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Una guerra nuclear global devastarÃa la capa de ozono durante 15 años
En un nuevo estudio, un grupo de cientÃficos exploró cuánto afectarÃa la reducción de la fotoquÃmica a la destrucción del ozono, asà como hasta qué punto el humo protegerÃa la superficie de la radiación ultravioleta.MADRID (EUROPA PRESS).- Las enormes columnas de humo generadas por una guerra nuclear alterarÃan el clima durante años y devastarÃan la capa de ozono, poniendo en peligro la salud humana y el suministro de alimentos.
Un nuevo estudio internacional pinta una imagen aún más sombrÃa de las secuelas de una guerra nuclear global que los análisis anteriores. El equipo de investigación utilizó técnicas de modelado climático por computadora recientemente desarrolladas para aprender más sobre los efectos de un intercambio nuclear hipotético, incluidas las interacciones quÃmicas complejas en la estratosfera que influyen en las cantidades de radiación ultravioleta (UV) que llegan a la superficie del planeta.
"Además de todas las muertes que ocurrirÃan casi de inmediato, los efectos climáticos y los efectos de los rayos ultravioleta serÃan generalizados", dijo en un comunicado el autor principal Charles Bardeen, cientÃfico del NCAR (National Center for Atmospheric Research). "Estos efectos no son locales de donde ocurre la guerra. Son globales, por lo que nos afectarÃan a todos".
Bardeen y sus coautores descubrieron que el humo de una guerra nuclear global destruirÃa gran parte de la capa de ozono durante un perÃodo de 15 años, con un pico de pérdida de ozono en un promedio de alrededor del 75% en todo el mundo. Incluso una guerra nuclear regional conducirÃa a una pérdida máxima de ozono del 25% a nivel mundial, y la recuperación tardarÃa unos 12 años.
Dado que la capa de ozono protege la superficie de la Tierra de la dañina radiación ultravioleta, esos impactos serÃan devastadores para los seres humanos y el medio ambiente. Los altos niveles de radiación ultravioleta se han relacionado con ciertos tipos de cáncer de piel, cataratas y trastornos inmunológicos. La capa de ozono también protege los ecosistemas terrestres y acuáticos, asà como la agricultura.
"Aunque sospechábamos que el ozono serÃa destruido después de una guerra nuclear y eso darÃa como resultado una luz ultravioleta mejorada en la superficie de la Tierra, si habÃa demasiado humo, bloquearÃa la luz ultravioleta", dijo el coautor del estudio Alan Robock, un profesor de ciencia del clima en la Universidad de Rutgers. "Ahora, por primera vez, hemos calculado cómo funcionarÃa esto y cuantificado cómo dependerÃa de la cantidad de humo".
En la década de 1980, los cientÃficos descubrieron que las enormes cantidades de humo de una guerra nuclear enfriarÃan el planeta al bloquear la luz solar entrante, un resultado conocido como "invierno nuclear". También encontraron que una guerra nuclear destruirÃa el ozono debido a reacciones quÃmicas que involucran óxidos de nitrógeno producidos por la bola de fuego creada por la explosión de un arma nuclear.
Sin embargo, investigaciones posteriores sugirieron que el humo también causarÃa pérdida de ozono al calentar la estratosfera, que cambia las velocidades de reacción quÃmica, y al reducir la fotoquÃmica (reacciones quÃmicas causadas por la luz solar).
En el nuevo estudio, los autores exploraron cuánto afectarÃa la reducción de la fotoquÃmica a la destrucción del ozono, asà como hasta qué punto el humo protegerÃa la superficie de la radiación ultravioleta. Calcularon, por primera vez, los efectos combinados de los óxidos de nitrógeno, el calentamiento estratosférico y la fotoquÃmica reducida sobre la quÃmica del ozono estratosférico y los rayos ultravioleta de la superficie resultantes de una guerra nuclear global.
El equipo de investigación combinó cuatro modelos informáticos avanzados basados en NCAR: el modelo del sistema comunitario de la tierra, que simula el clima global; el modelo climático de la comunidad de toda la atmósfera, que simula las regiones más altas de la atmósfera; el Modelo Troposférico de Radiación Visible y Ultravioleta, que calcula la luz disponible para fotólisis y la cantidad de radiación ultravioleta que llega a la superficie; y el Modelo Comunitario de Aerosoles y Radiación para Atmósferas, que proporciona un tratamiento avanzado de partÃculas de humo.
Utilizaron este enfoque de modelado para estudiar dos escenarios. En uno, una guerra nuclear regional entre India y Pakistán produce 5 megatones de humo. En el otro, una guerra nuclear global entre Estados Unidos y Rusia produce 150 megatones de humo.
Los resultados destacaron la importancia de utilizar sofisticadas técnicas de modelado para desarrollar las complejidades de la atmósfera. En el caso de la guerra nuclear global, por ejemplo, las simulaciones mostraron que la inyección masiva de humo en la estratosfera inicialmente enfriarÃa las temperaturas de la superficie al bloquear la luz solar, alterarÃa los patrones de precipitación, protegerÃa al planeta de la radiación ultravioleta entrante y al mismo tiempo destruirÃa el ozono protector. capa. Sin embargo, en unos pocos años, el humo comenzarÃa a disiparse y mucha más radiación ultravioleta llegarÃa a la superficie a través de la capa de ozono disminuida.