Festival Avándaro

Los 50 años del Festival Avándaro serán conmemorados con actividades virtuales

Ricardo Antonio Macías González, joven productor e integrante del Comité Organizador del 50 Aniversario del Festival Avándaro, comentó que buscaban celebrar “en grande” una tocada en el espacio al aire libre de Avándaro, Estado de México; sin embargo, la pandemia contuvo los preparativos.
domingo, 5 de septiembre de 2021 · 13:11

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– A 50 años del Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, algunos fundadores y nuevos valores generaciones se unirán para “honrar y dignificar” la escena del género rebelde nacional, con una serie de actividades virtuales los días 11 y 12 de septiembre.

En charla para APRO, Ricardo Antonio Macías González, joven productor e integrante del Comité Organizador del 50 Aniversario del Festival Avándaro, comentó que buscaban celebrar “en grande” una tocada en el espacio al aire libre de Avándaro, Estado de México; sin embargo, la pandemia contuvo los preparativos. Dijo Macías: 

“50 años no son nada a la ligera… La dificultad en hacerlo presencial es por materia sanitaria, era complicado, hoy lo haremos virtual por ser consecuentes en nuestros valores y principios.”

Con optimismo señaló que la alternativa saltó al internet y así alcanzó una mayor audiencia, toda vez que la mayoría de los mexicanos “vivimos en un mundo tecnológico, queremos que la gente se conecte y escuche experiencias desde casa”.

A su vez, Vannesa Bohórquez López, titular de la Secretaría de Cultura capitalina, dijo que el 50 aniversario de Avándaro “es una fecha muy importante de la apertura, de la búsqueda de otras formas de comunicación, de música y relaciones, que los jóvenes lograron sumando más de 250 mil personas, y empezó a cuestionar los abusos de la autoridad. Esos cuestionamientos 50 años después abrieron cancha a realidades, a espacios abiertos; son derechos ganados que le costaron la vida a gente el 2 de octubre del 68 y en ‘El Halconazo’”.

La conmemoración de Avándaro, manifestó Bohórquez, “abre la posibilidad hacia más actividades enfocadas al rock “y va a dar para más espacios, donde también se llegue a los espacios públicos tan necesarios y que también son victorias ganadas, por lo cual que no hay que dejarlas”.

Rock y verbos

El público en general podrá acceder gratuitamente a la conmemoración de una noche que desató hace medio siglo la prohibición de eventos de rock masivos por el presidente Luis Echeverría, señalado como el responsable de la mascare de Tlatelolco y el Halconazo de Corpus el mismo año de 1971.

Será un encuentro en línea a través del sitio https://www.festivalavandaro.com/ cuya agenda contempla conciertos, así como una larga lista de conversatorios entre especialistas, músicos, rockeros y personajes que participaron en la calca jipiteca del célebre Festival de las Artes Woodstock 1969, en Nueva York.

El programa de conferencias incluye “Así viví Avándaro” (sábado 11 de septiembre, 13 horas), con la inolvidable Maricela Durazo (Tequila), Armando Nava (Dug Dug’s), el vocalista Sergio “Keko” Figueroa (Tinta Blanca, Jurassic Rock) y el pianista Lalo Toral (Los Yaki, El Tri). Será moderada por el periodista rockero buena onda Ricardo Bravo, de la Fonoteca Nacional.

También se escuchará “Sobrevivencia del rock mexicano” (domingo 12 de septiembre, a la misma hora), dando pie a un diálogo entre Alex Ruíz (Rock and Roll Circus), el bajista Tony Méndez (del grupo Kerigma y dueño de Rockotitlán), Tenoch Ramos (Newspaper), más los productores rupestres Jorge y “Toño” Pantoja, fundadores del Tianguis Universitario del Museo del Chopo (UNAM). 

El extenso programa de pláticas contempla figuras como el tecladista y compositor Guillermo Briseño, directivo de la Escuela del Rock a la Palabra, la magia tijuanense de “El Brujo”, Javier Bátiz, Javier Martín del Campo (La Revolución de Emiliano Zapata) y Alberto Isordia “Pájaro” (Love Army). Asimismo, el requintista Ricardo Ochoa (Peace and Love, Náhuatl, Kenny y los Eléctricos), Dan Koh (Los Daniels), “Piromaníaco” Pendás (Ritmo Peligroso) y Alex Zúñiga (Tijuana No). También Erik Neville (DLD), José Manuel Aguilera (eléctrica de La Barranca), Pascual Reyes (San Pascualito Rey), el solidario bajista “Poncho” Figueroa (Santa Sabina), Ceci Bastida (Tijuana No) y la provocativa Jessy Bulbo (Ultrasónicas).

La Fábrica de Artes y Oficios “Faro Cosmos” en la alcaldía Miguel Hidalgo (calzada México-Tacuba, esquina con Circuito Interior), será escenario sede del desfile de bandas de rock para la transmisión en vivo tanto el sábado 11 como el domingo 12 del mes patrio. 

Música, maestro

El “toquín” por “streaming” ha invitado a los duranguenses Dug Dug’s, Etel, Heavy Nopal, Jessy Bulbo, La Matatena, La Tremenda Korte, Los de Abajo, Riesgo de Contagio y URSS Bajo el Árbol, por mencionar unos cuantos. Por supuesto, el show convoca a las estrellas Javier y Baby Bátiz, aparte de Alex Perales, Entre Desiertos, Javier y Baby Bátiz. Javier Martín del Campo, Lengualerta y Los de Antes. 

