edición Proceso #2396), Valdés Kuri comentó:
“El montaje no se dio a partir de ‘apréndete este texto’, sino más bien de ‘comprende este arcano para que una vez generada la experiencia sepas qué responderle al Viajero, cómo conducirlo’. Carl Jung le ha dado esta dimensión al tarot hablando de los arcanos (uno por carta), pues nos presenta 22 arquetipos mentales que habitan en la psique de toda la humanidad y trascienden las épocas, pertenecen al inconsciente colectivo. Es, pues, un viaje iniciático”.
Ahora la obra regresa en temporada a San Carlos (el año pasado también se montó ahí), sábados y domingos, del 3 de febrero al 24 de marzo, un eco del estreno en el Cervantino de 2022, cuando la compañía y dramaturgo llevaron a todos los presentes a un viaje en una maravillosa Plaza de Gallos en León, Guanajuato.
Entonces, asistentes y prensa emprendieron una odisea de la cual proceso.com dio cuenta (“La compañía de Ciertos Habitantes hace historia con interpretación del tarot en el 50 FIC”); fue el primer texto publicado al respecto. Se lee en esa reseña realizada por esta reportera:
“La puesta tiene duración de dos horas y media aproximadamente, tiempo durante el cual el público, de pie, puede acercarse más que al tarot, al teatro mismo, pues como dijo el fundador de la compañía, se trata de una disciplina que puede ayudar a vivir una vida más plena, e incluso a cambiar vidas, pues ‘la presencia del teatro es más que nunca muy importante. Ante la falta de lugares sagrados de intimidad interior, el teatro se ha vuelto valiosísimo’.
“Quizá por todo lo anterior las 22 cartas-actores que tiró la compañía en la Plaza de Gallos sea para recordar que aunque el futuro es incierto, su rumbo es sólo nuestro”.
Haciendo más historia...
El año pasado, con motivo de su primer montaje en la Ciudad de México (también en San Carlos), la crítica de teatro Estela Leñero dio cuenta en la edición Proceso #2421:
“Claudio Valdés Kuri encontró en el teatro el ritual perfecto para hacer un viaje al interior del alma; un teatro no convencional que rompe las barreras del espacio y las disciplinas; un teatro que transita, que construye un personaje colectivo desmadejándose a cada instante para volverse a unir y acompañar al viajero; porque en ‘Del mago al loco. Una revelación del tarot’ hay un actor, bailarín o músico invitado, que se atreve a volverse espejo del espectador y develar sus conflictos, impotencias y dolores.
“Un viajero al cual, guiado por el mago encarnado en Claudio Valdés Kuri, se le presentan, uno a uno, los 22 arquetipos del tarot, que como señala Jung: ‘...representan estados de conciencia evolutivos, por los que atraviesa todo ser humano en el sendero hacia su destino y su realización personal’. El mago pregunta al viajero, lo cuestiona, lo invita a la introspección y el colectivo, enjambre de actores, bailarines y cantantes que funcionan como su conciencia, sus compañeros, su construcción o destrucción”.
Ahora, a dos años de distancia, y a uno del montaje en San Carlos, ¿qué modificaciones ha habido?, ¿a qué se enfrenta el espectador? Responde Valdés Kuri:
“La versión en el Cervantino se creó para ese espacio tan único, entonces al regresar a la Ciudad de México vimos muchos recintos, buscamos hasta que dimos con San Carlos, nos dimos cuenta de que tenía las mismas condiciones: un espacio ideal, con patio y belleza grandilocuente; de la misma manera que en León, la arquitectura también da mucho y éste es un ejemplo.
“La adaptación se dio de una gran manera. Más que cambios ahora (bueno, siempre está ‘El viajero’), en verdad cada noche es distinta, hay un texto base pero los retos y problemáticas siempre son distintos, porque nadie responde igual. Más que cambiar es profundizar, y eso sí, tenemos más conocimiento del material. Somos 22 personas al servicio de quien realiza el viaje. Lo mismo sucede con ‘los arcanos’, son figuras que también el público conoce más”.
--¿Qué hay del elemento ‘El viajero’?, ¿qué tan complicado puede llegar a ser?
