Artistas visuales
Sin seguridad social, artistas apuestan por su propio fondo para el retiro
En diversas expresiones artísticas hay asociaciones o compañías (música, teatro, por ejemplo), pero los creadores visuales están desprotegidos, por lo cual el galerista César Oropeza, tras el estudio financiero de la materia, decidió fundar FAPRAV, que abrirá una subasta el próximo 2 de octubre.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Se llama Fondo de Arte para el Retiro de Artistas Visuales (FAPRAV), iniciativa mediante la cual se busca generar un seguro digno destinado al sector visual, pues sólo cuatro de cada 100 logran establecer un futuro económico estable.
El proyecto fue ideado por César Oropeza, artista plástico y director de la galería Superficie Arte (con 14 años de antigüedad), consciente de las necesidades del futuro y de que el tema jamás ha llegado a ningún “puerto” en la materia -más allá de conversaciones e inquietudes hacia distintas administraciones capitalinas y federales.
De ahí que decidiera buscar oportunidades financieras.
El fondo (@faprav en Instagram) se dio a conocer en mayo de este año mediante la exposición Banco de Arte de México. Fondo de Arte para el Retiro de Artistas Visuales, en donde algunos miembros de esa red-galería mostraron su obra apostando por el proyecto. Habrá una subasta en la Fundación Sebastián este 2 de octubre (en horario por confirmar) y exhibición abierta desde ese día y hasta el 15 de ese mes, en la cual el propio escultor Sebastián donará una obra.
La galería congrega a cerca de 60 artistas con edades de los 20 hasta los 80 años, entre ellos Flor Minor, Alberto Castro Leñero, Alejandro Blasi, Christa Klinckwort, Diana Ham, Jazz Fitz, Víctor Mora...
Dijo Oropeza a Proceso:
“FAPRAV surge de una experiencia personal, de joven trabajé con distintas instituciones gubernamentales y civiles, pero después gran parte del tiempo mi labor ha sido por honorarios, y me di cuenta que hacía diecisiete años dejé de sumar aportaciones a mi Afore, y en años venideros seré un adulto mayor.
“Así que en 2024 busqué información financiera, saber cómo funciona la ley y encontrar posibilidades que se ajusten a mi economía, y a raíz de ello logré tener un seguro para mi retiro y reactivar mi afore, pero también terminé ideando una metodología que considero puede tener eco en el sector artístico-visual.
“La base de esto es la educación financiera que, en esta disciplina artística, y diría en general en la vida de los mexicanos, no es algo común”.
-¿El fondo se podría abrir hacia otras disciplinas o artes?
-Sí y no. Sí porque todos pueden acceder a información financiera y entender la dinámica; no porque este fondo está hecho para el sector visual de las artes que está desprotegido. En teatro existen asociaciones, compañías, en música también, pero en artes visuales no hay nada para fotógrafos y artistas plásticos en general.
Oropeza, padre de familia, relató a Proceso la dinámica de cómo funciona el fondo: primero se acerca al artista la información financiera mediante asesorías sobre el tema, una vez que obtiene esa “educación financiera” -que puede tomar algunos meses, según el tiempo disponible-, evalúa sus necesidades a futuro y qué tipo de seguro o necesidad quiere cubrir: si es un PPR (Plan Personal de Retiro), Afore o algún seguro específico.
Luego Superficie Arte se compromete a una estrategia de venta para mover su trabajo, consciente el artista y la galería de una meta común. Oropeza dejó muy claro que FAPRAV no recibe el dinero de ese seguro o necesidad financiera, es el intermediario para que llegue a una institución financiera y para lograr cubrir esa necesidad.
Relató:
“Es importante que el artista esté muy seguro de qué es lo que quiere, pues es muy fácil pensar que al tener un dinero extra puede terminar ocupándolo para una necesidad momentánea: el pago de una colegiatura, la renta, sus necesidades básicas, pero esto no es la idea de FAPRAV, sino que vaya a ese seguro”.
