Fiesta del Libro y la Rosa 2025
Rosario Castellanos, íntima y rebelde: archivos revelan a la escritora en su centenario
La exposición "Un cielo sin fronteras" exhibe cartas, fotos y manuscritos de la autora, mientras la Fiesta del Libro y la Rosa 2025 celebra el legado de voces como Vargas Llosa y Hernán Lara Zavala.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Sobre los escritores usualmente se conversa, se dialoga y se organizan grandes conferencias, pero pocas veces se les expone. De ahí que la muestra Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito destaque al conmemorar, con más de 100 objetos, la vida y obra de la autora de Balún Canán en el centenario de su natalicio. Esta exposición, ademas, inaugura la Fiesta del Libro y la Rosa 2025.
El encuentro cultural, organizado por la UNAM en el Centro Cultural Universitario, llega a su edición 17 este 25, 26 y 27 de abril bajo el lema “Exilio, memorias y reencuentros”, así como tres ejes temáticos: Migración en todas sus formas, Fronteras en evolución e Hibridez y transiciones.
Este año, en particular, la Fiesta del Libro y la Rosa reúne una vasta programación con 398 actividades, la presencia de 125 expositores, 635 sellos editoriales y con ello más de mil títulos y 12 mil ejemplares como oferta al público.
Entre el cúmulo de diálogos, presentaciones, lecturas y clases destacan los homenajes al escritor Hernán Lara Zavala (quien fuera colaborador de Proceso) bajo el título “Su oficio poliédrico”, esto el viernes 25 a las 12 horas en el Foro Libertad; una lectura dramatizada de obra de Rosario Castellanos, el mismo viernes 25 a la 12 horas en el Foro Libertad; y el sábado un conversatorio en torno de Mario Vargas Llosa (1936-2025), Nobel de Literatura recientemente fallecido, para el mañana sábado 26 a las 16 horas en el Auditorio del MUAC.
Además, se suman otras presentaciones significativas, como el del libro “Los murales del Centro SCOP. Historia y conversación” este domingo 27 a las 12 horas en el Foro Imaginación, con presencia de los autores del libro, y cuya premisa se publicó en Proceso (número 12 del mensual).
Sin embargo, una de las actividades sustanciales del encuentro de este año es la exhibición Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito, que se inauguró en el Colegio de San Ildefonso con permanencia hasta el 24 agosto.
En el acto de inauguración asistieron Gabriel Guerra Castellanos, hijo de Rosario Castellanos; Eduardo Vázquez Martín y Carmen Tostado, director y coordinadora de exposiciones del Colegio San Ildefonso, respectivamente; y Julia Santibáñez, directora de Literatura y Fomento Cultural de la UNAM.
Se trata de la primera exposición dedicada a Rosario Castellanos (1925-1974) que incluye más de 100 piezas –entre fotografías, cartas, cuadernos, documentos sueltos, materiales de grabación en donde se le puede escuchar dando lectura a fragmentos de su poesía, y otros objetos personales– a través de cuatro módulos temáticos.
Julia Santibáñez, poeta y ensayista, comentó que la muestra se gestó desde Literatura y Fomento Cultural de la UNAM en colaboración con el Colegio de San Ildefonso y el Gobierno de Chiapas, como una invitación al universo íntimo e intelectual de la escritora, académica y diplomática.

La titular de Literatura de la Máxima Casa de Estudios explica que el origen de la muestra fue en 2024, en las actividades por los 50 años de fallecimiento de Castellanos, cuando le sugirió a Gabriel Guerra, analista político, adentrarse en el archivo de su madre en búsqueda de material inédito; y si bien no encontró novedades, sí dio con las joyas y elementos que dieron vida a esta muestra, “ahí le pedí que le diera la posibilidad a la UNAM de hacer algo”, dijo:
“En verdad es la primera vez que hay un homenaje de estas dimensiones y características para una escritora en México. No tenemos en el registro de que haya ocurrido, porque tampoco es que las escrituras hayan tenido una visibilidad importante en el siglo XX, pensaría por ejemplo en Elena Garro, Amparo Dávila, Inés Arredondo, Josefina Vicens, ninguna de ellas ha tenido un homenaje con una exposición de este tipo.
