Teatro
Teatro: "Cleansed", la tortura en el teatro
Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición ya es mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La capacidad de ejercer la violencia y el abuso hacia un grupo de seres humanos, a contracorriente del amor, es un complejo binomio que puede verse en “Cleansed”, de Sarah Kane, bajo la dirección de Sixto Castro Santillán. Es una obra que impacta y nos invita a la reflexión.
La agresión sistemática llevada a cabo por un ser perturbado, sádico y “voyeurista”, y la belleza escénica del montaje, es lo que presenciamos en esta pieza de la inglesa Sarah Kane y un grupo creativo y actoral que expone lo que no se quiere ver pero existe.
“Cleansed”, traducido como “Limpios”, no nos cuenta una historia lineal sino que maneja la fragmentación de situaciones dramáticas que parten de tres universos, unidos por el personaje de Tinker, que se hace llamar “el doctor”. Un joven adicto es ayudado por este ser o más bien es asesinado por él al aplicarle una dosis de droga en la comisura del ojo. Su hermana reclama el cuerpo y sólo obtiene su ropa con la que viste, y revive la relación amorosa sexual entre ellos.
De ella se enamora un joven como si fuera su madre y su amada y que quiere salir de ahí. El lugar es indefinido. Pareciera un centro de rehabilitación, un psiquiátrico o un lugar de reclusión.
La otra línea dramática es la relación amorosa entre dos chicos que son torturados y mutilados por Tinker, además de ser observados por él y poner en juego su amor. Los empuja a la traición y la tortura de ver al otro morir o ser lastimado. Las vejaciones son diversas; desde cortarle la lengua hasta introducir un palo en el ano. La autora ubica la obra en un espacio universitario y menciona con todas las letras el tipo de vejaciones que se ejerce sobre estos seres que se debaten entre el amor y el sufrimiento. El torturador, que disfruta observar y ejercer la violencia, es el “voyeur” de una bailarina de la que intenta enamorarse, pero su impulso de poder y su incapacidad emocional lo envuelven en contradicciones.
En la estética de Sixto Castro Santillán el espacio es limpio y con pocos elementos; crea imágenes poderosas y provocadoras, y a la vez les imprime belleza. Las atmósferas se dan a través de la iluminación diseñada por Alita Escobedo manejando colores, sombras y contraluces sugerentes. El espacio escénico utiliza el proscenio como lugar de acción. En primer término vemos composiciones armoniosas, cuerpos desnudos con luces tenues, tránsitos y momentos surreales que se conjugan con escenas detrás de una gasa negra traslúcida para dejar ver, más a distancia, momentos fuertes y atrevidos. Apenas un carro que entra y sale es el elemento externo que representa el lugar donde la bailarina se muestra al torturador y le pide ser salvada. La luz evocativa y el magnífico espacio escénico diseñado por Edyta Rzcewuska, al igual que el vestuario, hace que la perversidad tenga una cualidad estética: una contradicción que vive el espectador durante la obra y vuelve incómoda y a la vez llamativa la propuesta.
El grupo de actores, integrado por Rodrigo Virago, Eduardo Tanús, Norman Delgadillo, Angélica Bauter, Edgar Alonso, Penny Pacheco y Albero San Agustín, requieren de un gran trabajo emocional para manejar tanto la exposición de sus cuerpos como la violencia y el dolor que experimentan. Las sombras vestidas de negro que limpian, recogen cuerpos y ayudan a la maldad de Tinker son Alejandro Arreola, Enrique Cervantes y Andrés Carmona. Aunque las actuaciones son un tanto estridentes y con pocos matices, el conjunto actoral logra su cometido.
El director Sixto Castro Santillán se arriesga a la experimentación y obtiene una propuesta atractiva, interesante y de gran belleza que genera una experiencia contradictoria por los contenidos de la misma obra, que traduce con buen tino Fernanda del Monte.
“Cleansed”, producida por David Castillo y Norman Delgadillo de 25 Producción Teatro, se presenta en el Teatro Milán martes y miércoles hasta el 27 de diciembre.