Escritor

Murió el escritor aguascalentense Alejandro Sandoval

Fue Premio Poesía Joven de México 1974, Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 1982 y en 1997 obtuvo el Premio “El Barco de Vapor” de literatura para niños.
jueves, 13 de octubre de 2022 · 19:27

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En un escueto comunicado, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) dio a conocer el fallecimiento del poeta y narrador Alejandro Sandoval, a través de su cuenta de Twitter.

La dependencia de Literatura del INBA, a cargo de la escritora Leticia Luna, manifestó en obituario:

“El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y la Coordinación Nacional de Literatura lamentan el fallecimiento del escritor Alejandro Sandoval (1957-2022). Enviamos nuestras más sentidas condolencias a su familia, amigos y a la comunidad literaria”.

Fue Premio Poesía Joven de México 1974, Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 1982 y en 1997 obtuvo el Premio “El Barco de Vapor” de literatura para niños. En diciembre de 2013, el INBA organizó el “Encuentro Internacional de Poesía Enriqueta Ochoa” para recordar a la poeta mexicana Enriqueta Ochoa, en su quinto aniversario luctuoso. En él participó Sandoval y en la parte musical, Benjamín Anaya, quien expresó a Proceso lo siguiente:

“Alejandro Sandoval fue un ejemplo de la capacidad que la poesía también tiene para la expresión puntual de los asuntos humanos y cotidianos”.

 Editor, compositor, historiador, fotógrafo y colaborador del semanario Proceso, Benjamín Anaya agregó:

“Eso lo pude personalmente apreciar durante los muchos años que nos unió una amistad entrañable y en los que cada palabra suya tenía un encanto afable y generoso, mientras compartíamos actividades culturales y el gusto por la poesía junto con su inseparable compañera escritora Marianne Toussaint, ganadora del Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines, y sus talentosas hijas Alejandra, Sofía y Julia”.

Conforme a la información del INBAL, Alejandro Sandoval Ávila nació en la ciudad de Aguascalientes el 23 de septiembre de 1957. Estudió Filología Hispánica en la Universidad Central de Cuba y fue presidente de la Asociación de Escritores de México y miembro del Consejo Directivo de la SOGEM. Textos suyos han aparecido en revistas y suplementos culturales de México, España y Cuba, realizándose comentarios críticos sobre su obra en publicaciones de Sudamérica, Alemania y los Estados Unidos. Su obra para niños ha sido traducida al portugués y sus poemas al inglés.

Pese a que no se ha informado las causas de su deceso, trascendió que el poeta sufrió una caída la madrugada del jueves 13 de octubre.

El beneficio de la lectura

Tras la aparición de uno de sus últimos libros, en julio de 2016, el reportero Roberto Ponce lo entrevistó para el artículo “Alejandro Sandoval y la literatura fantástica infantil”, que comenzaba así: 

“Seguro de los beneficios que proporciona la lectura desde una edad temprana, el poeta Alejandro Sandoval Ávila publica en Pearson Educación de México su nueva noveleta fantástica de 141 páginas para niños: “Ante la mirada de Jujú”, con ilustraciones de Richard Zela, casi dos décadas después de su primera narración infantil “Un elefante sin circo” (Conaculta, 1997).

 “Sandoval rememora que ya casado con la también poeta Marianne Toussaint y siendo funcionario público del gobierno del Distrito Federal, se enteró de una increíble historia sobre un elefante que vivía en el tercer piso de una unidad habitacional de los Culhuacanes en Coyoacán, “y yo barajaba cómo escribirla, si cual teatro del absurdo o como un cuento cortaziano”.

“Hasta que una tarde sabatina me quedé cuidando a nuestras dos primeras hijas, Alejandra y Sofía, quienes entonces tenían ocho y seis años, y también me dejaron a las niñas de las escritoras Myriam Moscona y Claudia Hernández del Valle-Arizpe, mientras sus mamás se iban de compras, y de pronto se me ocurrió contarles sobre este elefante que habitaba ese edificio…

 “A la semana siguiente mis hijas me pidieron: ‘Oye papá, cuéntanos de nuevo la historia del elefantito’. Entonces supe que aquella historia había que escribirla para niños y publiqué Un elefante sin circo… Así fui alternando historias para niños con poesía o narrativa, según la musa me dicta. Mis libros infantiles han corrido con bastante suerte.”

 Destacaron sus volúmenes “La travesía de los elefantes”, “Una mona en casa, Jerónimo y su elefanta”, “Archibaldo”, “La noche es un tren”, “Como pollos ¿y gatos?” 

 –En la contraportada de “Ante la mirada de Jujú” se mencionan dos influencias determinantes: Selma Lagerlöf con “El maravilloso viaje de Nils Holgersson”, y a Antoine de Saint-Exupéry con “El principito”.

 –Sí, “El principito” es de mis libros capitales, lo he releído varias veces, algún día me gustaría escribir algo que remotamente despierte las emociones que me inspira su lectura. Y “El viaje de Nils Holgersson” es otro de los que leí de muy joven, pues me lo regaló mi papá. “Apenas aprendí a leer y a escribir, lo primero que él me obsequió fueron los Cuentos completos del danés Hans Christian Andersen y luego me arrimó a Guy de Maupassant. Con mi abuela fue responsable de mi vocación.”

 Su padre fue el poeta, también de Aguascalientes, Víctor Sandoval, quien además fue director del Instituto Nacional de Bellas Artes. Sandoval Ávila solía asistir a talleres literarios en San Luis Potosí con José de Jesús Sampedro, Manuel Donoso Pareja y Juan Villoro.

Sandoval nació en Aguascalientes el 23 de septiembre de 1957.

“A mi hija Alejandra Toussaint –contaba-- le regalaron una maravillosa perra setter irlandesa roja llamada Casandra, y fue a comprarle una perrera grandota, muy cara, bellísima y de maderas importadas, tal cual se describe en el libro; pero la perra no quería entrar ahí y no había manera de convencerla…

“En casa tenemos una mesa creativa, como le nombro, pues allí inventamos relatos con mi mujer Marianne y mis tres hijas: Alejandra, que es actriz; Sofía Valtus, la coreógrafa, ¡y la más chavita que es Jujú! Siempre platicamos de nuestras actividades artísticas ahí, y una vez salió a relucir esta historia, cuando alguien mencionó: ‘No, lo que pasa es que Casandra no quiere entrar pues en las maderas de la perrera habitan duendes de tierras lejanas.’

“De varias maneras lo que sucede en el relato de Jujú ocurre en mi casa: hay una mamá quien cree en duendes, cosas místicas y esotéricas, como Marianne; pero el papá –que soy yo– difícilmente cree esas ondas…”

Jujú es una voz que Sandoval halló entre sus curiosidades africanas, toda vez que la cultura del continente negro lo cautivó.

 

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