CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El dispositivo escénico Civil que presenta Un Colectivo es una propuesta teatral interactiva eficaz y brillante para reflexionar acerca de la militarización que está sucediendo en nuestro país.

Un Colectivo, que trabaja en León, Guanajuato, y sus alrededores, presentó la obra en 2020 en el Teatro María Grever de esa ciudad, y ahora nos deslumbra en el aniversario 50 del Festival Internacional Cervantino.

Con una intensa investigación y materiales diversos, pone en las manos del público temas y actividades para observar, desde diferentes perspectivas, lo que implica la militarización, el papel de los soldados en las calles, el efecto que causa entre los civiles y la no resolución de situaciones de violencia, sino su agravamiento.

Un Colectivo nos pone a jugar a los soldaditos y a participar, sin invadir el espacio personal, en una serie de actividades creativas para conocer, opinar y darnos cuenta de lo que está sucediendo. Jugamos individualmente o en equipos cambiantes para al final compartir, alrededor de un mantel, como si fuera mesa, nuestras impresiones y vivencias con respecto al Ejército y la Guardia Nacional.

El tema es más que oportuno ahora que temblamos al saber que también la Guardia Nacional estará en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, dejando de ser civil e impidiendo que se haga justicia cuando cualquier miembro del Ejército falta a los derechos humanos mínimos de los mexicanos, al pasar a ser juzgados por ellos mismos.

Iniciamos el recorrido con el proceso de solicitud para enlistarse en el Ejército y obtener tu cartilla. Frente al espejo te arreglas para la foto y otros hasta se cortan la barba. Te piden que escribas los motivos para enlistarte y se escuchan testimonios de soldados expresando las razones de por qué desean integrarse a sus filas. Con los discursos de Felipe Calderón –que en 2006 sacó al Ejército a las calles y que se ha comprobado que eso no ha llevado a disminuir la violencia–, se hicieron otros discursos. Los discursos se deconstruyen en palabras sueltas para formar frases e ideas pegadas con imán, que hablen desde otra perspectiva y permitan imaginar otras formas de concebir principios u objetivos para construir la paz.

Un Colectivo, encabezado por Sara Pinedo y Cuauhtémoc Vázquez, responsables también de la dramaturgia, y Vázquez de la dirección, hace confluir a otros creadores: Brian Smith Hudson y Cristian Araneva, para diseñar la experiencia, además de otros colaboradores que se unen para poner en la mesa de la discusión la función del Ejército mexicano y la Guardia Nacional. El trabajo anterior del grupo en comunidades de Guanajuato enriquece esta propuesta colectiva hecha por ellos y por los que participan en cada acción escénica.

Además de saltar de un sí a un no o un no sé, cada vez que preguntan algo sobre el “yo” ante los soldados, nos lanzan a la ejemplificación más concreta de cómo nuestro país se está llenando de militares sin que se vea que disminuye la violencia. Divididos en cuatro equipos con color y dados, vamos llenando el mapa de soldaditos de plástico a partir de cifras y datos de momentos cruciales en donde se han desplegado militares en diferentes estados y regiones de la República Mexicana. Quedamos escandalizados al corroborar cómo llenan el mapa, a sabiendas del rechazo de la ONU y las recomendaciones hechas por la Comisión de Derechos Humanos por su participación en desapariciones, tortura, violaciones y ejecuciones extrajudiciales. En Guanajuato, por ejemplo, hay casi 10 mil efectivos en activo, como se señala en la Plataforma por la Paz y la Justicia que agrupa proyectos académicos y sociales en favor de las víctimas.

Civil es una instalación escénica interactiva que, con gran creatividad e ingenio, invita a cuestionar el discurso oficial y ponerse del lado de los habitantes de este país que se encuentra en el momento crucial en que los militares cobran cada vez más poder.

Crítica publicada el 6 de noviembre en la edición 2401 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.