Música
La crítica musical en México
En nuestro país, el crítico es en general un personaje respetado, un líder de opinión y un orientador que llega a ser confiable para sus lectores; un interlocutor curioso que va a conciertos, escucha lo que aparece, escribe una reseña o realiza una apreciación...CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- Podemos definir la crítica de música como una profesión desarrollada fundamentalmente por periodistas o musicólogos, personas que son grandes conocedoras del sector de la música y que se dedican a emitir juicios o valoraciones sobre el ejercicio artístico, obras, álbumes, actuaciones y conciertos.
Aun sin contar necesariamente con una trayectoria académica, los críticos suelen ser observadores intuitivos y atentos que evolucionan herramientas de valoración de los movimientos creativos, las versiones diversas de ejecución del repertorio universal, el análisis de novedades y el escrutinio de la estética proveniente de diversos ámbitos culturales.
En nuestro país, el crítico es en general un personaje respetado, un líder de opinión y un orientador que llega a ser confiable para sus lectores; un interlocutor curioso que va a conciertos, escucha lo que aparece, escribe una reseña o realiza una apreciación donde entran en juego desde la habilidad técnica de los protagonistas hasta sus posibles aportes a la cultura contemporánea, y hace una disección también de sus debilidades, propias y naturales del ejercicio artístico.
Los más importantes músicos mexicanos del siglo XIX, Morales, Campa o Castro, se dedicaron con especial interés a la crítica, según define la pionera en el análisis musical Clara Meierovich Muller en “Orígenes del pensamiento crítico en la música mexicana (1821-1850)”, tesis de maestría de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En un panorama temprano aparecen personajes con múltiples talentos y conocimientos que incorporan la crítica musical como una de sus facetas. Por ejemplo, Gerónimo Baqueiro Foster (1892-1967) es un caso especial: desarrolló múltiples conocimientos como musicólogo, cronista, docente, investigador, compositor, director de orquesta y asesor de programas. Asimismo, inventó un método de solfeo que lleva su nombre y a la fecha es organismo de consulta. Además, practicó la crítica musical publicando en organismos de la época.
Claudio Lenk (1940-2005) fue cronista musical, locutor, director de escena, productor de programas de radio y difusor de música clásica. Dirigió la XELA entre 1965 y1971; ya siendo locutor en la XEW ejerció la crítica musical y el análisis a través de sus programas de radio, fungiendo también como un orientador de audiencias de música clásica.
Luis Ignacio Helguera (1962-2003), excelente editor y periodista de formación literaria, ejerció la poesía, ensayo y crítica musical en organismos impresos y fascículos de música.
Durante la época contemporánea, aparece una figura icónica de su generación, que llega a ser una leyenda entre los compositores: el maestro José Antonio Alcaraz, (1938-2001), quien dictaba cátedra desde su columna musical en Proceso (que puede consultarse por internet en la hemeroteca de la revista o en el archivo de la misma, a cargo de Rogelio Flores). De formación en la dramaturgia y el teatro, con fama de ogro y niño terrible, como cronista, dramaturgo y director de teatro y ópera, Alcaraz visitó Venecia, París y Londres en su juventud. Fue director artístico de la Micro Ópera y Compañía de Ópera de Cámara del INBA. Como crítico poseía un estilo personal donde convergían el sarcasmo, sentido del humor y la ironía que acompañaban sus conocimientos académicos. Aquellos quienes le conocimos pensamos que habría sido más feliz en esta época de mayor apertura hacia las preferencias de género, ya que en su tiempo sufrió acoso e incomprensión.
Con una formación en la cultura cinematográfica, Juan Arturo Brennan (1955) surgió como un crítico moderado en sus juicios y certero en el análisis musical; una voz fresca y curiosa que convergente con la aparición de las publicaciones periodísticas de “unomásuno” y “La Jornada”, así como la creación de la revista “Pauta” impulsada por el compositor Mario Lavista.
Periodista, crítico y observador, Brennan asiste con regularidad a los estrenos novedosos y cubre la emergente plataforma de la música actual, el Foro Internacional de la Música Nueva “Manuel Enríquez”, espacio para la creación electrónica y experimental, con visitantes de solvencia variable.
De igual modo, se ha abierto más la programación de las orquestas sinfónicas a los autores nacionales contemporáneos --como Federico Ibarra (1946), el mismo Lavista (1943-2021) y Francisco Núñez (1945), entre otros-- y, hasta muy recientemente, a la nueva generación.
Más orientado a la recopilación de autores, obras y diccionarios sobre los compositores, mi compañero generacional y de aventuras artísticas, Eduardo Soto Millán (también colaborador de Proceso) se da tiempo en su trabajo creativo para escribir y reseñar sucesos musicales del acontecer actual y ha logrado ordenar el catálogo autoral de la música académica en México (siempre caótico por la información dispersa de los propios músicos e intérpretes en el cuidado cronológico de su trabajo).
Sin definirse como criticas musicales, pero sí talentosas para investigar y escribir, es importante mencionar, por ejemplo, a Mariana Villanueva (libro sobre la obra de Julián Orbón), Marcela Rodríguez (1951), cercana al cubano Leo Brower y promotora de su obra; Lucía Álvarez (1948), compositora activa y exitosa, especialista en música para cine.
El porvenir de la crítica musical en México dependerá en un futuro de periodistas e investigadores preparados, que deberán adecuarse al momento histórico que estamos viviendo, desarrollar un juicio moderno y la utilización de herramientas aun en desarrollo, como la inteligencia artificial y la cultura global --que provee y satura la información--, para saber discernir entre lo íntegro y autentico, los creadores verdaderos y la fabricación de estereotipos falsos presentes en la cultura actual y en el mercado mundial, donde las líneas estéticas se confunden y desconciertan al público.
Así, el crítico musical es más importante hoy más que nunca antes, porque juega un papel estratégico en la salud de la comunidad artística.