Ricardo Antonio Macías González vislumbró que “año con año” se realizará este encuentro rockero para consolidarlo en formato presencial:

“Es toda una celebración, somos afortunados de aprender de esta generación (si bien) no intentamos superar al festival Avándaro de 1971. Queremos darles el espacio que la historia les quitó y silenció a los rocanroleros, es un homenaje de la generación más joven. Como organizadores queremos la unificación y dignificación del rock, abrir espacios, el rock no está muerto, sólo no se le está poniendo la atención adecuada.” 

Por su parte, en entrevista con Luis de Llano Macedo (DF, 1945), reconocido productor de TV y pilar organizativo del Festival en 1971 debido a su labor en Telesistema Mexicano (a la postre Televisa), el creador de la banda Timbiriche aceptó que aunque el festejo “obviamente no será lo mismo”, proyectan “una renovación”; incluso, con la propuesta de que se transforme en una sede rockera el Faro Cosmos “para que el rock reviva y sirva para echar a andar a nuevos grupos y talento”.

Sin pretender competir con festivales masivos de la actualidad, afirma que “yo quiero uno con puro talento mexicano para tener un renacimiento del rock nacional, las empresas que hacen los conciertos grandes los hacen muy bien, incluso estoy envidioso que no haber tenido esas facilidades y la tecnología que hay ahora”. Confía en que “el ave Fénix del rock va a resurgir”, en una estafeta hacia nuevas generaciones “en las redes sociales todos están ahí, es la fórmula de comunicar el rock en estos tiempos”.

Libros de Avándaro    

De Llano apuntó que desde su trinchera y para resguardar los recuerdos publicó su libro de crónicas y fotografías intitulado “Avándaro: 50 años; cuando el rock mexicano perdió la inocencia”.

No obstante, descarta que ambicione realizar un documental al estilo de “Rompan todo” (del productor y rockero argentino Gustavo Santaolalla), pues “Avándaro y México abrieron la puerta el rock, no fue Argentina”.

“Avándaro –dice el prólogo-- fue el reventón, la sorpresa, la identificación, el reconocimiento de todos los que lo hicieron. La música, el rock fue un pretexto, la golosina. Fue el rechazo a la cantina del sábado, a la diversión programada, al paseo donjuanesco de la avenida Juárez, al eterno café insípido de Sanborns, a la cacería sabatina en la Zona Rosa. Fue el rechazo a la costumbre, al Manuel de buenos modales de Carreño, al ‘Selecciones del Readers’, a la página de sociales. Fue un hueco en el tiempo que dejó ver otra realidad.”

Incluye “Mi tragedia musical en cuatro movimientos” con “Primer movimiento: Preludio y Sonata”, “Segundo movimiento: Allegro”, “Tercer movimiento: tocata”, “Cuarto movimiento: adagio y fuga”; además de “Memoria fotográfica 2”, “Crimen y castigo: las secuelas del avandarazo”, “Ríos de tinta negra, roja, blanca y amarilla”, “Testimonios de leyenda”, “Los hijos de Avándaro”, “Rock y rejas”, “Los archivos perdidos de Avándaro 71”, “Avándaro 50 años, redescubriendo el mito” y “Posdata”. Luis de Llano Macedo compartirá más sobre Avándaro durante la presentación que, con Ediciones del Lirio, planea realizar el 11 de septiembre en el Estado de México, donde todo ocurrió. (https://youtu.be/lVKPDtl5c1E)

El propio De Llano realiza el prólogo de otro libro: “Yo estuve en Avándaro. El Festival que silenció a México”, de Trilce Ediciones, con texto de Federico Rubli K., fotos de la reportera gráfica y artista de la lente Graciela Iturbide, e introducción de Justino Compeán.

“Yo estuve en Avándaro” es el primer libro publicado que abordó el tema del festival que se convirtió a nivel comercial y cultural en el punto de referencia de la generación jipiteca, que desde entonces se identificó por su forma de vestir, hablar, laborar. Muchas artesanías se desarrollaron en forma paralela y las industrias en torno al rock proliferaron. Gracias a Avándaro la cultura del rock se difundió cada vez más y amplió sus formas de expresión cultural, por ello se ha defendido la premisa “el rock es cultura”.

El volumen es el testimonio de quienes estuvieron en un día de rock, de hermandad y aliviane, en donde los únicos protagonistas fueron los jóvenes y la música. El “avandarazo” como Luis de Llano dice, “es donde la juventud de la década de los sesenta que se caracterizó por su audacia, rebeldía y anti-convencionalismo, se reunió para presenciar el concierto de Bandido, La División del Norte, El Amor, Epílogo, Tinta Blanca, Dug Dug’s, Peace and Love, El Ritual, Mayita y Los Yaki, Three Souls in My Mind, Tequila y la Fachada de Piedra de Guadalajara”.

Federico Rubli K. es un destacado economista egresado del ITAM, con posgrado en Columbia University en Nueva York. Formó una larga trayectoria en el Banco de México. Ha publicado múltiples artículos y libros. En su juventud, acudió con unos amigos al Festival de Avándaro, años después escribió su testimonio e investigó sobre el Festival que marcó un antes y un después en la historia del rock en México

(con información de Roberto Ponce).

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