Ajedrez

Kramnik insiste en que hay trampas en el ajedrez en línea

Es claro que los programas de ajedrez ya superan desde hace años a los mejores jugadores del planeta y, además, incluso son accesibles de forma gratuita.
sábado, 2 de diciembre de 2023 · 20:55

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Vladimir Kramnik es un excampeón mundial, el cual se ha retirado relativamente hace poco de las competencias internacionales. En su haber tiene un sinfín de premios en torneos importantes y además fue quien derrocó a Garry Kasparov de su título mundial. Hoy Kramnik insiste en acusaciones sobre el ajedrez en línea y la supuesta facilidad para hacer trampa en el mismo.

Es claro que los programas de ajedrez ya superan desde hace años a los mejores jugadores del planeta y, además, incluso son accesibles de forma gratuita, como Stockfish (https://stockfishchess.org/), que es de código abierto y uno de los tres programas más fuertes en el planeta.

Con ello, muchos jugadores se apoyan para jugar mejor, pero desde luego, es probable que algunos usen estos ingenios cibernéticos para hacer trampa en las partidas en línea.

Hace unos pocos meses, Kramnik atacó a Hans Niemann, quien antes había ya sido acusado por el mismísimo Magnus Carlsen, el mejor jugador del mundo hoy por hoy. Ahora Kramnik se lanza contra Nakamura aparentemente (porque no lo nombra directamente), pero dice el jugador ruso:

“Un jugador ha logrado 45.5 puntos de 46 partidas blitz a tresminutos, de forma consecutiva, con una media de aproximadamente 2950 puntos Elo (aunque no son muchos jugadores que tienen ese nivel).”

Esto, dice Kramnik, equivale a un desempeño de 3600 puntos Elo (muy parecido al desempeño de los mejores programas de computadora) y el excampeón concluye: “Creo que todo el mundo encontraría esto interesante”.

La acusación contra Nakamura (supuestamente), es muy seria. Sin embargo, un jugador de Póker, queriéndose ver gracioso dijo: “Personalmente, me parece más increíble que alguien consiguiera un empate. ¡Yo investigaría esa cuenta!”.

Kramnik publicó un video en donde indica que hacer trampa en las partidas en línea es de hecho, relativamente fácil.

 

 

Hoy en día hay incluso software que permite hacer trampa fácilmente, por ejemplo, instalando una aplicación que se liga al sitio web de ajedrez y muestra siempre la mejor jugada del programa en tiempo real (https://snyk.io/advisor/python/chess-cheat).

Desde luego que estas herramientas, se supone, no se usan en el mundo del ajedrez en línea de élite, pues sería fácilmente detectable. Sin embargo, es claro que el ajedrez en línea está infestado de tramposos, casi todos aficionados, que en realidad se hacen un feo favor porque no aprenden nada, no mejoran y se engañan a sí mismos.

Pero en lo que se refiere a ajedrecistas de alto nivel, en los torneos en línea, las trampas –indica Kramnik– deben estar presentes y parece sencillo el detectarlas analizando los resultados de los jugadores.

El ejemplo más significativo de esta continua cruzada de Kramnik contra los tramposos le hace sospechar del extraordinario desempeño de Nakamura. Y sí, puede parecer que ante el análisis estadístico el estadunidense podría ser un tramposo.

Sin embargo, si ven cómo juega Hikaru Nakamura, no es para asombrarse demasiado. Es un “streamer de ajedrez” que juega muchas horas por día y hace de esto su “modus vivendi” (cobra cinco dólares por partida contra quien quiera retarlo, me han dicho), y esto le da una práctica notable.

Pero más aún, observen su desempeño como profesional de ajedrez en el mundo de los torneos en vivo. Nakamura está fácil entre los cinco mejores jugadores del mundo.

Hikaru Nakamura. (Foto: www.stlpr.org)

Nakamura se ha indignado al respecto y probablemente con razón. Un jugador de la élite no va a arriesgar su prestigio profesional por ganar partidas de manera tramposa. Sin embargo, Kramnik piensa que en los torneos donde hay premios en metálico, las trampas están a la orden del día. Y dice que Carlsen, Nakamura, Dubov y otros, han hecho más de 200 mil dólares al año en estos torneos.

Y aunque no acusa a los jugadores de ello, dice Kramnik que la motivación económica puede ser muy fuerte como para intentar hacer trampa con algún programa. Y en algo pudiese tener razón Kramnik: “No veo por qué pensamos que en ajedrez todos somos ángeles y que, aunque haya mucho dinero en juego, nadie engañaría porque los ajedrecistas somos especiales y estamos a medio metro por encima del resto de los deportistas”.

El excampeón ruso piensa que hay que tomar acciones que limiten drásticamente la posibilidad de trampas. Por ejemplo:

  1. Publicar los nombres de los jugadores que participan en torneos con premios en metálico y prohibir usar seudónimos. Vamos, que jueguen con su nombre real.
  2. Prohibir los auriculares, que muchas veces –se argumenta– los usan los jugadores porque les gusta escuchar música.
  3. Usar alguna cámara que vigile todo el entorno donde se juegan las partidas en línea.

Kramnik indica que en ocasiones un ayudante podría estar en el punto ciego de la cámara, pero, bueno, es evidente que cuando se quiere hacer trampa no hay límites.

Es claro que muchos jugadores no harían trampa en la mayoría de sus partidas, pero quizás cuando enfrentasen a Carlsen, por ejemplo, estarían tentados a ayudarse de un programa para ello. Vamos, cuando estos grandes maestros juegan en línea, pues buscan una recompensa monetaria pues como sabemos, el ajedrez no es la actividad más lucrativa en general.

Kramnik indica que tenemos que tomar medidas antes de que esto se salga de las manos “de lo contrario muy pronto será demasiado tarde”.

Hans Niemann (Foto: www.chess.com)

En lo personal, me parece que acusar a Nakamura de hacer trampa es un exceso. El estadunidense ha demostrado su altísimo nivel y si lo siguen en sus videos en vivo, podrán observar la visión increíble que tiene del tablero de ajedrez. Las acusaciones anteriores de Kramnik (y Magnus Carlsen), contra Niemann, parecen sin embargo más fundadas.

Curioso es que Niemann puede derrotar a grandes maestros de élite con sorprendentes combinaciones y perder contra jugadores de mucho menor grado, como lo que le ocurrió en el Campeonato Mundial juvenil que se llevó a cabo en México hace unos meses, en donde Niemann palideció en muchas de sus partidas contra jugadores que ni remotamente tienen la fuerza de los adversarios de élite que ha enfrentado y ganado.

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