Cultura
Eva Aridjis y su apasionante “Adiós caballos: Las muchas vidas de Q Lazzarus”
La documentalista mexicana narra en entrevista desde Nueva York la apasionante historia de cómo filmó esta cinta, tras encontrar como taxista a Q, una extraordinaria cantante olvidada. Se estrenó en el Festival de Morelia, donde obtuvo el gran Premio del Público.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La canción “Adiós caballos” (Goodbye horses) es considerada de culto. La escribió Bill Garvey. En una noche de 1986, la grabó con la voz de la afrodescendiente neoyorquina Diane Luckey, conocida como Q Lazzarus.
La melodía se incluyó en las películas Casada con la mafía y El silencio de los inocentes, de Jonathan Demme, con voz de ella. Hacia principios de los noventa, Q salió cantando la pieza en la cinta Filadelfia, igual de Demme, y luego la intérprete desapareció y nadie sabía dónde estaba, pero la letra creció en popularidad.
Más de 20 bandas han interpretado “Adiós caballos”. Además la canción se usó en el videojuego Skate 3 y apareció en un anuncio de Gucci para primavera-verano en 2016.
En 2019, la mexicana-estadunidense Eva Aridjis Fuentes, directora de documentales (Chuy, el hombre lobo, 2014; Los ojos azules, 2012; La Santa Muerte, 2007, y Niños de la calle, 2003), se subió en un taxi en Nueva York, donde radica, y quien manejaba era nada más y nada menos que Q. Y después nació el documental Adiós caballos: Las muchas vidas de Q Lazzarus, pero la cantante falleció el 19 de agosto del 2022. No obstante, logra en la película narrar su dramática vida.
Adiós caballos: Las muchas vidas de Q Lazzarus (Estados Unidos y México, 2024) se estrenó a nivel mundial en la 22 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), efectuado del 18 al 27 del mes de octubre, y obtuvo el Premio del Público. La también guionista y escritora de la serie Narcos: México y coautora de la novela gráfica Monarca, platica en entrevista sobre su reconocimiento:
“Me siento muy feliz tras tantos obstáculos que pasé y luego de que se me rompió el corazón cuando Q falleció. La gente quedó muy conmovida en las dos funciones que hubo en Morelia. Todo el mundo estaba llorando. Todas y todos se enamoraron de Q. Era una mujer única, talentosa, animosa, social, era sensacional su forma de contar historias, tenía mucha presencia en la pantalla y visualmente era muy expresiva.
“Me da gusto que la gente esté reaccionando mucho con la historia de ella y su música. Como ella ya no está, gran parte de su legado quedó en mis manos, porque ya no está para las entrevistas y ya no va a cantar. Quienes no la conocieron van a poder saber de ella a través de la película”.
Un encuentro casual
Aridjis Fuentes rememora que no había mucha música disponible de Q, ya que nunca logró conseguir un contrato para una disquera y grabar un álbum, pero la cineasta sí conocía la canción por la película El silencio de los inocentes (The silence of the lambs), y cuando trabajaba de DJ siempre ponía “Adiós caballos”:
“Me subí a un taxi y empecé a sospechar que la conductora era Q. Escuchaba un disco de Neil Young, Harvest, y le importaba la música. Y cuando le pregunté si había visto un concierto, me dijo: ‘Mis días de concierto en vivo ya fueron, ya pasaron’. Empecé a tener la sensación de que era una persona que había trabajado con la música porque sabía mucho. Me dijo dónde radicaba y cómo había leído un artículo donde supuestamente vivía Q, empecé a conectar todo. Al final, al bajarme me dijo que era Q”.
Prosigue:
“Le manifesté que me encantaría volver a verla, desayunar o comer. Me comentó: ‘Déjame pensarlo’. Puse mi número telefónico en su celuar. Y se fue. Pensé que quizá no me iba a contactar, pero de todas formas estaba emocionada de haberla conocido. A la mañana siguente me habló. Me expresó que había soñado conmigo, que estaba preparando un concierto, y fuimos a almorzar. Me empezó a contar un poco su historia. Yo le dije que era cineasta, que realizaba documentales. El resultado es el documental y lanzaremos el soundtrack de la película en diciembre o enero”.