“Aquí queda claro la mujer brillante, irreverente, divertida, aguda de pensamiento, y extraordinaria escritora que fue mediante sus manuscritos, su máquina de escribir, se puede ver hasta la lista del mercado que estaba en el mismo cuaderno donde escribía un ensayo, tiene fotos de su infancia, de su hermano Mario Benjamín que es protagonista importante de Balún Canán y quien muere en la vida real cuando tenía siete años y Rosario ocho, un hecho que la marcó profundamente”.
Cuestionar a la mexicana
Para Santibañez la exhibición es un acercamiento total a Castellanos, quien fuera becaria de la Fundación Rockefeller en el Centro Mexicano de Escritores, ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1960, catedrática y embajadora de México en Israel, considerada una de las voces más poderosas de la literatura mexicana del siglo XX, y una autora cercana a las nuevas generaciones:
“A cien años de distancia Rosario sigue dialogando con nosotros. Su literatura es absolutamente contemporánea, no pasa con ella lo que sucede con otros escritores que con el paso de los años se van deslavando, no es el caso de Rosario, es una figura superpresente en el pensamiento en las inquietudes y de los jóvenes porque fue punta de lanza en temas que no estaban de moda en su momento, como la lucha de las mujeres”.
Santibañez recordó que Castellanos cuestionó en su obra el papel de inferioridad, subyugación y abnegación de la mujer mexicana, algo que no sucedía a mediados del siglo XX, dijo:
“Ella se cuestionó en su tesis de maestría sobre cultura femenina, en 1950, a los 25 años, el porqué las mujeres no habían dejado una huella en la historia en la cultura, todo esto apela al día de hoy, nos sigue interesando porque, aunque el tema está un poco más definido en el diálogo y búsqueda, hemos avanzado un poco; todavía nos falta y, a cien años de su nacimiento, vemos que nos faltan años luz para llegar a algún lugar más sustentable’”.

Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito también incluye voces de sus contemporáneos y cómo la veían, Emanuel Carballo, Dolores Castro, Martha Lamas, entre otras voces más cercanas de investigadores literarios, añadió:
Sentimos que es una exposición exclusiva en ese sentido, especial con un entretejido muy peculiar, porque todos los objetos van entrelazados con citas de su obra buscando un diálogo con su trabajo, por ejemplo vez la foto de Mario Benjamín y tienes una cita de Balún Canán, hay una fotografía de ella embarazada y una cita de cómo vivió la maternidad y qué significo en su trabajo de escritura.
La directora de Literatura comentó que, a la par de la exposición, habrán otras actividades en el marco del centenario, como la proyección de Balún Canán y Oficio de tinieblas, adaptaciones cinematográficas de los libros de Castellanos en los que ella también trabajó como guionista.
Esa programación en San Ildefonso iniciará este sábado 26 de abril a las 11:30 horas con el diálogo Yo ya no espero, vivo: Reencuentros con Rosario Castellanos. Posteriormente, en el contexto de su natalicio, el 22 de mayo a las 19 horas, en el Anfiteatro Simón Bolívar, la charla Rosario en la memoria de Elena, con la presencia de Elena Poniatowska y María Cortina Icaza.
Mientras que el ciclo de Cine, conformado por seis películas, se proyectarán en la Sala de Cine Goya de San Ildefonso, la programación completa se puede consultar en https://www.sanildefonso.org.mx/expos/rosariocastellanos/actividades.
Y, del 24 de mayo al 23 de agosto el estreno de la obra “Prendida de las lámparas” de Elena Guiochins –obra con un título intenso, debido a que Castellanos falleció electrocutada–, en el Teatro Juan Ruíz de Alarcón, cuya estructura dramática combina textos de Guiochins con poemas de Castellanos.
Culminó Santibañez:
“Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito es un diálogo entre texto y objeto, porque un autor no es un objeto es su obra en conjunto, pero aquí los objetos nos ayudan a tener una perspectiva que nos acerca un poco más a la vida de esta irreverente escritora”.
La exposición se puede apreciar en el Colegio San Ildefonso, ubicado en Justo Sierra 16, Centro Histórico de la Ciudad de México.