CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).-La instalación “Balón ponchado” se encuentra en el acceso, el patio y los vestigios del Palacio de la Autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el corazón del Centro Histórico.

Cincuenta balones ponchados y recuperados que se han convertido en maceta, colocados de tal manera que se mimetizan con el espacio, para de esta manera descubrir un nuevo juego.

Pueden ser innumerables las relecturas e interpretaciones que se le otorgan, según los textos que acompañan el catálogo de la muestra y los que surgen de los que visitan la instalación.

Lo primero que se narra es que la exposición se realiza dentro del contexto del Mundial del Futbol Qatar 2022. Con esta muestra se invita también a resignificar la pelota.

También tenemos información del artista que ha manifestado su anhelo por ser futbolista, una carrera truncada sobre la cual escribe Emilio Araujo Espinosa: “Lo que antes rodaba se vuelve lugar para la raíz y de su cascarón quebrado algo brota: semillas que se abren, esferas que se rompen. La vida se hace camino”.

También se remite a la oportunidad de reflexionar sobre la capacidad de los seres humanos a reciclarnos como especie, pues las plantas tienen un poder natural y metafórico que invitan de manera potente y silenciosa a recordarnos nuestro deber como especie.

Estos balones reciclados con algo vivo se acompañan para seguir latiendo, biológicamente y lúdicamente.

Fernando Gálvez de Aguinaga escribe a su vez sobre el interés que Ímaz ha tenido a lo largo de su carrera para abordar el cambio climático: “...la basura, los desechos, lo reciclable, el colapso de nuestras formas de transporte, en especial el del uso del auto como sistema de transporte individual y emblema del éxito”.

Anota también acerca de la relación histórica de esta instalación en un lugar tan central; es decir, del lado del Templo Mayor. Recuerda “los juegos de pelota que practicaban  nuestros ancestros “y donde los ganadores se sacrificaban para mantener el orden universal”.

Arturo H. E. Rodríguez, en “Tiro Fallido”, apunta hacia un un ensayo que relaciona el capitalismo como sistema antiecológico, porque busca permanentemente la acumulación y la ganancia y destruye la biodiversidad....

Continúa para hablarnos del tiempo y la prisa que existe en la actualidad, y relaciona el trabajo de ciertos artistas que a través de su obra "ponen en juego temporalidades que resisten al tiempo acelerado del capital. Si se prefiere: artistas que nos otorgan clandestinamente artefactos para dinamitar el tiempo presente.”

¨Y concluir con esta invitación a visitar la exposición: “...Rodrigo Ímaz, quien con sus balomacetas pone en juego un tiempo singular construido por la mezcla entre el cochambroso ritmo del reciclaje y el parsimonioso ritmo del crecimiento de las plantas”.

El Palacio de la Autonomía de la UNAM se encuentra en la calle de Licenciado Verdad 2 de la Ciudad de México y permanecerá abierta al público hasta el 10 de enero.