CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La 30 conmemoración del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se asocia básicamente a un momento socio-político, pero no siempre se recuerda el elemento cultural, y desde esa perspectiva lo aborda en sus museos, áreas y coordinaciones, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A manera de homenaje, memoria, pero sobre todo reflexión, diversas instancias realizaron este programa: Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), Colegio de San Ildefonso, Filmoteca de la UNAM y Casa del Lago.

Algunas actividades se efectúan ya, pero habrá exposiciones temporales iy una muestra “permanente” que se irá nutriendo o evolucionando través de los trabajos presentados.

Estos recintos, ubicados en el centro, sur y norte de la ciudad, se propusieron hacer énfasis, cada uno por su cuenta (sin coordinación específica de la universidad), en que los eventos ligados a partir del EZLN han sido y son fundamentales para el reconocimiento del papel de los pueblos originarios como parte de la construcción de la sociedad mexicana.

En el caso de San Ildefonso se trata de la exposición fotográfica “Los motivos de la Selva”, abierta desde el pasado 2 de enero y hasta el 19 de mayo.

La muestra se realiza en colaboración con Bats’i Lab, un colectivo fotográfico de San Cristóbal las Casas, Chiapas, cuya curaduría estuvo a cargo de Pablo Farías y Alí Rodríguez.

Se compone de 147 imágenes en blanco/negro y color, impresas tanto en plata-gelatina como en digital, correspondientes a 17 autores y reporteros gráficos (9 mujeres y y 8 hombres), que han documentado Chiapas desde 1943 en torno a temas como la política indigenista en la década de los cincuentas y sesentas, el levantamiento propiamente dicho y el periodo de efervescencia del EZLN, hasta la fecha. Los también artistas de estas tomas son:

 Marco Antonio Cruz (ya fallecido), y Ulises Castellanos, ambos excoordinadores del área fotográfica de Proceso; Jean Pierre Courau, Gertrude Duby Blom, Vanessa García Blanca, Isaac Guzmán, Massiel Hernández, Marcella Jacobson, Juana López López, Andrea Murcia, Fabián Ontiberos, Daliri Oropeza, José Ángel Rodríguez, Maruch Santiz Gómez, Ángeles Torrejón, Antonio Turok y Ernesto Vásquez.

También se incluyen seis videos realizados por las comunidades zapatistas que brindan una mirada sobre sí mismas, realizados con sus propios medios, así como una selección de 30 filmes integrada por Jaime Schlittler, que dan cuenta de su experiencia a lo largo de tres décadas.

Se lee en el comunicado de San Ildefonso sobre “Los motivos de la Selva”:

“La muestra es una reflexión sobre la relación entre la imagen fotográfica y la lucha social de los indígenas mayas de Chiapas, desde su gestación e insurrección, hasta su transición en movimiento político-social que defiende el derecho a una justicia con dignidad y ejerce la autonomíav en los territorios rebeldes, y que a la vez ha logrado aglutinar expectativas inclusivas de la sociedad civil, una aportación sustancial para la vida democrática contemporánea de México.

“En el debate múltiple que busca propiciar la muestra fotográfica a través del video, el cine y la palabra, la exposición también dialoga con la pintura, a través del mural ‘Muk Ta Luch’ (La creación del universo), obra del artista tsotsil Dyg´Nojoch, expuesto junto con otras tres de artistas emergentes) en la sala 21 del recinto “Muralismo y Resistencia”, que simultáneamente representa la cosmovisión ancestral y la realidad contemporánea desde la resistencia zapatista, de los jóvenes en comunidad”.

Tras detallar datos técnicos y pormenores de la muestra ya mencionados, El curador y fotógrafo Pablo Farías comentó a Proceso que la exposición es resultado de un trabajo mayúsculo que inició hace poco más de tres años en Chiapas:

“Surgió de un proceso que comenzamos en 2020 a raíz de un grupo de fotógrafos que planteamos hacer una colección en referencia a la fotografía en Chiapas, para explorar cómo ha sido esa alternativa visual sobre la relación de los pueblos originarios con nuestro país.

“El levantamiento fue un momento clave para entender el papel de la fotografía, y construir una narrativa visual sobre la vida social en México, empezamos a trabajar en los antecedentes, los años clave, y vimos 1994 como un momento de transición de cómo la foto se relacionó con los pueblos y se convirtió parte de este proceso socio-político. Al acercarse el 30 aniversario nos acercamos con San Ildefonso y de ahí surgió esto”.

