Cultura

Por la paz, el Festival Internacional de Teatro de la Calle Zacatecas

Para su edición 21, medio centenar de espectáculos se desplegaron durante una semana, en sitios abiertos del Centro Histórico de la capital y otras ciudades. Esta crónica recoge voces de artistas y de la primera mujer en dirigir el Instituto Zacatecano de Cultura, María de Jesús Muñoz Reyes.
jueves, 24 de octubre de 2024 · 05:00

ZACATECAS, Zac. (Proceso).- Durante una semana, ocho plazas, además de las principales calles y jardines del Centro Histórico, se llenaron de vida y armonía, celebrando la vigésimo primera edición del Festival Internacional de Teatro de la Calle Zacatecas 2024.

La belleza en piedra y cantera de la arquitectura de la ciudad, declarada en 2013 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se conjuntaron con públicos de la gran familia zacatecana, que acudió gozosa por las tardes y noches con sus infantes de brazos y adolescentes a casi medio centenar de eventos al aire libre.

A diferencia del teatro en salas, las actividades histriónicas de este tipo de arte urbano se caracterizan por escenificarse en lugares donde la gente está de pie o sentada en escalinatas de plazuelas, sin sillas ni butacas, acompañando algunos de los espectáculos cual desfiles en movimiento.

Sobresalieron dos agrupaciones internacionales: el Colectivo la Patogallina, de Chile (desplegando en la Plaza Bicentenario su comedia de Clown y teatro físico Fuego Rojo, una puesta inspirada en la trilogía Memoria del Fuego del uruguayo Eduardo Galeano) y Close-Art Theatre, de la ciudad de Tilburg, Países Bajos, una compañía que ya había venido aquí en 2011.

Plaza Goitia, obra 1914, de Mommo Teatral. Foto: Cortesía Instituto Zacatecano de Cultura.

Los europeos abrieron el festival con el Desfile Mayala, y en la clausura sorprendieron con un espectacular viaje onírico de trapecistas, la Reina Mala con cuernos de Luna, soldados de plomo tañendo tambores, así como un actor suspendido de una grúa enorme sobrevolando la mágica esfera gigantesca en el show multimedia Globe, sobre una Plaza de Armas a reventar.


 

Mujeres y niños primero

Organizado por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, a cuya cabeza por primera vez se halla una mujer, la historiadora María de Jesús Muñoz Reyes (a quien todo mundo aquí llama Dulce), el 21 Festival Internacional de Teatro de la Calle enfatizó su misión de apuntalar la participación de actrices, dramaturgas y artistas escénicas, así como sensibilizar a las muy nuevas generaciones que pronto heredarán la tierra.

“Estamos --manifestó Dulce, nacida en el municipio de Morelos, a este reportero-- en una época cuando se visibiliza más el trabajo de las mujeres, no sólo contemporáneas sino revalorando a escritoras como Amparo Dávila, por ejemplo. Solamente en mi cargo desde que en septiembre de 2021 se me invitó [al ICZ], me siento orgullosa porque me doy cuenta del respaldo que nos tenemos las propias mujeres, ya sean gestoras o artistas, se nota nuestro lenguaje particular y la buena alianza femenina en Zacatecas.

“A este 2024 se le nombró ‘Año de la Paz Zacatecas’ por nuestro gobernador David Monreal Ávila, y es también el tiempo en que la agenda cultural por fin ha podido atraer turismo nacional y extranjero tras la triste pandemia. Todas las actividades y no sólo las artísticas se enfocan hacia la paz, una herramienta fundamental de la fraternidad y la sana convivencia. La cultura sin duda impulsa la transformación y fortalece el tejido social.

“Particularmente con los grupos zacatecanos acabábamos de terminar un Encuentro de Arte con la Primera Infancia, y llegaron compañías especializadas con propuestas de teatro a bebés, algo impresionante. Por ello valoramos a jóvenes dramaturgas de Zacatecas, como Frida Barros, quien ha desarrollado un trabajo tremendo de cómo captar la atención del bebé, su lenguaje conecta perfectamente con los más pequeños. Creo que Frida está haciendo camino para que las niñas que vieron su espectáculo en este 21 Festival en poco tiempo más acudirán a buenos conciertos de música y a muchas otras expresiones altas del arte”.

Saxofonista Ana Aldama. Foto: Cortesía Instituto Zacatecano de Cultura.

Dulce hizo referencia a Nido Celeste: El ritual, obra de Frida Barrios y Mezquite Teatro Colectivo (fundado en 2017), con actuaciones de Madeline Lozano, Nayeli Rivera, Carlos Alonso Díaz, música de Cristina Silva y apoyos de Gala Guerrero; una experiencia poética dirigida a niños y niñas de uno a seis años acompañados de adultos cuidadores, que gustó en las funciones llenas de la íntima Plazuela del Moral. Ahí, Frida recibió un diploma por su corta si bien fructífera trayectoria.

