Teatro

"Leonardo", un monólogo inspirado en Da Vinci y con escenografía del artista Sebastián

En la obra, Rodrigo Murray cuenta la vida del autor de los celebres cuadros “La última cena” y “La Mona Lisa” e incluye a un actor fracasado llamado Rodrigo. La música es de Luis Ernesto Martínez Novelo (LU, bajista de La Gusana Ciega), el diseño de iluminación estuvo a cargo de Félix Arroyo.
jueves, 29 de junio de 2023 · 12:37

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rodrigo Murray produce, escribe, dirige y actúa el monólogo “Leonardo”, donde “desmitifica la figura” del pintor, arquitecto, escritor, filósofo, ingeniero, inventor y poeta italiano Leonardo da Vinci (1452-1519), con una escenografía realizada por el escultor Sebastián (Enrique Carbajal González).

Murray, hijo del actor Guillermo Murray (1927-2021), empezó hace 15 años a laborar en la investigación sobre Da Vinci para esta puesta en escena. En entrevista expresa contento:

“En un principio debo reconocer que iban a ser más personajes, pero fue tanta la paciencia que me tuve para la indagación y los primeros ensayos, que terminé haciéndolo yo solo. Es decir, el propio monólogo se decantó para que la información recayeran en un solo hombre, aunque en un principio iba a suceder con más actores. Mas la investigación y el trabajo individual me fue orillando a efectuarlo solo. No únicamente actúo el monólogo, sino que también lo escribí, lo dirijo y lo produzco, en fin. ¡Soy un atrevido haciendo eso! ¡Un descarado! Es un proyecto que ha ocupado gran parte del trabajo de mi vida”.

En la obra, Murray cuenta la vida del autor de los celebres cuadros “La última cena” y “La Mona Lisa” e incluye a un actor fracasado llamado Rodrigo. La música es de Luis Ernesto Martínez Novelo (LU, bajista de La Gusana Ciega), el diseño de iluminación estuvo a cargo de Félix Arroyo (nominado a Los Metro 2019) y el diseño de vestuario es de Marcela Valiente (nominada a Los Metro 2019).

“Leonardo” --que se presenta en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico desde el 24 de junio hasta el 27 de agosto próximo--  “desmitifica la figura de Da Vinci para convertirlo en el ser humano que, a lo largo de su cronología histórica, deja ver al espectador que no es una mítica figura de mármol y bronce escrita en libros de historia, sino una persona que tuvo que enfrentar desafíos, dudas y baches en tanto iba construyendo su legado”.

El monólogo ya se presentó con éxito en el Teatro Xola Julio Prieto y Murray (Ciudad de México, 1969) manifiesta “que   ahora si es el verdadero estrenó”. Agrega:

“En aquel entonces deseaba solo ver de qué tamaño era el monólogo y si resultaba la pieza de Sebastián, e incluso si funcionaba el propio monólogo y yo. Y me di cuenta que sí podía ser. Y ahora el público puede acudir los sábados y los domingos a la una de la tarde.

“Aparte significan muchas cosas: son muchos años de estudio, de arriesgarme a realizar un trabajo que tiene que ver con el teatro dentro del teatro. Es una historia que cuenta la vida de Leonardo da Vinci desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte, pero en paralelo cuenta la vida de Rodrigo, un actor fracasado, que está intentando hacer un monólogo sobre Leonardo da Vinci”.

Murray --quién ha participado en películas como “Amores perros”, “Encrucijada” y “El viaje de la nonna”, entre otras-- precisa:

“Es el teatro dentro del teatro y en esta obra la única coprotagonista que tengo es la pieza de Sebastián, que es una maravilla de transformación, porque es un cubo que se va desdoblando y genera distintos espacios conforme avanza la historia, de tal suerte que podemos adentrarnos  en la Florencia de 1500 y en la Ciudad de México del siglo XXI”.

Igual, Murray recrea a otros personajes en “Leonardo”:

“No solamente interpreto a Da Vinci y Rodrigo, igual efectuó a Andrea del Verrocchio, quien fue el primer maestro que tuvo Leonardo, y además por ahí aparecen evidentemente Lorenzo de Médici, el mismísimo noble Ludovico Sforza, el político y duque César Borgia y Nicolás Maquiavelo, toda la gente con la que Da Vinci convivió, y varios personajes que aparecen con Rodrigo en la Ciudad de México en el siglo XXI”.

