Cultura

Biblioteca de México: Goteras este año, 80 aniversario para el otro

Para su 80 aniversario esta gran biblioteca se apresta a abrir dos secciones más: las dedicadas a David Huerta y Jorge López Páez, que se sumarán a las 13 Bibliotecas Personales que resguardan colecciones exquisitas, con volúmenes difíciles de encontrar.
domingo, 27 de julio de 2025 · 06:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con una cubeta en la esquina de la sala de lectura de la Biblioteca Personal de Alí Chumacero en la Biblioteca de México José Vasconcelos, Javier Castrejón Acosta, coordinador de Bibliotecas Personales, afirmó que las lluvias atípicas son las causantes de que el recinto funcione en un 95%.

Tal situación sin embargo, a su decir, no lo afecta, para poder dar la cara así al 80 aniversario en 2026, cuando se sumarán dos bibliotecas personales más: las de David Huerta y de Jorge López Páez.

Situada en la Plaza de la Ciudadela, la Vasconcelos resguarda 580 mil libros, un Fondo Reservado con materiales que abarcan los siglos XV al XX, más acceso gratuito a servicios bibliotecarios y diversas actividades culturales. Sobre este último punto destaca la apertura reciente de la exposición Enrique González Martínez (1871-1952). Poeta por la paz, en el Patio de los Escritores, donde Proceso estuvo presente.

Castrejón Acosta. Preparativos. Foto: Miguel Dimayuga.

En total para su resguardo, hay 13 recintos personales; de ellos, cinco se encuentran abiertos al público:

  • “Alí Chumacero” (1918-2010), que posee volúmenes muy difíciles de encontrar en Centroamérica, como el libro Jardín de niños, con autoría del poeta José Emilio Pacheco e imágenes de Vicente Rojo, considerado un libro-objeto, “así como colecciones de arte y una especial de tauromaquia.
  • “Carlos Monsiváis”(1938-2010), cuyo espacio sui generis recuerda su caos y orden particular, que la gente ubica como “la ciudad de Monsi”.
  • “José Luis Martínez” (1918-2007), catalogada como una de las mejores colecciones de literatura mexicana de los siglos XIX y XX.
  • “Antonio Castro Leal” (1896-1981), identificada por las tesis y antítesis de la historia.
  • Y “Jaime García Terrés” (1924-1996), acaso la más pequeña pero una de las más exquisitas en cuanto a contenidos, además de registrar la memoria para la UNESCO del Canto general del poeta chileno Pablo Neruda.

Así, desde la biblioteca “Alí Chumacero” -que resguarda aproximadamente 46 mil volúmenes, ubicada como las otras frente al Patio de los Escritores–, Castrejón Acosta minimizó a Proceso el estado de goteras, señalando que se están solicitando los recursos económicos, “y en cuanto concluya la temporada se realizarán los arreglos necesarios”.

La hermosa biblioteca con duela de madera, amplios techos, elevados paneles que resguardan los libros del poeta nayarita, y el espacio pulcro en general que evoca su memoria, contrastan con una de las esquinas en donde se ubicó un bote para captar las goteras del techo.

Dice el coordinador:

“Cada año la Secretaría de Cultura destina un presupuesto para mantenimientos preventivos y correctivos, pero las lluvias atípicas en los últimos años rebasan la situación. En este caso esperamos el mantenimiento correctivo que evitaría esto.

“He visto, en temas de edificios históricos, que los costos de mantenimientos son altos, y la Secretaría de Cultura está muy preocupada por atender esos detalles. Hay una parte política que no se ve cuando se manifiesta algo así, pero hemos mantenido la operación de todo el inmueble en un 95%. Entonces creo que ahí anda el tema.

-Pero al haber trabajo preventivo no deberían existir estas situaciones, ¿no es así?

-Es que nos han rebasado las lluvias. Ahora llueve mañana o tarde, y de repente se suelta el agua de manera tremenda. Las inundaciones están en toda la ciudad. Nosotros, como edificio histórico, no podemos poner un paraguas para evitar que caiga aquí, nos supera.

