LIBROS
Libros: La juventud de los sesentas
Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición es mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante 1982 apareció un libro titulado “Zitilchén”, nombre de un pueblo imaginario que creó Hernán Lara Zavala (D. F., 1946) para, a través de varios cuentos, narrar lo que ahí sucedía. En ese lugar ubicado en la península yucateca, mayas, mestizos y criollos se enfrentan y conviven a lo largo del tiempo. Con esta obra el autor se dio a conocer con una propuesta narrativa original, en donde la historia se construye desde diversas perspectivas, y deja abierta la posibilidad de continuar narrando.
Así ocurrió, y treinta años después, en 2012, Lara Zavala reeditó el libro incluyendo cinco cuentos inéditos que amplían la visión de lo ocurrido.
Después, el autor ha publicado una variada obra que comprende novelas, ensayos, cuentos y artículos periodísticos. Algunos títulos son “Las novelas en el Quijote” (ensayo), “Charras” (novela), “Tuch y Odilón” (cuento infantil), “Cuentos escogidos” y “Península, península”. El último título es una novela histórica acerca de la Guerra de Castas, que ocurrió de 1847 a 1901 en la península de Yucatán entre criollos y mestizos. La narración obtuvo los premios Real Academia Española en 2010, así como el Iberoamericano de novela Elena Poniatowska 2008.
El año de 2023 Lara Zavala da a conocer la novela “El último carnaval” (Ed Alfaguara. Col. Literatura Hispánica; México, 2023. 264pp); en ella cuenta la historia de Adrián desde la adolescencia hasta la juventud. El lugar de los sucesos es la colonia Del Valle. Ahí con sus vecinos crea una banda que se llama “Los calacos” y organizan juegos de futbol. Además asisten a fiestas y se relacionan con otros jóvenes, con los que establecen relaciones de amistad y afectivas. Así como realizan un carnaval que acaba en un zafarrancho el día de la coronación de la reina.
También Lara Zavala narra el paso del personaje por diferentes instituciones educativas hasta llegar a la universidad, sus vicisitudes afectivas con varias mujeres, desde cortejos hasta encuentros sexuales, y la desventurada relación que tiene con Magdalena. Además, relata el descubrimiento de su vocación de escritor y posterior ingreso a la carrera de Letras. Asimismo presenta la reflexión que hace Adrián sobre los acontecimientos del 68.
“El último carnaval” inicia con una obertura en dónde Adrián le escribe a Magdalena la razón de la historia: recordar lo sucedido y la evocación de la música de ese tiempo; anota el personaje lo siguiente: “…volver del pasado al presente y revivir aquellos momentos idos para siempre… que… se pueden recuperar gracias al poder de la memoria, del sentimiento, de los sentidos, del placer, del dolor, una y otra vez con pasmosa fidelidad. La música revive el pasado, nos lo devuelve, nos lo obsequia gratuitamente…”.
De esta manera los capítulos de la primera parte, que cubren de la adolescencia a la primera juventud, inician con una canción de ese momento y una semblanza del cantante de rock.
En la segunda parte, que comprende la formación universitaria y la opción del personaje por la creación literaria, Lara Zavala realiza una relación cronológica. En toda la historia los ejes narrativos que se entrelazan son el crecimiento de Adrián y su amor por Magdalena.
“El último carnaval” retrata a los jóvenes de la clase media de los años cincuenta hasta principios de los setentas. En donde los deseos impulsan a la diversión, la alegría y el erotismo con el que trastocan algunas costumbres. Sin embargo, en el devenir acceden al mundo adulto que les exige otros comportamientos, pero también adquieren mayor información que los lleva a cuestionar a la sociedad existente y buscar maneras libres e incluyentes. En este proceso de rebelión en contra del Estado, organizan grupos opositores, crean una cultura alternativa con los que pretenden cambiar a las instituciones, y las maneras de convivencialidad. Un papel importante lo tiene el amor, pues impulsa a los sujetos a realizar lo anhelado como le ocurre al protagonista, más allá del tiempo y las circunstancias.
Lara Zavala ha escrito una novela intensa por los recursos utilizados y al juego narrativo. Un ejemplo es el relato de la relación amorosa entre Adrián y Magdalena al recurrir a varias escenas con diferentes finales con los que capta la complejidad afectiva. “El último carnaval” es otro acercamiento a los convulsos tiempos de los sesentas.