Jannik Sinner

Las heridas abiertas del caso Sinner: ¿cómo queda la gestión del dopaje en el tenis?

El manejo del caso Sinner no solo ha desatado la suspicacia de otras raquetas, como Novak Djokovic o Daniil Medvedev, sino que ha abierto grietas en la percepción sobre la lucha antidopaje.
miércoles, 19 de febrero de 2025 · 17:41

Jannik Sinner dio positivo dos veces por Clostebol, un esteroide anabolizante, en marzo de 2024. Pero pudo continuar jugando, ganó dos Grand Slams, se convirtió en número 1 del ranking mundial y ha pactado una suspensión de tres meses que no afectará su posición ni su agenda. ¿Qué hay detrás de una sanción que parece un traje hecho a la medida para la gran estrella del tenis? 

El manejo del caso Sinner no solo ha desatado la suspicacia de otras raquetas, como Novak Djokovic o Daniil Medvedev, sino que ha abierto grietas en la percepción sobre la lucha antidopaje, sobre todo después de que la patinadora española Laura Barquero, positiva también dos veces por la misma sustancia, recibiera una suspensión de seis años. 

“Parece que el resultado puede ser distinto si eres un jugador élite, si tienes acceso a los mejores abogados y demás”. 

“La inconsistencia es algo que frustra a todos los jugadores”, se quejó Djokovic, ganador de 24 títulos de Grand Slams, durante la rueda de prensa previa a su debut en el Abierto de Doha. 

“Si vas a tratar cada caso individual o independientemente, que es lo que está sucediendo, entonces no hay consistencia ni transparencia”. agregó la estrella serbia.

Djokovic cita dos expedientes recientes en el tenis femenino, los de Simona Halep y Tara Moore, “que han estado luchando para resolver sus casos por años, o han sido suspendidas por años”, y sentencia:“Parece que el resultado puede ser distinto si eres un jugador élite, si tienes acceso a los mejores abogados y demás”. 

Sus dudas podrían quedar validadas por una situación similar a la de Sinner, la de la número dos de la WTA, la polaca Iga Swiatek, que dio positivo por Trimetazidina en agosto. 

Se comprobó que la sustancia pudo haber ingresado en su organismo producto de una contaminación y obtuvo una suspensión de un mes con impacto mínimo en su agenda de torneos, aunque en el periodo de la sanción perdió el sitial de honor del tenis femenino a manos de Aryna Sabalenka. 

Fue la propia tenista la que reveló su positivo, cuando la sanción estaba cerca de expirar, y eso detonó una amarga respuesta de Halep, que perdió más de dos años de su carrera por una sanción que finalmente fue reducida a un año y ocho meses, después de múltiples apelaciones a la extensión original de cuatro años. 

“¿Por qué hubo una diferencia tan grande de trato y de juicio?”, se preguntó la rumana en una publicación en Instagram. 

“No puedo encontrar, y no creo que haya, una respuesta lógica. Solo puede ser mala voluntad de la ITIA (la Unidad de Integridad del Tenis Internacional), la organización que ha hecho absolutamente todo para destruirme, a pesar de la evidencia”, expresó la deportista. 

 

Los pecados expiados de Sinner 

 

Sinner argumentó que el Clostebol había entrado a su organismo porque su fisioterapeuta usó un aerosol cicatrizante que contenía la sustancia para tratar una herida en una mano y luego no tomó las medidas para evitar la contaminación. 

El hombre fue despedido. Sinner recordó que el Clostebol no tenía ningún efecto positivo en su desempeño, aunque es una de las sustancias incluidas en el Código Mundial Antidopaje, y la ITIA consideró que la explicación era razonable, por lo que no hubo sanción contra el italiano. 

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no estuvo de acuerdo, no porque no encontrara plausible la explicación, sino porque esperaba que Sinner tomara algún tipo de responsabilidad por el proceder de su equipo de trabajo, de modo que apeló ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), que fijó la audiencia correspondiente para abril próximo. 

Finalmente, el jugador evitó esa instancia, y llegó a un acuerdo con la AMA: admitir su propia responsabilidad a cambio del retiro del recurso ante el TAS. 

El resultado de la negociación es una sanción que han acusado hecha a la medida porque se vence justo a tiempo para jugar ante su público en el Abierto Italiano en Roma, lo salva de perderse torneos de Grand Slam y preserva los puntos que lo han hecho número uno del tenis. 

A la AMA le tocó salir al paso de las comparaciones con el caso de Barquero y un desenlace totalmente distinto, que terminó con la carrera de la patinadora, ahora decidida a centrarse en sus estudios de fisioterapia. 

Al igual que el tenista, ella argumentó una contaminación, pues trasladaba junto a otros productos de uso personal un tubo de Trofodermin, el mismo medicamento dermatológico del fisioterapeuta de Sinner, pero en crema y no en aerosol. 

La explicación fue aceptada por la Unión Internacional de Patinaje (ISU), lo que derivó en una sanción de un año, pero no por la AMA, que al igual que en el caso de Sinner, recurrió al TAS. 

"La diferencia fundamental entre los dos casos es que la versión de la señora Barquero de cómo la sustancia ingresó a su sistema no fue convincente a la luz de la evidencia, de modo que las circunstancias seguían siendo desconocidas en lo que respecta a la AMA" 

Barquero estaba lista para reaparecer, una vez descontada la suspensión de la ISU y a la espera de la decisión del TAS, cuando se le detectó un segundo positivo por la misma sustancia, que esta vez no se aceptó como una contaminación involuntaria. Este resultado fue considerado como una reincidencia y castigado con seis años fuera del deporte. 