“Que nos hayan tomado en cuenta --apuntó la artista-- me hace sentir bien contenta, por ser un proyecto para la primera infancia. Es la primera vez que en este maravilloso festival hay un espacio para esta edad, entonces me llena el corazón de gratitud. Tengo cinco años trabajando para este público; pero Nido Celeste es el primero en espacios abiertos con un formato tan íntimo. Mi obra tiene una metodología muy precisa para esta etapa de la niñez, y detrás de este trabajo artístico hay una investigación profunda”.

De las nueve agrupaciones nacionales se contaron: Cornisa 20, de San Miguel de Allende, Guanajuato, vía sus estatuas itinerantes ¡Encantados! en la Plazuela Santo Domingo a la Goitia; Sapiens Sapiens Teatro Lab con Vestido Negro (Crónicas del último vestido de Isabel de Tolosa Cortés y Moctezuma), dirección de Inet Simental, de Chihuahua, en el Callejón Luis Moya; Luna Morena, Taller Experimental de Títeres de Guadalajara, Jalisco, con Animalario, en Plaza Miguel Auza, y de la Ciudad de México.

El programa académico Pegaso de La Quinta Teatro (cinco artistas quienes se unieron en la Plazuela del Refugio con rítmica y bailongo de la “Cumbia Sampuesana” al pasacalle de títeres creados por niñas ¿Qué es esa cosa?, de La Liga Teatro Elástico, con Iker Vicente, de Xalapa, Veracruz); El alma buena de Sezuán, por el Carro de Comedias de la UNAM, dirigida por Gabriela Ochoa; El circo de los enamorados, de El Hormiguero Colectivo; La tragedia del portero, adaptación de Macbeth, por Lorea Montemayor y Aarón Zamora para Patáfora Teatro; y Niña Luna, obra de Valeria Loera que aborda la menstruación, con charla previa “Salud menstrual” a cargo de la directora Alicia Martínez Álvarez y elenco del Laboratorio de la Máscara.


 

Expresiones de teatreros

Ana Aldama, saxofonista de La Quinta Teatro y egresada de la Facultad de Música de la UNAM, manifestó:

“Ahora acompañé a Carolina Pimentel y Salomón Santiago, directores de La Quinta Teatro, para dar talleres infantiles. Construimos el esqueleto de un barco y relatamos microhistorias en formato de teatro de calle pequeño. Iker Vicente dio un taller de títeres y nos pidió ir con él y las niñas en la presentación andante de su muestra con dos libélulas y un perrito”.

También la Plazuela del Moral fue escenario de Mujer se escribe con pluma, teatro interactivo con infantes y adultos, sin diálogos y con video, de la dramaturga zacatecana Nayeli Jáquez Nava para Parvada Teatro, con Ingrid Villa, Deressi Ramos, Jacqueline Pérez Agüero y Jair Arvizu. Dijo Villa:

“Es una obra que habla de que la mujer nace con alas, pero la sociedad la presiona y abruma para despojarla de su libertad. La obra la llevamos a Jerez, donde hace cinco años no presentábamos nuestro trabajo en el festival”.

Muñoz Reyes. Año de la paz. Foto: Cortesía Instituto Zacatecano de Cultura.

La directora Nayeli Jáquez, de 31 años, desde hace una década ha seguido con atención el Festival Teatro de Calle:

“Es súper necesario para la sociedad y para los creadores artistas que el festival sea ya un parteaguas. Personalmente yo crecí viendo teatro de calle y es muy interesante ver que tenemos acceso y a la mano estas obras tan maravillosas como espectadoras, porque nos ayudan a sensibilizarnos y nos dan otra visión del mundo, a diferencia de lo que toda la violencia y superficialidad que vemos en la televisión y los celulares”.

MoMo Teatral ofreció 1914: Todo el Ruido del Mundo, creada por la experimentada dramaturga Claudia Solís Andrade, en torno al suceso histórico de La Toma de Zacatecas y las heroínas anónimas, con música de Miguel Ángel Sanabria Sánchez y La Loba. Dicha compañía ha participado en el Teatro de Calle de Zacatecas desde sus inicios y realizado estancias talleristas en Colombia, Cuba, España, Francia y Perú. Solís Andrade apuntó:

“Los libros de historia hablan de revolucionarios como Pánfilo Natera o Felipe Ángeles, pero nadie de las mujeres que curaban heridos con yerbitas en sus casas, preparaban la comida y daban agua entre callejones a algún enfermo. De los seis grupos zacatecanos que están en este festival tenemos a cuatro directoras, o sea que son cuatro chavas que nos hemos ido abriendo camino para que nos acepten como mujeres”.

Entre los días 12 y 19, Zacatecas se lució además con la itinerante El niño que llegó a las nubes, de La Ciénega Teatro, fundada en 2004; Metztli Tezcani (Luna que sueña), pieza de teatro bilingüe para públicos de calle mayores de seis años, por DementeNmentE Teatro, fundado en 2010; Bajo el Mundo, de Rosalina López García del Grupo de Arte Alternativo El Escarabajo, y Flash Combat, por la Compañía Universitaria de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).


