Cine

“Colozio”

A pesar de lo específico de las referencias a un momento histórico y a actitudes culturales específicas, "Colozio" puede ser apreciada fuera del país, y llegar a convertirse en película de culto, por sus fallas y por sus aciertos.
sábado, 17 de junio de 2023 · 09:45

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Un par de jóvenes atascados, Gael (Diego Calva) y Diego (Manolo Caso), alucinan con ácido frente a la televisión, y juntos escuchan una voz que predice el asesinato del Raúl Colosio, candidato a la presidencia, en un término de tres días. Convencidos de que pueden rescatarlo, deciden viajar a Tijuana y llegar a Lomas Taurinas, la tristemente célebre colonia donde ocurriría el magnicidio. La travesía se convierte en una farsa épica donde sucede de todo, hasta situaciones de tinte trágico y mitológico.

El diario El País califica la cinta de Artemio Narro como una road trip psicodélica, definición redundante porque en términos de cultura popular trip ya implica viaje psicodélico; Colozio (México, 2020) –con “z”–, incrusta un viaje dentro de otro, el psicotrópico de estos adolescentes, junto con otro amigo que se suma a la cruzada dentro del viaje geográfico de México a Tijuana; habría que añadir la alucinación, en sentido de perturbación, del pueblo mexicano frente a la televisión, la incredulidad ante los hechos, la confusión en la información y la constante permutación de los datos.

De inspiración autobiográfica, Colozio evoca una experiencia personal, pues fue durante un viaje de ácido con amigos, según una entrevista al director, que éste se enteró del suceso; mucho tiene de deseo no cumplido el acto fallido constante que define a Gael y a Diego, mezcla de frustración y evasión, frente a la realidad delirante de ese momento presagio de una realidad insoportable, la de un país azotado por la insidia política y el crimen.

Pese a que Colozio se siente liviana porque evita temas de narcos, secuestros o migrantes, la crítica es acerba; los hechos de Lomas Taurinas se verían como la fundación de un mito en aquel año de 1994, en la década de los noventa, de ahí la necesidad del realizador de evocar la manera visual concreta, de que sus personajes habiten ese momento pese al tono de farsa, agentes psicotrópicos, y el comportamiento de perdedores; Gael y Diego, cómicos de situación en una historia terrible.

ColOZio –como escribe la publicidad–, es una película cien por ciento independiente, de ahí que se atreva a ser irreverente e incorrecta políticamente; los gags de Diego y Gael, abierta alusión al road movie mexicano Y tu mamá también (2001), no pueden contarse, sólo verse y disfrutarse en el contexto de la trama; el contenido lo asume Artemio Narro, quien escribe, dirige y produce. A pesar de lo específico de las referencias a un momento histórico y a actitudes culturales específicas, la cinta puede ser apreciada fuera del país, y llegar a convertirse en película de culto, por sus fallas y por sus aciertos.

Si ColOZio falla es porque explora y se atreve donde pocos, lleva un tema colectivo a lo íntimo, y no puede no derraparse, en el lenguaje, en referencias y en situaciones, pero siempre divierte; lo más pertinente es que recupera un tema que no se debe olvidar, aunque sea en tono de farsa, pues cintas serias como Colosio: el asesinato (2012) de Carlos Bolado, no han llegado a tener el reconocimiento merecido.

Crítica publicada el 11 de junio en la edición 2432 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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