Sobre el título “Los motivos de la selva”, apuntó que tiene que ver con la voluntad de acción de los pueblos, al tiempo de buscar reconocer que el movimiento del EZLN tiene una apropiación y un origen ahí, y la relación de la fotografía como un mecanismo de colaboración a partir de sus acciones.

Además de la muestra se desarrollan ya otras actividades gratuitas en torno a ella, como el diálogo que este viernes 19 sostuvieron Farías y especialistas como los periodistas Blance Petrich y Hermann Bellinghausen, aspi como DElmar Penka, Jorge Santiago, Mariana Mora, y el director de San Ildefonso, Eduardo Vázquez Martín.

Para el sábado 20 se programó otra charla, titulada “30 año-40 años de rebeldía. El recorrido, una mirada desde el presente”, con la presencia de colaboradores de la “Revista de la Universidad”, el Centro Nacional de Investigación, y el CIESAS: Claudina Domingo, Carlos González, Papús von Saenger, y Mariana Mora.

Farías culminó:

“Nuestra generación necesita recordar los eventos que han sido determinantes en el proceso de la vida nacional, y éste, el levantamiento del EZLN, es clave en estos años para entender a los pueblos originarios en la sociedad mexicana. Su confrontación a partir del rezago es fundamental, así que busca recordar en gran medida nuestra historia”.

Desde el lápiz y el papel

En el caso del CCUT se trata de tres actividades entrelazadas que se ubican en su Memorial del 68 (M68): una exposición permanente sobre el EZLN, otra más sobre la conmemoración de la Matanza de Acteal, y una tercera recientemente abierta de dibujo: “El EZLN desde la mirada de la caricatura”.

La primera se exhibe en la sala permanente sobre Movimientos Sociales desde el 23 de septiembre pasado, y con carácter permanente alberga carteles, fotografías contemporáneas, audiovisuales y objetos alusivos al levantamiento.

Las fotografías son de Emiliano Thibaut, Isaac Guzmán, Andrea Murcia, Masssiel Hernández, Francisco Lion y Gerardo Vieyra, quienes han acompañado ese movimiento social en su transcurrir. El proyecto curatorial y museográfico estuvo a cargo de estudiantes de carreras como arquitectura, comunicación y antropología, de la UNAM y la UAM, gestionados por Jimena Jaso, del M68.

El homenaje en conmemoración a la Matanza de Acteal es una instalación-ofrenda abierta desde el 22 de diciembre, y consta de 45 cruces con los nombres de las personas desaparecidas en Acteal, Chiapas, el 22 de diciembre de 1997.

Esas cruces fueron resguardadas por la comunidad de los pedregales de Santo Domingo, población que recibió a los sobrevivientes de la masacre para que sus familiares tuvieran un refugio en la Ciudad de México mientras atendían a los heridos.

A su vez, la exposición “El EZLN desde la mirada de la caricatura de dibujo”, consta de 20 cartones originales de los moneros Naranjo y Rocha publicados en diarios desde 1994, testimoniando la fuerza del levantamiento y años posteriores.  Forman parte del acervo del CCUT que resguarda más de 30 mil cartones de diversos temas, artistas y décadas. La propuesta estuvo a cargo de la curadora y responsable de los Fondos Reservados del centro, Aurea Ruiz.

Al respecto, Jimena Jasso relató sobre la triada de actividades:

“Somos un espacio de memoria, memoria sobre movimientos sociales, nuestro recinto está orientado a jóvenes para que se reconozcan a sí mismos como sujetos políticos y los retos que esto conlleva, las violencias que en ocasiones se ejercen frente a movimientos sociales. Y que no se olvide esto, en el fondo es un ejercicio de reflexión. Y sí, es para los jóvenes, pero es en realidad para todos, hay que ejercitar la memoria siempre”.

Casa del Lago

En este conjunto del Bosque de Chapultepec, a partir del día 20 , habrá mesas de análisis y un ciclo de cine, realizados en conjunto con el Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México (Procine CDMX), y la Oficina para la Memoria Histórica de México del Archivo General de la Nación (OMHM-AGN). Ambas actividades son gratuitas y con cupo limitado, los sábados del 20 de enero al 17 de febrero de 16 a 19:30 horas.

Las cuatro mesas abordarán estos temas: “Antecedentes y contexto de la aparición pública del EZLN”, “Las mujeres zapatistas y la sociedad civil”, “La situación actual” y “Perspectivas a futuro del EZLN”.