Para lograr el objetivo, Superficie Arte ha logrado una red de colaboradores-aliados como Elias Gallery, SAQ Gallery, XUVA, Artists’ Container, GNP Seguros, Allianz, Arochi Seguros (vía educación financiera) y un sector de los artistas cobijados por la galería.
Alberto Castro Leñero
Uno de los creadores que están interesados en encontrar una posibilidad en FAPRAV es Alberto Castro Leñero (Ciudad de México, 1951), quien con más de cuatro décadas de trayectoria y reconocimientos ha montado sus obras en los recintos más importantes del país, desde el Museo de Arte Moderno al Palacio de Bellas Artes, y recientemente en el Colegio de San Ildefonso (cuna del muralismo mexicano) que expone su mural portable Desplazamiento -ex profeso para ese recinto y cuyo eje temático es la migración.

La obra de 3 x 10.55 metros de largo se encuentra en el corredor del primer piso, junto al fresco La ley y la justicia (1923-1924) de José Clemente Orozco. Desde ahí dialoga con la obra de creadores permanentes de ese espacio que incluye además de Orozco, a –nada más y nada menos que– Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas, Fernando Leal y Jean Charlot.
Castro Leñero se dijo satisfecho con ese trabajo en el que buscó dejar registro de la inmigración, en el que también representa simbólicamente “cruces” como memoria de aquellos que no lograron llegar a su destino.
Desplazamiento se muestra hasta septiembre próximo en San Ildefonso, aunque el artista afirmó que si así se lo pidieran, le gustaría que se quedara de manera permanente.
Sin embargo, más allá del reconocimiento de Castro Leñero en las artes y el logro actual en San Ildefonso, expresó a Proceso que no tiene seguro de retiro o médico, y que en efecto el tema lo ha sobrepasado con los años:
“Tengo una llamada pendiente con César, quien me comentó del fondo y quedamos en una plática sobre el tema que, por supuesto, me parece importante. En un comentario general me parece una muy buena iniciativa para los artistas ante una necesidad no resuelta.
“Yo he apostado todo al trabajo a proyectos, y en ese sentido creo que he logrado un propósito. La actividad del arte es variable y es difícil hacer ejercicios de orden porque es inesperada, es su naturaleza, hay veces que tengo dinero para generar proyectos y así se va dando todo, pero en efecto el tema de la previsión a veces queda en otro plano, así que de nuevo iniciativas así hay que valorarlas”.
Atzimba Aketzalli
Acuarelista y poeta (Ciudad de México, 1996), también se encuentra en Superficie Arte y apuesta por su proyecto personal Galería Móvil (Urban Gallery), un maletín que contiene ilustraciones y miniacuarelas con la idea de llevar el arte a donde se necesite.
La joven creadora, egresada de Artes Plásticas y Letras Hispánicas de la UNAM, expresó que el proyecto de Oropeza es “rebelde y desafiante en esencia”, que hace sentido con Galería Móvil bajo la idea de resolver una necesidad.

Tras obtener lo que llamó “cultura financiera”, contrató un seguro médico que cubre enfermedades, con la idea de acceder a uno más amplio que cubra su retiro en un futuro:
“Me interesa mucho preparar la muerte. Pero antes de ello está la vejez, y me parece importante llegar bien. Me comprometí con el fondo, que en realidad es un compromiso conmigo misma, y hasta ahorita tengo cubierto un año, pero no quiero parar ahí, quiero cubrir otras cosas y que me sienta más tranquila a la distancia”.
Y continuó sobre la idea de vivir del arte:
“El mundo en el que me muevo, la autovictimización es algo común, de eso se habla, se escribe, se crea, y a veces se piensa que la libertad sólo sucede cuando se es hedonista y se puede hacer lo que uno quiera sin control, pero no me gusta esa idea. Para mí es justo lo contrario: cuando tienes conciencia y autodominio puedes hacer que sucedan cosas especiales, importantes, entre ellas vivir del arte, ¡por supuesto que se puede vivir del arte!”.