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"Sólo hay comida hasta mayo": Alfonso Herrera advierte sobre crisis de refugiados en Uganda
Desde enero, más de 30 mil personas han llegado a Uganda través de múltiples puntos fronterizos desde la República Democrática del Congo, un aumento del 450% en comparación con el mismo período del año pasado.CIUDAD DE MÉXICO (apro) .-El actor mexicano Alfonso Herrera, como embajador de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), visitó los campamentos en Kakivale y Oruchinga en Uganda, África, donde “sólo cuentan con comida hasta mayo próximo”, debido a los recortes para la ayuda humanitaria.
La inspección a esos lugares se dio en el marco de la colaboración entre la Fundación FC Barcelona y ACNUR, firmado en el 2022.
Uganda es la nación africana que más refugiados recibe; es el hogar de más de 1.8 millones de personas que se han visto obligadas a huir de Sudán del Sur, República Democrática del Congo (RDC) y Sudán, entre otros.
Desde enero, más de 30 mil personas han llegado a través de múltiples puntos fronterizos desde la RDC, un aumento del 450% en comparación con el mismo período del año pasado.
Cabe recordar que en varios países africanos se están llevando a cabo varios conflictos armados, como guerras civiles y levantamientos islamitas, dichas problemáticas han afectado a millones de personas y son causa de desplazamiento forzado.
Más que nunca, los países que acogen a refugiados, como Uganda, necesitan apoyo urgente para seguir recibiendo a aquellos que se ven obligados a huir de sus lugares de origen.
Los donantes han aportado el 46% de los 857 millones de dólares destinados al llamamiento para la situación de los refugiados en Uganda en 2024-25.
Respecto a la visita, Herrera (“La dictadura perfecta”, “El baile de los 41” y “¡Qué viva México!”) explicó que conoció a muchos jóvenes refugiados, que han vivido pérdidas y están enfrentando desafíos relacionados con la salud mental, “a través del deporte, han encontrado pertenencia y comunidad, me ha conmovido el impacto increíble que el deporte puede tener en la vida de las personas refugiadas”.
También espera que tengan acceso a la cultura.
—¿Cómo vio la situación en Nakivale y Oruchinga?
—Creo que todos guardamos en la memoria las tremendas imágenes a finales de los años ochenta y principios de los noventa en Somalia y Ruanda. Creo que estamos al borde de revisitar esas imágenes y de vivir algo similar, por eso digo que estamos ante una crisis humanitaria brutal.
Somalia entonces se hallaba en estado de deterioro político y social, con un régimen opresivo y violento. Y en Ruanda, milicias hutu llevaron a cabo un genocidio contra personas tutsi.
—El recorte económico, ¿qué afecta?
—Yo les pregunté a los doctores y las personas que reciben a estos refugiados: “¿Y qué sigue?” Decían: “Pues tenemos comida hasta mayo”. Y les reiteré: “¿Y qué más?” y respondían: “¡Es lo que hay!”. Ante la adversidad y los problemas debemos salir de la caja y empezar a ver de qué forma resolvemos esto, por eso aplaudo enormemente el involucramiento del Club Barcelona y de la Fundación del FC Barcelona para poder darle asistencia y apoyo a las personas que están en una situación vulnerable. Han tenido una relación bastante amplia con ACNUR, pero ahora es redoblar los esfuerzos. No saben el valor que tiene un balón, lo instalas en una cancha y automáticamente los niños juegan. Y los niños tienen derecho a jugar, a divertirse. ¡Eso es un derecho universal!
“Es una crisis humanitaria brutal lo que estamos viviendo y 80% de las personas que se están desplazando son niños y niñas. Hay niños de 5 y 6 años que llegaron solos a estos asentamientos. ¡Solos! Y yo les preguntaba, ¿pero cómo llegaron solos? Me decían que ven la caravana y empiezan a caminar y caminan con la gente, y llegan a estos lugares y automáticamente se convierten en parte de este asentamiento y de esta comunidad. Cada semana llega más refugiados.
—¿Por qué cree que no se está hablando de estas guerras y la situación de los refugiados de África?
—Estamos ante una situación donde el mundo se halla tremendamente polarizado y nos estamos mareando en ver hacia la derecha y hacia la izquierda, cuando deberíamos de ver hacia arriba y hacia abajo. La base cada vez es más amplia. Las personas que están en situaciones vulnerables cada vez son más, más, más y más. Ahora lo que estamos intentando es visibilizar el conflicto, concientizar a la gente y hacerle saber que hoy más que nunca las donaciones son más que necesarias. ¿Por qué? Porque se traducen en comida, asistencia médica, en fin. Los niños que están huyendo de los conflictos son personas muy vulnerables. Niños que llegan con una discapacidad, como visual, auditiva, sin un brazo o sin una pierna, en fin.
El proyecto en Uganda apoya específicamente a jóvenes refugiados y comunidades de acogida. Más de 8 mil 400 jóvenes se han beneficiado de este programa deportivo hasta ahora, que ofrece un espacio seguro para jugar, aprender y curarse.