Destaca con seguridad:

“Creo que es un monólogo divertido. No pretendo ser un maestro, ni mucho menos dar una clase aburrida. Soy un actor que se divierte haciendo personajes, contado una historia que es de por sí interesante, del ser humano que fue el mayor creador en la historia de un sinnúmero de inventos, con sus dibujos de anatomía, con sus estudios en torno al caballo, con sus conocimientos de alta cocina, arquitectura y obviamente de pintura y escultura.

“Sin embargo, era un hombre, que es el punto que destacó, que también fracasó. En cuatro o tres momentos de su vida fracasa y es entonces cuando Rodrigo se identifica con el genio del Renacimiento (amplio movimiento cultural del siglo XIX). Y entendamos el fracaso, no como una derrota, sino como un aprendizaje y un escalón más dentro de la escalera gigantesca que nos lleva al éxito. El monólogo habla de eso de forma divertida y  ágil”.

Una herencia

--¿Qué lo incitó a escribir este monologo? --se le pregunta a Murray.

--En primer lugar es una herencia que yo tengo desde hace muchos años. Mi padre me presentó a Leonardo, por decirlo de alguna manera. Me puso frente a él y me gustó desde siempre. A todos nos atrae mucho la genialidad, las máquinas para volar y de guerra, en fin. Obviamente nos fascinan sus dibujos y todos los estudios que efectuó. Me fascina la posibilidad que tenía mi papá de mostrar a un ser humano que estaba preocupado por su entorno, por tratar de hacer la vida mejor de aquellos que estaban cerca de él. Da Vinci quería al hombre y admiraba la capacidad del ser humano y creo que eso fue lo que más me atrajo de Leonardo.

Le fue complicado escribir el monólogo porque existe mucha información sobre Da Vinci:

“Hay muchísimos biógrafos. Hay infinidad de textos escritos y cualquier cantidad de citas. Lo difícil fue justo encontrar el clavo que yo quería clavar, y quitar todo lo demás para mí monólogo. Lo único que dejé fue el músculo.

“En cuanto a Rodrigo, le incluyo cosas mías, pero no todo. Por ejemplo, Rodrigo tiene una hija en escena y yo únicamente tengo dos hijos. Hay cierto tipo de licencias que me permito, que me parecen que funcionan”.

--¿Cómo se siente protagonizar un monólogo?, ¿las técnicas cambian con respecto a un montaje con más actores?

--¡Por supuesto!.... Ahora sí que tú juegas solo. Estoy te confieso muy nervioso. Es como el salto en la red en donde el equilibrista lo tiene que hacer solo, y creo que en este momento no hay otros trapecistas que vayan a brincar conmigo el trapecio, y eso me hace sentir profundamente entusiasta y realmente muy motivado, sin embargo, también tengo que reconocer que me hallo nervioso como cuando era un niño. Creo que esa parte de la adrenalina es buena.

“Leonardo” además se materializa a través de “Leonardo 4”, una escultura cinética, realizada por el célebre artista escultor mexicano, Sebastián, pieza escenográfica que se irá transformando, en desdoblamientos múltiples como la vida misma, conforme el relato va abordando cada tema dentro del monólogo.

Al final, el público puede cuestionar, reflexionar y comentar lo visto, con Murray. Es una conversación directa desde la butaca al escenario y viceversa. Y subraya:

“Hay una carga fuerte con la pieza. Es un transformable que hace Sebastián hacia finales de los años setenta. El original mide treinta centímetros por lado, y Sebastián y yo planeamos un transformable de dos metros por lado. Se trata de un cubo que mide dos metros por dos metros, por dos metros. Y se transforma en escena para generar otro tipo de espacios. Pesa doscientos kilos, no es cualquier cosa, y la preparación física es fundamental para tener aire, para poder hablar al mismo tiempo que uno mueve una pieza de esa dimensión, con la que me tardé más o menos un año ensayando para encontrar exactamente cuáles eran los puntos exactos en donde yo tengo que colocar las palancas necesarias para poder mover esta pieza, porque pesa más que un  refrigerador”

Toda esta preparación --confiesa-- “va en conjunto con el tipo de personajes que construyo:

“Obviamente hay una preparación para la voz de Leonardo que es distinta a la de Rodrigo, la cual es diferente a los restos de los personajes y los movimientos físicos. Hay un gran trabajo detrás de esto, de muchos años. Y creo que en particular he utilizado todos mis conocimientos para ponerlos en práctica en esta obra todos los sábados y domingos”.

Entusiasmado, Murray concreta:

“Me encanta la idea de pensar que en un mundo en el cual lo más importante es el reggaetón y el narcotráfico, también exista la posibilidad de recrear a Leonardo da Vinci”.

Comentarios