¿Por qué fueron tan distintas las decisiones en los dos casos? La AMA se vio obligada a responder al respecto a la agencia AP. 

"La diferencia fundamental entre los dos casos es que la versión de la señora Barquero de cómo la sustancia ingresó a su sistema no fue convincente a la luz de la evidencia, de modo que las circunstancias seguían siendo desconocidas en lo que respecta a la AMA", indicó la agencia en su respuesta. 

"En contraste, en el caso de Sinner, la evidencia confirmó claramente la explicación del atleta tal como se describe en la decisión de primera instancia”, explicaron. 

Ross Wenzel, consejero general de la AMA, fue más elocuente en su entrevista con la 'BBC', al afirmar que el caso de Sinner estaba “a millones de millas del dopaje”. 

 

Una tormenta en el tenis 

 

Los argumentos de la AMA no han acallado las críticas, como sucedió antes de los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando la agencia dio por buena la explicación de su afiliada China (Chinada) de que 23 de sus nadadores se contaminaron con Trimetazidina por ingesta alimentaria en el hotel de su concentración. 

Ese aval desató una protesta comandada por potencias de la natación como Estados Unidos y Australia y derivó en la suspensión de la cuota anual por parte del país norteamericano: 3,6 millones de dólares, que constituyen poco más del 6% del presupuesto de operación de la AMA. 

“Espero que de ahora en adelante todo el mundo pueda hablar con la AMA y defenderse como Jannik. Si la AMA te dice ‘es una suspensión de dos años’, respondes ‘no, yo quiero un mes’. Espero que siente un precedente” 

Otro tanto está sucediendo tras el acuerdo con Sinner, que ha desatado una tormenta en el tenis profesional y en el deporte en general. 

“No se trata de si es culpable o no, sino de cómo lo ha manejado la AMA. Todo el mundo piensa que hay un doble rasero y es evidente que lo hay. Entiendo por qué los jugadores se preguntan dónde está la Justicia”, declaró el exentrenador de Serena Williams, Patrick Mouratoglou, que actualmente asiste a Naomi Osaka. 

“Espero que de ahora en adelante todo el mundo pueda hablar con la AMA y defenderse como Jannik. Si la AMA te dice ‘es una suspensión de dos años’, respondes ‘no, yo quiero un mes’. Espero que siente un precedente”, ironizó Daniil Medvedev. 

La Asociación de Tenistas Profesionales (PTPA), una especie de sindicato creado por Djokovic en 2019, que reúne a los primeros 500 del ranking mundial, emitió un comunicado en el que afirmó que el sistema antidopaje era más bien “un club”. 

“La supuesta discrecionalidad caso por caso es, en realidad, una mera cubierta para acuerdos a la medida, trato injusto y fallos inconsistentes”, agrega el documento. 

Stanislas Wawrinka, ganador de tres títulos de Grand Slam, sentenció en X: “Ya no creo en un deporte limpio”, y Nick Kyrgios, finalista de Wimbledon, se le unió: “La equidad en el tenis no existe”. 

 

Los métodos del tenis bajo la lupa 

 

Los procedimientos de la ITIA distan mucho de los protocolos habituales en casos de dopaje en la mayoría de los deportes. 

Regularmente, el hallazgo de una sustancia prohibida en controles antidopaje es inmediatamente seguido por una suspensión provisional y una comunicación oficial sobre el resultado adverso. Así, los organizadores de eventos, federaciones nacionales e incluso centros de entrenamiento, están al tanto de que el atleta no es elegible para seguir practicando su deporte. 

En ningún caso el afectado puede competir mientras se le investiga o entrega evidencias para su descargo fuera del proceso legal. 

Por muy convincentes que sean sus pruebas exculpatorias, solo servirán una vez que termine la instrucción de su caso, como sucedió cuando la velocista Sha’Carri Richardson dio positivo por cannabis en un control antidopaje antes de los Juegos de Tokio 2020. 

La sustancia ni siquiera aparecía en el Código Mundial Antidopaje en ese momento y fue admitida tras una revisión tres meses después del positivo de Richardson, pero la corredora admitió haberla usado como ayuda para lidiar con el estrés de la competencia, aceptó una sanción disciplinaria de un mes y eso le valió perderse la justa olímpica, donde era una de las favoritas en los 100 metros planos. 

En el caso de Tara Moore, una tenista británica a la que se detectó el uso de Boldenona y Nandrolona en 2022, la actuación de la ITIA fue totalmente distinta a la que puso en práctica frente a Sinner y Swiatek. 

Un panel independiente evaluó el resultado de Moore, por las mismas sustancias y en el mismo torneo que la chilena Bárbara Gatica y determinó que el positivo no fue responsabilidad de las atletas, sino producto de la ingesta de carne contaminada durante la competencia. 

Pero la ITIA anunció que apelaría ante el TAS, a raíz de lo cual la Asociación de Tenistas Profesionales (PTPA) creó un programa de apoyo legal para jugadores que no pudieran pagar su defensa en casos de dopaje. 

En este caso, la ITIA fue aún más allá. Durante el periodo de suspensión de Moore, quien es nacida en Hong Kong, una jugadora asiática igual que ella fue vista entrenando en un complejo de canchas en Londres. 

La entidad interpretó que era ella y la acusó de violar los términos de su suspensión, obligándola a demostrar que se encontraba en otro país en ese momento. 

La denuncia fue publicada por Moore en sus redes sociales, el mismo día en que Sinner acordaba su sanción, como un ejemplo más de las variaciones del tenis sobre el tema del dopaje. 

Autor: Eumar Esaá 

 

 

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