Luisa Josefina Hernández
Aniversario de Luisa Josefina Hernández
Una dramaturga con un largo recorrido en el teatro desde la dramaturgia y como docente. De la generación de Emilio Carballido, Rosario Castellanos y Jorge Ibargüengoitia, fue alumna de Rodolfo Usigli, quien la reconoció dejándole su cátedra de teoría dramáticaCIUDAD DE MÉXICO. (apro).-El 2 de noviembre la escritora Luisa Josefina Hernández celebró sus 92 años, y el teatro mexicano reconoce su trabajo como dramaturga y novelista que ha dejado obras de teatro que en la actualidad se siguen representando.
Justamente hace unos años el Premio Nacional de Dramaturgia otorgado por el INBA lleva su nombre, y este año fue una vergüenza para el teatro que se declarara desierto. Es imposible que no hubiera entre los más de 100 textos concursantes uno, y seguramente muchas más propuestas dramatúrgicas contemporáneas que responden a los diversos movimientos del teatro del siglo XXI y no a parámetros del siglo pasado.
Luisa Josefina Hernández es una dramaturga con un largo recorrido en el teatro desde la dramaturgia y como docente. De la generación de Emilio Carballido, Rosario Castellanos y Jorge Ibargüengoitia, fue alumna de Rodolfo Usigli, quien la reconoció dejándole su cátedra de teoría dramática que impartía en el Departamento de Teatro de la UNAM. Luisa Josefina no sólo se dedicó a la escritura teatral, sino que formuló una teoría dramática que partía de los principios de Usigli y Eric Bentley.
Ella, que era docente y directora del Departamento de Teatro, también fue la impulsora, junto con Carballido, de proyectos como la obra Fantoche, dirigida por el venezolano Carlos Giménez –y presentada con sus alumnos en el Foro Isabelino que se tomó en 1973, por lo que finalmente Héctor Azar tuvo que renunciar.
Luisa Josefina Hernández es la dramaturga más reconocida dentro de la generación de los cincuenta. La crítica especializada resalta las cualidades de “una mujer inteligente, talentosa y perspicaz, con un don gratuito de originalidad”.
Como dramaturga, se deja influir por el realismo norteamericano y nos muestra a profundidad historias de personajes trágicos que se rebelan a su destino. Las mujeres, en estos casos, reflexionan, toman decisiones y cambian el curso de su historia o de su conciencia. La calle de la gran ocasión y Los caprichos de Goya son dos obras ambiciosas donde investiga la fragmentación narrativa. En Los frutos caídos, premiada en 1950, propone una estructura dramática poco convencional, y La historia de un anillo es una obra redonda con contenido social. Fue precursora del teatro de protesta latinoamericano, desarrolló un realismo refinado y profundo, y en ocasiones incursionó en el expresionismo y el teatro del absurdo.
La dramaturgia de Luisa Josefina Hernández se caracteriza por la clara estructura que plantea en cada una de sus obras, y el desarrollo de la trama responde correctamente a los planteamientos teóricos de género y estilo del maestro Usigli y de sus personales propuestas. En su tiempo, defendió el género de la pieza que responde perfectamente a la implementación del realismo, que cultivó en la mayor parte de sus obras. La línea que la separa del costumbrismo es muy ligera, y esto puede observarse claramente en Los frutos caídos, estrenada en 1957.
Sobresalen también Los sordomudos, que dirigió Héctor Mendoza en 1953, Botica modelo y Los huéspedes reales. Escribió más de 50 obras de teatro y obtuvo el premio Juan Ruiz de Alarcón en el 2000. Ha sido homenajeada con diversos premios, y hasta podría considerarse importante que un teatro del Centro Cultural del Bosque llevara su nombre.