--Este trabajo nos ayuda a unir dos vertientes, una es el escénico, con labor de ensayo atrás, con el refinamiento de música, texto, coreografía; y la otra es de talleres con los participantes; aunque todos tienen un matiz de crecimiento artístico interdisciplinario se trabaja con lo que cada quien trae a los salones. Digamos que se une lo artístico con la búsqueda interior y muchos tintes terapéuticos que, en unión, dan forma a algo artísticamente entregable.
“En el caso de ‘El viajero’ cada día es una persona invitada, pero tampoco es tan al azar, por ciertos requerimientos: la persona que hace el viaje no pudo haber visto la obra antes, le pedimos que no vaya con personas significativas para que esté en las condiciones del público y lo represente, pero tampoco puede ser cualquier persona porque se trabaja antes el tema de la enunciación para que se le escuche, y que tenga un cierto trabajo en su persona, ¡además de ser valiente y generosa!, porque ahora que lo pienso ¡no sé si yo mismo lo haría!
“Y lo más importante, no usamos al tarot como elemento adivinatorio, sino de autoconocimiento”.
--¿Qué representan para la compañía estas 22 cartas vivientes?
--Es hasta ahora el mayor reto que hemos hecho. Para la compañía es un reto cada función, hay toda la intención de decir discursos que ayuden a la expansión de la conciencia desde muchos bastiones, como puestas en escena más ligeras, y que la expansión de la conciencia sea un tema más en la dramaturgia. Como dice el Mago: si quieres lograr el poder de la transformación, conócete a ti mismo.
“Y es interesante, porque reunimos música, coreografías, hicimos una revisión de las 25 obras, y de todas ellas tiene aunque sea una línea; quien conoce la trayectoria podrá detectarlas”.
--¿En lo personal qué representa?
--Muy bien, me he sometido a estas pruebas, ahora mismo se me junta con el Premio Nacional de las Artes. En el camino hay señales que te dicen ‘sí, vas por ahí’. Ha sido como cuando terminas una carrera, lo gozo y a lo que viene, porque el camino después de ser maestro es volver a ser alumno.
“Y me da gusto porque no es un premio personal, es para todo un equipo. Siempre hablo del somos, del teatro de laboratorio y a todo un grupo.
--¿Qué aporta San Carlos?
--Está lleno de arte clásico. El tarot ha influenciado a todo el conocimiento hermético en todas las épocas, permeó todas las escuelas. El arte clásico está lleno de influencias del tarot, las pinturas y arquitectura misma van perfecto. Es hermoso ver cómo se complementan, parece que soñaron el museo para la puesta en escena.
Ciertos habitantes
El dramaturgo explicó que están trabajando en una gira al interior de la república, aunque aceptó que son “momentos complejos”, en especial porque es un equipo de trabajo amplio.
Sobre los proyectos para el año adelantó que para el segundo semestre trabajan en uno relativo a ciencia que se llamará “La fábula del todo”, sobre la búsqueda de la teoría del todo, en donde además de la física y la química habrá elementos de biología, y desde luego la conciencia.
“Vienen tiempos lindos; es emocionante todo lo que está sucediendo”.
--¿Cómo ve el camino del teatro en México, para dónde cree que va?
--Es muy interesante, hay muchas voces y colores. Siempre ha sido interesante el teatro nacional, tiene contrastes, no hay movimiento unificador, pero es parte de la creación de México, que es muy diverso, muchas voces con tintes y búsquedas interesantes.
“Lo que siento es la ausencia de compañías de largo años y de la gente mayor; no sé dónde estarán; compañías quedamos pocas. ‘Compañía’ como tal, porque una compañía puede ser un director o directora. Hablo de un equipo que camine a través de los años y haga acervo, es un reto también, hablando del bastión que conozco que es el teatro como grupo”.
--Y para terminar, ¿cómo ve a esta administración en materia de cultura, en especial ante los señalamientos de poco apoyo a diversas disciplinas, entre ellas el teatro mismo?
--Soy un loco del trabajo. Para mí en el fondo no ha cambiado nada. Comencé desde muy niño trabajando metido en salones, y lo hice así por años. Cuando empecé el medio no me daba lo que necesitaba y había que buscarlo y hacerlo. Jamás me han pagado por un solo ensayo, y mira que ensayamos como locos siempre; el tarot se ensayó un año y medio.
“Entonces seguimos trabajando igual que siempre, y cuando hay que sacar un proyecto, pues a trabajar y sale. Soy ignorante de cifras y comparaciones, no considero tener suficiente información para dar un valor a lo que ha ocurrido en el sexenio”.