La disquera se llama Sacred Bones, con sede en Nueva York y Londres, las ciudades donde vivió Q.
--¿Fue complicado levantar el documental? Además, la pandemia interrumpió el proyecto, ¿verdad?
--Estuve trabajando cinco años. Empezamos a trabajar en octubre del 2019. El estreno mundial del largometraje fue el 19 de octubre, y ese día se cumplieron exactamente los cinco años. Fueron muy difíciles a cada nivel. Primero emocionalmente porque nos hicimos muy amigas, muy cercanas durante la filmación, y Q murió hace dos años. Entonces eso fue muy duro. Segundo, el filme igual fue muy duro a nivel práctico. Costó trabajo conseguir el dinero porque mucha gente no sabe quién es ella. Cómo nunca sacó un disco, y desapareció. Muchas personas conocen la canción ‘Adiós caballos’, pero no saben quién la canta. Creen que la interpreta un hombre blanco. No tienen ni idea”.
Se le hizo complicado conseguir el financiamiento, mas pudo lo que necesitaba para empezar a filmar con un equipo, un camarógrafo y un sonidista, pero era el inicio la pandemia:
“Empezamos a grabar nada más ella y yo. Yo estaba dirigiendo, produciendo, filmando, grabando sonido, editando, todo. En el 2021, cuando la situación sanitaria mejoró, yo había editado un tráiler para buscar los fondos, y al verlo, varios productores se unieron al proyecto. Dijeron: ‘Está muy interesante’, como Howard Gertler, quien ha sido nominados a dos Oscar y a un BAFTA.
“Habíamos filmado todo, sólo esperabamos grabar el concieto que Q organizaba y sería el final del documental. Se trataba de un final feliz de una persona que pasó por tantas cosas y al final regresa al escenario, después de treinta años. Finalmente recibiá la atención y el aprecio que se merecía. Desafortunadamente eso no pasó. En el momento que ella murió y el filme ya no iba a tener un final feliz, los otros productores se desaparecieron porque ella ya no estaba para promover la cinta”.
Se complicó más conseguir el dinero:
“Tuve que hacer como una campaña con gente que yo conocía y recaudé lo que necesitaba para acabar la película. Yo no cobré. Hice lo que pude con recursos muy escasos. Al final acabé haciendo casi todo. Finalmente la película ya está. La estoy sacando el mundo. Va a tener unas exhibiciones en este noviembre en Londres en Picturehouse Cinemas (un grupo de 25 cines de barrio en el Reino Unido, operado por Picturehouse Cinemas Ltd), Los Ángeles y aquí en Nueva York. En Morelia conseguí distribución México-Latinoamérica con Pimienta Films”.
Aridjis Fuentes manifiesta que ha sido el documental más complicado para ella:
“El de Niños de la calle igual fue muy íntimo. También cuando murió Juan, fue muy duro. Los que creamos los documentales nos acercamos mucho a los protagonistas de la película, y cuando les pasan cosas malas, te afecta mucho. No te vuelves parte de la vida de ellos, ni ellos se vuelven parte de tu vida. Aprendí mucho con Adiós caballos: Las muchas vidas de Q Lazzarus, una porque Q pasó por muchas situaciones muy duras y no era una amargada. A pesar de todo era muy generosa y alegre. Al revisar la cuna hasta el ataúd de una persona, se da uno cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, por lo cual hay que aprovecharlo, se da uno cuenta de la importancia de la familia, de los seres amados, de seguir haciendo tu arte, aunque no tengas éxito comercial. La canción ‘Adiós caballos’ se ha vuelto una canción de culto, pero en el tiempo que ella estaba cantando, a nadie le importó, sólo al cineasta Demme”.
Termina:
“Sí me transformó hacer este documental y conocer a Q, tanto en mi vida como ser humano e igual como cineasta. Es la película más difícil que he hecho por falta de recursos, por todo lo que pasó, la pandemia, en fin. Grabar sonido es algo que no había hecho en mis proyectos, pero no había opción. Yo puedo trabajar gratis, pero no le puedo pedir a un profesional que lo haga sin paga”.