MORELIA, MICH. (apro).- Con la película francesa “Emilia Pérez”, de Jacques Audiard, que en este año ganó los premios del Jurado y Mejor Interpretación Femenina (Karla Sofía Gascón, Selena Gomez, Zoé Saldaña y Adriana Paz) en el Festival de Cannes, inició la 22 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Es una comedia musical de 130 minutos que refleja la situación de la violencia en México por el narco, la desaparición forzada y los asesinatos, así como la indiferencia de las autoridades ante la situación de la nación.

Audiard (París, 1952), junto con Gascón y Paz, presentó la cinta, que se estrenará en las salas mexicanas en enero próximo. El cineasta recibió el galardón a la Excelencia Artística por arte del FICM. Cabe destacar que la cinta es en español y el 90% fue rodada en Francia y el resto en México.

En la ceremonia, la nueva titular del Instituto Mexicano de Cinematografía, Daniela Alatorre, resaltó que uno de sus objetivos como funcionaria es “fortalecer la producción y promoción del cine nacional”.

En tanto, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del FICM, dio la bienvenida a la inauguración del festival a las nuevas autoridades del sector cinematográfico, la productora y directora de documentales Alatorre, y a quien asumirá la dirección de la Cineteca Nacional en noviembre, la guionista Marina Stavenhagen, “quienes nos han acompañado en muchas ediciones del festival en distintas tareas, y colaboran aún, y aprovechó la presencia de Alatorre para pedirle “de manera respetuosa que lleve a las nuevas autoridades nacionales un mensaje muy breve y sencillo”. Continuó:

“Es necesario poner a la cultura en el lugar que merece dentro de las prioridades del Estado, sacarla del rezago presupuestal en el que se encuentra y acercarla de manera paulatina, pero sostenida, a las recomendaciones presupuestales mínimas que dicta la UNESCO.

“Mientras haga falta seguiremos insistiendo en ello, más recurso a la cultura permitirían un mejor cuidado de nuestro patrimonio, el fortalecimiento de valores y tradiciones, la preservación, difusión e impulso de las lenguas originarias, la ampliación de la libertad de expresión, así como la creación de puestos de trabajo, el ejercicio pleno de los derechos culturales o el desarrollo de formas de relación alejadas de la violencia, por mencionar solamente algunas cosas”.