Tren Maya
Fonatur y Unesco crean un Consejo Científico-Cultural para el Tren Maya
La Unesco y el Fonatur anunciaron la creación de un Consejo Científico-Cultural que promoverá el desarrollo económico inclusivo y el fortalecimiento de las industrias creativas, así como la sostenibilidad ambiental.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al tiempo que una organización maya reclamaba por el alto costo del llamado Tren Maya, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) respaldaba el megaproyecto gubernamental al establecer, junto con el Fondo Nacional para el Fomento al Turismo (Fonatur), un Consejo Científico-Cultural.
Durante el acto de instalación de este órgano, el representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, destacó que se trata de un “mecanismo importante de acompañamiento porque articula las temáticas que trabaja la Unesco en este proyecto: el desarrollo económico inclusivo, el fortalecimiento de las industrias creativas, la salvaguarda cultural, la sostenibilidad medioambiental, la comunicación institucional, y otros, que están basados en la toma de decisiones por la evidencia científica”, informó la Secretaría de Cultura (SC) del gobierno federal a través de un comunicado.
Vacheron agregó: “Este consejo asegurará la sistematización del conocimiento, de forma transparente, al tener orientación en materia educativa y los compromisos que ha tomado México con la Unesco, con todos los actores pertinentes de gobierno, academia y sociedad civil”.
El titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, destacó a su vez que el consejo promoverá que dependencias federales, instituciones académicas y sociedad civil den seguimiento a los resultados de la colaboración entre la Unesco y el Fondo, para asegurar la pertinencia “y el impacto de estos en el proyecto prioritario Tren Maya”.
Estuvo presente la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quien manifestó que la participación de su dependencia en el proyecto del tren “es una actividad constante y prioritaria”, y aseguró que el fin de “un proyecto de infraestructura tan importante” es preservar la cultura de la región donde transitará, y por ello su misión es divulgar, investigar y salvaguardar el patrimonio.
Si bien, como reportó la corresponsal de Apro en Mérida, Rosa Santana, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal (que insistió este día en su exigencia para cancelar el proyecto, cuyo costo es de 170 mil millones de pesos, y destinar la inversión a la atención de la pandemia) reclamó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la opacidad en el manejo del patrimonio arqueológico hallado en los cinco tramos de la ruta del tren, que asciende a más de 10 mil vestigios.
Según el comunicado de la SC, el Consejo de la Unesco y Fonatur está formado por 16 miembros permanentes, entre los cuales se encuentran la propia Unesco y Fonatur, las secretarías de Cultura, Turismo, Medio Ambiente y Recursos Naturales, y Relaciones Exteriores, así como los institutos nacionales de los Pueblos Indígenas, de la Economía Social y el INAH, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, además de representantes de la sociedad civil y el sector académico del Sureste de México.
Sus propósitos son: diseñar una estrategia de turismo cultural del proyecto a 20 años, para promover la creación de productos y servicios turísticos, que propicien la comprensión, apreciación y sostenibilidad de las manifestaciones culturales locales, a fin de promover la participación de las comunidades, grupos e individuos.
Fortalecer las actividades productivas tradicionales con alto valor cultural y medioambiental como medios para el desarrollo económico inclusivo, mediante talleres participativos para la elaboración de modelos que permitan a dichas actividades posicionarse a nivel nacional.
Mapear el patrimonio histórico en el área de influencia de las estaciones del Tren Maya en colaboración con la SC y el INAH, y elaborar recomendaciones para su conservación.
Examinar con comunidades y pueblos las expresiones de su patrimonio cultural inmaterial para elaborar inventarios y planes de salvaguardia que les den sostenibilidad y las protejan.
E identificar y analizar el impacto de las prácticas productivas de mayor relevancia económica y social en las zonas núcleo, amortiguamiento y de transición de las Reservas de la Biosfera.