-¿Cuándo estarán los recursos?

-Sí, ya estamos haciendo esa parte, dándole mantenimiento, está en los próximos meses, el área administrativa está en eso.

–¿Algo de que preocuparse?

–No, si hubiera algo de qué preocuparse cerraríamos, porque no podemos poner en riesgo un edificio histórico, y sobre todo la gran riqueza bibliografía, documental y hemerográfica que tenemos en la biblioteca.

Esta situación se presenta de cara al 80 aniversario de la Biblioteca de México, a cargo de José Mariano Leyva, que planea presentar una exposición total en el recinto de la Ciudadela donde arrancó “La decena trágica”:

“Es una idea, aunque los proyectos seguramente madurarán a fin de año, sería una muestra de toda la trayectoria de la Biblioteca, los millones de usuarios, las millones de consultas, todas las intervenciones arquitectónicas a lo largo del tiempo.

Este edificio histórico tuvo su primera gran intervención con el arquitecto Abraham Zabludovsky, que puso el ‘paraguas’ (techo) en patios en 1987; la segunda fue justamente la incorporación de bibliotecas personales en el Patio de los Escritores, y en el 80 aniversario creo que debe tener un gran realce, un gran momento para que quede huella de su vigencia, porque como todo ser vivo, si no lo tenemos en preservación tiende a decaer.

Detalló que a lo largo de la historia de la biblioteca tienen registro de visitas de los cinco continentes, incluidos premios Nobel de Literatura como Mario Vargas Llosa y Jean-Marie Le Clézio.

 

Dos más para el cumpleaños

Castrejón relató que el abrir al público los 13 acervos personales de escritores es una de las metas de la Biblioteca de México, y adelantó Proceso que para el 80 aniversario se mostrarán las “David Huerta” (1949-2022) y “Jorge López Páez” (1922-2017):

“Nos donaron bibliotecas de autores muy interesantes para las cuales se están buscando los fondos públicos y poder colocarlas en un espacio digno, en otras crujías de la biblioteca.

“Actualmente tenemos la de Luis Garrido y la de su hijo, que se encuentra en servicio al público. Tenemos también la de Jorge González Durán, el arquitecto Abraham Zabludovsky con todos sus proyectos arquitectónicos, la de Julieta Campos, Enrique González Pedrero, José Luis Martínez Hernández, Jorge López Páez, David Huerta, entre otros. Es una valiosa oportunidad para escudriñar en la vida y obra de estos literatos. Las de López Páez y Huerta están en pie para el siguiente año, sus donaciones están firmes.

Biblioteca Personal Carlos Monsiváis. Foto: Miguel Dimayuga.

-Entonces ¿se abrirían esas dos al público en 2026?

-Sí, creo que con el 80 aniversario sería importante anunciar que estarían abiertas y al alcance de todo público.

Explicó entonces la dinámica que implica adquirir una biblioteca personal:

“La Biblioteca de México, cuando busca adquirir estas colecciones personales, brinda una confianza. Una institución con esta trayectoria cultural permite que las bibliotecas transiten en el tiempo y no se pierdan las ideas y los proyectos.

-Finalmente ahora los libros de estas bibliotecas están disponibles en su mayoría de manera física, pero en algún momento, hablando a la distancia, tendrán que tener otro tipo de resguardo. ¿Están preparados?

-Los cuidados físicos de estos libros requieren de un proceso, un clima, restauración de material, preparación de material, mantener una colección en un espacio agradable, que se pueda consultar esta biblioteca. La “Alí Chumacero”, que es donde estamos, es autosustentable, tiene unos ductos donde el aire frío entra por el suelo y el aire cálido sale por arriba al evaporarse; hay aire acondicionado con un nivel estable, acciones de mantenimiento preventivo y correctivo, desde el uso de guantes y cubrebocas.

“Y sí, la biblioteca no está operando al 100%, pero sí al 95% con detalles como las goteras, que en todo edificio público existen, y no se diga en unidades habitacionales. Pero en este caso, nada de qué preocuparse para no magnificar cosas que no son”.

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