CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Luego de algunas semanas en donde se reportó su estado de salud como delicado, e incluso algunos medios especularon su muerte, el deceso de Pablo Milanés a los 77 años, ícono de la Nueva Trova cubana, deja en luto no solo a una isla caribeña sino a toda América Latina.

Tras conocerse su hospitalización en Madrid, España, país que en el que residía desde 2017 debido a un tratamiento por una enfermedad oncohematológica, el artista siempre reconoció a España y México como sus ‘segundas casas’, y esto lo refirió en distintas ocasiones como en 2011 con motivo de una presentación en el Auditorio Nacional:

“Tengo dos casas fuera de mi gran casa, que es La Habana: España y México, que me albergaron con los brazos abiertos, hace más de 30 años, y por lo que estoy eternamente agradecido”, además de referir sobre que al público nacional que “le tengo un amor entrañable y una emoción”.

Esa sensación se quedó en pausa en días pasados, pues aunque el compositor de ‘El breve espacio en que no estás’ y ‘Yolanda’ tenía programado al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el 25 de septiembre con motivo de su Tour Días de Luz, dicha fecha se reprogramó debido a su estado de salud para este 30 de noviembre, esa y otra más cercana en la isla de Santo Domingo finalmente se cancelaron en días previos debido a su estado de salud.

Sobre su deceso Waldo Leyva, Agregado Cultural de Cuba en México refirió al editor de Cultura de Proceso, Armando Ponce:

“La obra de Pablo Milanés, forma parte fundamental de la tradición musical de nuestro país y de la cultura de nuestra América. Supo expresar, en sus canciones, como lo hicieron Sindo Garay, Corona Lecuona, Portillo de Luz, José Antonio Méndez, la esencia de lo cubano. Su creación nos pertenece”.

También el compositor y columnista de 'Música' en este semanario, Eduardo Soto Millán, detalló:

"Parafraseando a Pablo Milanés. Pablo, Pablo, canta autor mayor junto con Silvio, ahora que te has ido, propongo compartir aún más lo que es tu empeño y el empeño de muchos que se afanan. Propongo tu entrega apasionada cual si fuera a cumplir tu último sueño en el breve espacio que ya no habitas, porque tus canciones, que se volvieron himnos, son la razón de muchos, y la razón de un corazón amoroso, y su voz, disidente, voz de la esperanza".

Mientras que Poncho Figueroa, bajista de Santa Sabina, en textos enviados a Roberto Ponce, Coordinador de Espectáculos de Proceso, apuntó:

“Sin Pablo, como le conocía la gente, nada de lo que conocemos como Nueva Trova, Canto Nuevo, Rolerismo, Rupestrismo sería lo mismo… Milanés, por darle mil formas ‘el poeta eres tú’”, esto último en un juego de palabras en referencia a la canción “Si el poeta eres tú”, cuya letra dice:

Qué puedo yo cantarte Comandante?
Si el poeta eres tú
Como dijo el poeta
Y el que ha tumbado estrellas
En mil noches de lluvias coloridas eres tú.

Por su parte, Rafael Catana, poeta infrarrealista y cantautor del movimiento Rupestre recordó:

“Conocí a Pablo Milanés en una película en blanco y negro en la época en la que mitificábamos a la revolución cubana como parte del espíritu de la  revolución latinoamericana. Sus canciones son de una finura y una calidez única ¡Era la época que había llegado Sara González, Noel Nicola! ¡Se volvió de una aristocracia de la canción internacional.

“Odie ‘Yolanda’ durante muchos años, después de haber sido éxito pop. ¡No se le extrañara porque quedan sus discos. El disco doble (Pablo querido, 2001) es extraordinario ¡Buen viaje Pablo!”.

También Fernando Híjar Sánchez, musicólogo, productor discográfico y promotor cultural destacó:

“Pablo Milanés representó lo mejor de la Nueva Trova Cubana. Pablito conoció a fono y retomó con plena conciencia el camino de los grandes trovadores de la isla mayor, constituyéndose como el único que le dio continuidad a la canción romántica y el bolero.

“El ‘filing’ (sentimiento) emergió, para bien de todos, de nuevo en su figura. Inmerso en un contexto político, lleno de verdades a medias, mantuvo congruencia con sus principios e ideas revolucionarias. La canción cubana contemporánea y de otras latitudes de nuestra América, no se entenderían si la presencia noble y sincera de este gran hacedor de canciones”.

Milanés en el contexto político, como apuntó Híjar Sánchez, se vio inmiscuido en críticas por su posición revolucionaría, como la de 2011 cuando opositores del gobierno cubano destruyeron sus discos con aplanadora y a punta de martillazos, en rechazo a una de sus presentaciones en Miami, Florida, sin embargo el cantante en más de una ocasión aclaró que era un “crítico del sistema, pero revolucionario y hombre de izquierda”.

Apenas en mayo pasado Haydée Milanés, hija del cantautor, presentó su disco ‘Delux ed Amor” a dúo con su padre, en el cual le rindió tributo en Lunario del Auditorio Nacional, el segundo de dos discos que hicieron en mancuerna padre-hija, luego del disco ‘Amor’ de 2017.

Hasta el cierre de esta nota, y sin mayor mensaje de por medio, las redes sociales del compositor solo publicaron una imagen de Milanés con su fecha de nacimiento y deceso: 1943-2022.