En estos diálogos, además de los directores de las cintas, estarán artistas, especialistas y fotógrafos como Antonio Turok, Francisco Mata, Blanche Petrich, Antonio Paoli, Patricia Aridjis, Pedro Salvatierra, Isabel Sanginés, Víctor Mendiola, Armando Bartra y Alberto Cortés, por mencionar algunos.

La cinta que inaugurará este sábado el ciclo es un documental, “Un lugar llamado Chiapas”, de Netti Wild, a partir de entrevistas que incluyen a las voces y protagonistas involucrados en el conflicto: el subcomandante Marcos, el obispo Samuel Ruiz, militantes zapatistas, finqueros de Chiapas, soldados, personas perseguidas y miembros del grupo paramilitar Paz y Justicia.

La Filmoteca UNAM digitalizó una nueva versión en español de esta cinta y trabajó en su corrección de color, así como en la sincronización del sonido para su remasterización, con el objetivo de preservar la película original y garantizar su supervivencia por muchos años.

Donada por su autora al acervo universitario, el filme obtuvo reconocimientos como los premios del público en el AFI Fest y en el Festival Internacional de Cine de Berlín y el Genie Award de Canadá a Mejor documental, además de que formó parte de la Selección oficial de Hot Docs Canadá en 1999.

El sábado 27 será el turno de otro documental, “Las compañeras tienen grado”, ópera prima de las directoras Guadalupe Miranda y María Inés Roqué, quienes compartirán con la audiencia detalles de la participación de las mujeres indígenas en el movimiento.

“Corazón del tiempo” es un largometraje de ficción realizado por Alberto Cortés en 2009, con la participación de indígenas zapatistas interpretándose a sí mismos, y se mostrará el 10 de febrero con presencia del director.

“La montaña” completará el ciclo, se trata de una bitácora cinematográfica del viaje marítimo hecho a Europa en medio de la pandemia por una delegación de pueblos indígenas de Chiapas, aventura que Diego Enrique Osorno retrata; será la única cinta que se proyectará al aire libre, el sábado 17 de febrero, con diálogo final.

En entrevista sobre el tema, Gabriela Pulido y Cristian Canónico, titulares de Memoria Histórica y Procine CDMX, respectivamente, al detallar esta programación recordaron que a estas actividades se suman otras dos: 

Una exposición fotográfica en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec, que reúne 70 imágenes de 15 fotógrafos --ya abierta y disponible hasta el 3 de febrero--, y una serie de intervenciones urbanas en fachadas de espacios emblemáticos del Centro Histórico.

En esta última, artistas nacionales trabajarán frente al Museo Archivo de la Fotografía y edificio de la Autoridad del Centro Histórico, Antiguo Colegio de San Ildefonso, Museo de la Ciudad de México, Teatro del Pueblo, Casa de la Primera Imprenta de la UAM, Archivo Histórico de la Ciudad de México, Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, Centro Cultural El Rule, Museo del Estanquillo, Edificio UAM en República de Uruguay, Museo de la Estampa y Centro Cultural José Martí.

Pulido recordó que Memoria Histórica de México ya cuenta con un apartado especial sobre el 30 aniversario del levantamiento zapatista, disponible en su web https://memoricamexico.gob.mx.

En la Filmoteca

Esta añeja institución programó dos destacadas producciones que buscan acercar al espectador a la comunidad zapatistas a través de la cinematografía: “Un lugar llamado Chiapas” y “Corazón del Tiempo”, que estuvieron en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario (CCU) del 12 al 20 de enero; Hugo Villa Smythe, su director, detalló para Proceso:

“Hace poco restauramos por completo ‘Un lugar llamado Chiapas’ y materiales adicionales a la película, así que fue importante ponerla en nuestra cartelera, una cinta que narra de manera empática lo sucedido en 1994 en Chiapas.

“La otra, ‘Corazón del Tiempo’, tiene dos virtudes, una es que es una historia de ficción al interior de una comunidad, y la otra es la potencia con la que plantea a la generación inmediata a 1994 lo sucedido en Chiapas. Entonces son dos historias muy importantes, galardonadas, con una mirada muy interesante al levantamiento zapatista.

“Abordarlo desde la realidad y luego a través de una obra dramatizada sirve para identificar que todo lo cultural es político, y que detrás de las grandes obras públicas hay un contenido político. Van a los orígenes del movimiento, y ayudan  a cuestionarnos qué tanto hemos avanzado desde 1994 a la fecha, y plantearnos cómo habríamos caminado si hubiéramos tomado otras opciones, si el gobierno hubiera firmado acuerdos”.