 

Arte de paz en la suave patria

El Festival Internacional de Teatro de la Calle Zacatecas se formalizó en su tercera edición de 2004, por el decreto número 72 publicado en el Diario Oficial del Gobierno estatal, durante la gestión del entonces gobernador Ricardo Monreal Ávila. Festejando 21 años, este 2024 se extendió a Guadalupe, Jerez, Sombrerete, Atolinga, Río Grande, Ojocaliente y Pinos.

La directora general del ICZ “Ramón López Velarde” manifestó:

“Nuestro objetivo es realizar una programación escénica diseñada para espacios públicos del Centro Histórico de Zacatecas y ciertos municipios de la entidad, propiciando una gran movilización, asistencia y plena seguridad de los espectadores que se integran y participan con las obras programadas. Es una característica de estas funciones el ser representadas en espacios no convencionales, abiertos y urbanos, debido al uso de elementos como el fuego, la pirotecnia o el agua, con técnicas como el espacio aéreo, circo contemporáneo o de Clown y el teatro físico, además de los tan esperados pasacalles e intervenciones humanas, entre otros”.

Acompañaron para la entrevista con la maestra Dulce en el Hotel Emporio --donde se hospedó parte del medio millar de convocados al evento--, Marco Antonio Saucedo Martínez, director de la Red Estatal de Festivales del IZC, y Rosa Angélica Robledo Covarrubias, coordinadora de Comunicación Social del “Ramón López Velarde”, quien calzando zapatos estampados con logo de Back Sabbath, se levantaba con su cámara para captar fotos de mejor ángulo.

“Tenemos --afirmó Saucedo Martínez-- un equipo colegiado. No hay un programador único. Esta curaduría ha ido evolucionando para buscar propuestas no nada más en el festival, sino las diseñadas ex profeso para la calle; es decir, es muy fácil como programador identificar aquel teatro que desde un principio se creó para salas o teatros y que quieren adaptar a la calle, en el pensamiento de que no tenemos teatros acá. No es así.

“Buscamos producciones que puedan enfrentar la calle y el desafío del ruido incluso, que si pasa una moto o un camión y hay el pitido del tren. Entonces, la obra tiene que lograr captar al espectador e integrarlo como parte de la obra. En Plaza de Armas vemos a un protagonista que es el maravilloso Centro Histórico con incomparable fachada de la catedral de Zacatecas, el cielo, los edificios. Ahí está asimismo la compañía teatral en cuestión, como Close-Art presentándose, y también el público que se involucra y forma parte de esta ola en movimiento con los dispositivos de la plaza, es el caso de los espectáculos de gran formato como Globe.

Espacios para infantes. Foto: Cortesía Instituto Zacatecano de Cultura.

“En otros casos hay de mediano formato donde también se involucra al espectador, pero bueno, ya tenemos más de veinte años del festival y nos buscan del extranjero para venir. Tenemos la facilidad de darnos el lujo de revisar cada trabajo y seleccionar. Lo mejor es que las compañías zacatecanas ya cuentan con su escuela de formación para teatro callejero, pues en el IZC existe un diplomado de Teatro de la Calle que evoluciona. Ya se dio el primer módulo con el subtítulo de Visión Latinoamericana por expertos que vinieron de Colombia y Argentina. Nuestra directora busca enlazar este diplomado con licenciaturas en las carreras de la UAZ”.

Para finalizar, Muñoz Reyes recordó:

“Justo comentamos el director Marco Antonio y yo mientras caminábamos por Zacatecas que en el festival es esencial que el público forme parte de las obras, como sucede en Plaza de Armas y las demás plazas.

“Estamos tan acostumbrados a lo virtual, a las herramientas celulares y computadoras, etcétera, que siento que las nuevas generaciones de jóvenes están perdiendo la oportunidad de que se dé el contacto de ellos como público y los actores. Ayer vimos a tantos niños fascinados tanto con los vuelos aéreos y las chicas columpiándose o las marchas de los soldaditos en la esfera de Globe, con la compañía de los Países Bajos, que pienso que esta experiencia puede marcar positivamente a las personas, para conservar estas figuras poéticas que se crean en tu ciudad, en tu entorno. Así, por supuesto que los niños amarán su ciudad y las niñas se sentirán orgullosamente zacatecanas”. Nacida en Ámsterdam hace 31 años, la cantante Anna Jones, quien personificó el papel de la Reina Mala de Globe, declaró:

“Este festival ha sido muy importante en nuestra carrera y el público ha sido bastante respetuoso de nuestro trabajo, sobre todo los niños”.

A su vez, la directora de Close-Act Theater, Hesther Melief y su director artístico Tonny Aerts, coincidieron:

“El público mexicano es el mejor del mundo. Ya deseamos regresar a Zacatecas muy pronto”.

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