INBAL

Medalla Bellas Artes de Literatura a Marco Antonio Campos

miércoles, 14 de diciembre de 2022 · 13:43

Ciudad de México (apro).- En el primero de tres días de entregas de la Medalla Bellas Artes, esta noche se otorgan las preseas a galardonados en las categorías de Danza, Literatura, Musica y ópera y Teatro relativos a los años 2020, 2021 y 2022.

         En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Lucina Jiménez, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), fue la encargada de abrir el acto, recordando que el retraso de entregas se debió a la pandemia.

Enfatizó al inicio de la ceremonia el significado de las preseas:

         “Son un tributo a quienes hacen de la danza, la literatura, música y ópera, y teatro, su pasión, quienes han entregado su vida a esas disciplinas conviertiendo esos campos en una razón de ser, les agradecemos cómo han contribuido al arte… Quiero dar las gracias también porque su labor ha sido fundamental y parte de la memoria viva contemporánea del arte en México, nuestro País se honra con la creación que han realizado”,

         En seguida mencionó el deceso del escenógrafo Alejandro Luna, para quien pidió un minuto de aplausos por su larga trayectoria, y de quien recordó habrá homenaje este viernes al mediodía. Después se hizo una breve lectura de “Flor de piel”, de Sandro Cohen (1953-2022), en homenaje a ese poeta quien recibió medalla en homenaje póstumo en la categoría de “Literatura”, disciplina en la que también se reconoció la labor de Sergio Mondragón (2020), Ignacio Solares (2021) y Marco Antonio Campos (2022).

         Las correspondientes a teatro son para Luisa Huertas (2020), Berta Hiriart (2021), Claudio Valdés Kuri (2022) y Ximena Escalante (2022).

         En la categoría de danza se entregó la presea a Jorge Domínguez Cerdá (2020), María Antonieta Gutiérrez Casas La Morris (2021) y Manuel Hiram (2022).

         Los reconocimientos en música y ópera fueron para Ana Lara (2020), Ricardo Gallardo (2021) y Alicia Torres Garza (2022).

         A lo largo de poco más de dos horas cada artista tuvo una breve presentación, y algunos dijeron, sin micrófono, breves palabras de agradecimiento al recibir diploma y medalla en el estrado. La ceremonia completa se puede ver en la página de Facebook de la Secretaria de Cultura federal.

Campos: Dar lo mejor de sí

En entrevista previa a la entrega, el poeta, narrador, ensayista y traductor Marco Antonio Campos (Ciudad de México, 1949) aseguró sentirse emocionado y satisfecho por la distinción, en especial porque viene de una comisión interna que decide a los galardonados, “porque si uno compite o queda en segundo lugar, puede hacer corajes –dijo con buen humor–, de ahí que las medallas siempre sean una sorpresa para el que la recibe”.

         El autor del Diccionario Lopezvelardeano (2020) afirmó que seguramente colocará su presea en algun lugar especial, aunque eso sí, con la humildad muy firme:

         “La medalla era algo que desde hace tiempo me hubiera gustado tener porque vi cuando se la dieron a mis amigos Juan Gelman, Hugo Gutiérrez Vega, Victor Sandoval, Francisco Hernández… todos están en esa lista y me resulta grato acompañarlos…

         “Las respuestas de los amigos en llamadas y mensajes también son satisfactorias, te hacen sentir que después de todo no ha estado tan mal la vida literaria, la trayectoria”.

         Y sobre el significado de recibir premios y la escritura, recordó:

         “Algo que decía un contemporáneo de Maquiavelo, Francesco Guicciardini: ‘Las distinciones no sirven para nada, pero es mejor tenerlas’. Y así uno sigue su camino, lo único que quisiera es terminar unos cuatro o cinco libros más en el transcurso de la vida y que los lectores los juzguen buenos.

         “Sabe, se llega a una cierta edad en donde se cuida a sí mismo, cuida más que nunca las palabras, frases, ritmos, tanto en la prosa como en la poesía, pues la primera tiene su propia música también. Desde hace unos años uno revisa más, cuida más su trabajo para evitar descuidos; es ahora que pasado los setenta años creo que se debe de dar a la imprenta lo mejor que pueda de sí mismo, escribir lo mejor posible”.

         En cuanto a sus planes para 2023, Campos acaba de culminar un libro de ensayos y, tras ocho años, uno de poemas.

         “Sobre esto último –comenta– en algo coincidiría con José Emilio Pacheco: que los libros de poesía debían publicarse cada cinco año porque si no se repite al infinito. Lo peor es plagiarse a sí mismo, hay mucha gente que no se da cuenta y que cada año publica un libro de poesía. Yo me quedo aterrado; ni Neruda era capaz de hacer eso. Cuando comenzó a publicar consecutivamente era muy disparejo.

         “Por eso hago énfasis en el cuidado que se debe tener, debe haber en el caso de la poesìa una autocrítica verbal para no repetirse, y una autocrítica del alma para que esos sentimientos que uno tiene no sean los mismos y varien de seis a ocho meses y escribir algo distinto, uno no es Dante Alighieri”.

         –¿Cómo lograr esto último? 

–Hay que dedicarse dentro de los propios límites, uno no va a ser ni fue Borges ni Octavio Paz o Paul Valéry, pero hay que luchar. Eso sí, me puedo jactar de dar lo mejor posible, si es bueno o malo eso lo juzga el lector, lo único que puede decir el propio escritor de sus escritos es si le satisfacen o no. Terminar un libro hasta donde dice “ya no puedo más”, “no sé cómo corregirlo más”. Pasado un tiempo, 10 años, uno vuelve a hacer apreciaciones, pero en el momento en que terminó y publicó no daba más. El cuento, la crónica deben ser como escenas como “objetos orbiculares”, como decía Juan José Arreola: perfectamente redondos.

         Y culmina: “Yo no puedo contestar qué es la literatura o poesía, pero sí puedo decir cómo hago un poema, un cuento o un ensayo, lo que va variando también de persona a persona”.

Comentarios