Oaxaca
El pintor zapoteco José Ángel Santiago, un rastreador de la africanidad en México
En la muestra “Neza / El Camino”, que forma parte del XXVI Festival Afrocaribeño se puede observar la utilización de materiales de uso común o milenario, como la cerámica o los pigmentos minerales, para crear piezas que reconocen el legado africano de los sustratos culturales del sur del país.OAXACA, Oax. (apro).– El XXVI Festival Afrocaribeño se centra en observar las huellas de la africanidad a través de objetos, utensilios y hábitos que dan cuenta de la permanencia, la esclavitud y la segregación histórica, sin olvidarse de su obsesión por los colores, los matices y la materia plástica.
El artista zapoteco (Juchitán, 1990) presentó su última exposición en el Centro Cultural Ataranzas, en el estado de Veracruz, donde, debido a la naturaleza del festival, Santiago integra una reflexión en torno a los avatares de las culturas afrodescendientes.
En su muestra también resalta otros temas que han sido reflexionados a través de su trabajo de manera constante, como las formas naturales, los fenómenos estelares, la cosmovisión de la cultura zapoteca y la cultura visual propiciada por los fenómenos sociales. Para este joven creador la realidad es una mezcla entre el reino animal, el vegetal y el humano.
Así, en un todo que se resume a través de piezas en diferentes formatos y técnicas, en “Neza / El Camino” se puede observar la utilización de materiales de uso común o milenario, como la cerámica o los pigmentos minerales, para crear piezas que reconocen el legado africano de los sustratos culturales del sur del país.
Jaime Moreno Villarreal, en su texto de muro para esta exposición, sostiene que Santiago es “un rastreador”, pues su trabajo consiste en la investigación y recolección de objetos e ideas que tienen una clara manifestación histórica y cultural, y que la materia plástica le sirve para fundir y difundir estos datos a través del arte.
Sus “Tinajas / Fuente”, una serie de cerámicas que invocan a las ollas utilizadas para guardar el agua potable en el Istmo de Tehuantepec de su infancia, pueden ser vistas como una reflexión sobre la pérdida, la contaminación y el uso desmedido del agua dulce en México. Fue precisamente el agua uno de los hilos conductores para esta exposición, quizá porque el tema del festival trató sobre la gastronomía y sus relaciones culturales.
“José Ángel rastrea los relatos del origen, las heterogéneas nociones del tiempo, las tradiciones remotas, incluso arcaicas de los grupos con los que se halla. Inquiere sobre la relación de cada grupo con la tierra, el agua y los cultivos, con los animales y con las estrellas, identifica costumbres compartidas y aun rasgos lingüísticos, atisba en concepciones del mundo sólo expresables a través de formas dialectales”, anota Moreno Villarreal.
Además, sostiene que “su obra es la de un estudioso y un renovador”, de las tradiciones de los pueblos originarios.
Todas las piezas expuestas en “Neza / El Camino” fueron hechas específicamente para este espacio. La totalidad de las pinturas están realizadas en la técnica del fresco, una técnica que el artista ha utilizado en los últimos años de modo consistente, sosteniendo que el fresco permite un equilibrio entre el fondo y la forma, entre la durabilidad y plasticidad, y los temas que le interesan de modo personal y los que atañen a las minorías naturales y humanas, la ecología y los territorios autónomos y originarios.
La obra de José Ángel Santiago ha sido expuesta en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, en Galería Quetzalli y en diversos museos y ciudades del territorio mexicano, así como en Inglaterra, Marruecos, Estados Unidos, Vietnam, Indonesia, Tailandia y otros países del Sudeste Asiático.
Hace un par de años el artista zapoteco residió en la Villa de Arts, en Rabat, Marruecos, y recientemente obtuvo el Premio de Nueva Pintura Mexicana en Reino Unido.