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"Flow", animación independiente y uno de los aciertos de los Óscar (Video)
El letonio Gints Zilbalodis (1994), realizador y escritor de Flow (Straume; Letonia/Francia/Bélgica, 2024), animación independiente y uno de los aciertos de los Óscar de la premiación pasada, no proporciona claves de cómo habría desaparecido el género humano, se lo deja al espectador.CIUDAD E MÉXICO (Proceso).- En un mundo post apocalíptico en el que la humanidad parece extinta, un pequeño gato negro tiene que aprender a vencer su fobia al agua y relacionarse con otras especies de animales para sobrevivir a las constantes inundaciones, flujos del líquido que arrastran toda forma de vida y sumergen el paisaje. Las consecuencias de un misterioso cataclismo se hacen presentes en un entorno inestable en el que el agua se manifiesta con tsunamis y tormentas inesperadas.
El letonio Gints Zilbalodis (1994), realizador y escritor de Flow (Straume; Letonia/Francia/Bélgica, 2024), animación independiente y uno de los aciertos de los Óscar de la premiación pasada, no proporciona claves de cómo habría desaparecido el género humano; al espectador le corresponde especular si se trató de un desequilibrio ecológico provocado por la civilización, o sencillamente la naturaleza decidió purificar la tierra. La extraordinaria animación del agua que reverdece el entorno y genera vida en abundancia, o cubre y ahoga, evoca el mito de diluvio universal, como castigo y catarsis.
Flow - An animated feature film made by a small indie team using Blender. Golden Globe winner. Nominated for 2 Oscars. pic.twitter.com/JP3vYeJNxz
— Gints Zilbalodis (@gintszilbalodis) February 14, 2025
Si hay diluvio, hay arca de salvación, ahí, en una barca a la deriva es donde caen accidentalmente unos animalitos, en principio nada afines entre sí: el gato, un perro labrador, un capibara (especie de castor), un lémur, y un ave secretario (rapaz de tierra y aire). Sin recurrir a la humanización en la que casi toda animación, empezando por Disney, personifica a los animales, Zilvadonis y el productor y director de arte, Matis Kaza, diseñan animales que actúan de acuerdo a su propia naturaleza:
El perro y el gato fueron estudiados en el domicilio del director, mientras que el ave secretario y el capibara en visitas constantes al zoológico. Todos los sonidos que emiten en la cinta corresponden a grabaciones de sonidos propios, graznidos, ladridos, gruñidos; digamos que los animales se doblaron a sí mismos.
El aspecto más original en la presentación de los animales no es nada más que se muestren de acuerdo a su propia naturaleza, sino que se logren individualizar, que el gato sea ese gato negro que sólo él es, de esa manera que lo hace diferente a los gatos. Cualquiera que conviva con animales puede captar que tal gato o perro también son especiales; esto, independientemente de la proyección psicológica que aquí aprovechan los creadores como motor para que sea el espectador quien se identifique con las cualidades animales.
En Flow hay otro personaje que no debe pasar desapercibido, ese es el agua, fuerza omnipresente, descomunal, con cometido propio, y que parece obedecer a designios misteriosos. La animación, realizada por completo a través de un programa gratuito en internet, 3D Blender -lo cual permitió abatir costos-, presenta a los animales un tanto nebulosos; la precisión, y el carácter de cada uno, se logra por medio de gestos y sonidos propios. Las imágenes de agua, sin embargo, corrientes, desbordes, impactos y reflejos, resultan perfectamente nítidas.
Algunos comentarios impugnan las conductas a las que llega este cuarteto de animales -la solidaridad, el manejo del timón de la barca, trabajo en equipo-, como inverosímiles e innecesarias, porque rompen con la propuesta aparente de presentarlos desde su propia perspectiva. Primero, a este nivel el mensaje ecológico es obvio, como en las películas de Miyazaki, a quien mucho admira el director. Después, no hay que pensar que porque Flow trate sobre la naturaleza sea una película naturalista; el mensaje se sitúa en otro plano, en el de un salto evolutivo como los que ocurren cuando la vida se haya amenazada de extinción. Flow propone, con la escena del ave secretaria, que el espectador descubrirá una reflexión espiritual del orden del milagro.