CONTRAPLANO

“El Poderoso Victoria”: magia y esperanza

En los años 30, los habitantes de La Esperanza se enfrentan a que su pueblo desaparezca luego de que se anuncia la suspensión de la corrida del tren.
viernes, 25 de noviembre de 2022 · 19:23

MONTERREY, N. L. (apro).– Un pueblo de gente noble y trabajadora agoniza. Se anuncia la suspensión de la corrida de ferrocarril, en torno a la cuál gira la economía local.

Indispuestos a dejarse derrotar, los habitantes se unen para emprender un proyecto que parece descabellado: construir su propia locomotora, para que se mantenga con vida el único nexo que tienen con la remota ciudad.

En "El Poderoso Victoria" (2022), su ópera prima, el director y guionista Raúl Ramón sorprende con una propuesta inusual para la cinematografía mexicana, mediante una producción grande, de temática singular y con un casting de ensueño.

Damián Alcázar, Edgar Vivar, Luis Felipe Tovar, Roberto Sosa, Said Sandoval, Joaquín Cosío, Gerardo Oñate, José Sefami, Daniel Martínez, Adal Ramones, Lorena de la Torre y Alonso Echánove se reúnen en esta comedia familiar con toques de drama, sobre la fuerza imbatible de la unidad.

La cinta es de época, ubicada en los años 30, en un punto de la región árida del norte del país, donde sus apacibles pobladores enfrentan dramas típicos, con los que sobrellevan sus vidas rutinarias.

La notificación de la desgracia social que se avecina hace que todos rompan con su monotonía, para acometer una empresa imposible. Es más o menos lo que le ocurrió al director, que luego de casi una década de buscar financiamiento para este proyecto, ante la negativa de los respaldos oficiales, encontró financiamiento en entidades privadas que hicieron realidad lo que parecía una locura: es difícil vender una película que te haga sentir bien. No es gratuito que el pueblo de la historia se llame La Esperanza.

Como una forma de romper con la inercia del cine mexicano de comedias románticas y dramas sociales ominosos, Ramón se va hacia el optimismo, con un delicioso aderezo de realismo mágico que, en un vuelco espectacular del desenlace, fractura felizmente el tono sobrio del guion. A veces se requiere un chispazo de fantasía para que los sueños se cristalicen y los anhelos se cumplan.

Los lugareños liderados por Federico (Alcázar) descreen de ellos mismos. Se sienten tan insignificantes en ese rincón apartado del mundo que consideran una locura la idea de construir, de la nada, un transporte de pasajeros que se desplace por las paralelas en un recorrido de larga distancia.

Los planes se complican por la intervención de un ambicioso empresario que, inescrupulosamente, quiere desaparecer la ruta y para ello emplea al malvado Tuerto (Tovar), un villano caricaturizado, que se encarga de sabotear los esfuerzos de la comunidad unida.

La producción hizo un gran trabajo de arte. Se recrean con precisión los atavíos y la arquitectura de la época. El pueblo es limpio y sus habitantes viven en la corrección, como si estuvieran dentro de un cuento navideño. Pero de eso se trata el discurso, en el que se enfatizan los beneficios de ser honesto, bueno, generoso, solidario.

Con una buena labor de investigación y documentación, se utiliza con precisión la jerga de las locomotoras, a las que se les presenta como armatostes reverenciados que significaban progreso. El pueblo sería fantasmagórico, si faltara el mítico tren, que trae gente, productos y prosperidad.

Estrenada en cines y hecha para el disfrute de la pantalla grande, toda la película es un jugoso espectáculo visual que tiene en su último acto drama aventura, riesgo y mucha magia.

Como obvia metáfora, la película mueve a suponer los logros superiores a los que podría aspirar México, si la ciudadanía trabajara unida.

En el microcosmos de La Esperanza hay un largo recordatorio de los alcances de la fe y el surgimiento de los milagros en las horas oscuras.

"El Poderoso Victoria" es una oportunidad poco frecuente de ver cine mexicano en familia.

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