Arte
"La revolución impresionista" llega al Museo del Palacio de Bellas Artes
El Museo de Arte de Dallas presenta en México los orígenes del movimiento impresionista, con obras de artistas como: Claude Monet, Paul Gaugin, Edgar Degas, Berthe Morisot, Vincent Van Gogh, Pierre-Auguste Renoir, Paul Signac, entre otros.CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- La colección impresionista del Museo de Arte de Dallas regresa a México, pero esta vez aumentada, haciendo énfasis en los inicios de esa técnica pictórica y con obras nunca antes vistas en el país de artistas como Claude Monet, Paul Gaugin, Edgar Degas, Berthe Morisot, y Camille Pissarro, entre muchos otros.
Se trata de “La revolución impresionista: de Monet a Matisse del Museo de Arte de Dallas” que abre sus puertas desde hoy (25 de marzo) a las 18 horas, hasta el 27 de julio, mostrando 45 obras de 26 artistas en las salas Nacional y Diego Rivera.
Con esa exposición, el recinto texano presenta los orígenes del movimiento artístico, considerado en su momento como “rebelde”, y así conmemora el 150 aniversario de su primera exhibición impresionista con una gira internacional, siendo México la primera parada, donde se espera sea visitada por 300 mil personas.
Además de los artistas antes mencionados, el público mexicano podrá ver obras de Vincent Van Gogh, Pierre-Auguste Renoir, Paul Signac, Berthe Morisot e incluso pinturas de artistas influidos por el impresionismo, como Piet Mondrian y Edvard Munch, entre muchos otros.
“La revolución impresionista: de Monet a Matisse del Museo de Arte de Dallas” es casi una segunda parte de la muestra “Monet: Luces del impresionismo”, que en 2023 estuvo en el Museo Nacional de Arte, año durante el cual recibió a más de 200 mil visitantes.
De esa muestra regresa la obra “Nenúfares” (1908) –la estrella de aquella exposición– pero con una nunca antes vista en México: “Estanque de nenúfares” (1903) de Claude Monet, cuyo estilo único retrata el cielo en un estanque en el pueblo de Giverny, Francia. Una obra de mediano formato que, en su momento – ante el desconocimiento de una galería–, se llegó a montar al revés, pues las nubes se reflejan en el agua.
De Monet también se encuentra “El Pont Neuf” (1871), una escena de la vida urbana plasmada al óleo con estilo suelto, en la que el artista destacó el bullicio de París tras la Guerra Franco-prusiana, con una paleta de colores en tonos grises.
En un recorrido de prensa con Nicole R. Myers, curadora del Museo de Arte de Dallas y de esta exposición, recordó que los artistas impresionistas surgieron de la controversia y la crítica, que los consideraron demasiado radicales en su momento para ser apoyados por la Academia de Bellas Artes, de ahí que la muestra buscó escudriñar en las primeras obras de ese movimiento.
Myers apuntó que la dinámica de “exposición” que conocemos, en la que se compra un boleto para ver una exposición fue inventada en 1874 por los impresionistas, quienes tuvieron que unirse para mostrar su obra en conjunto a la crítica, encontrar clientes y ganarse la vida.
Los impresionistas organizaron ocho exposiciones a lo largo de 12 años –entre 1874 y 1886–, aunque no culminó ahí, pues su innovación sirvió de base para casi todos los movimientos artísticos modernos de principios del siglo XX
Joyas de Dallas en Bellas Artes…
Durante el recorrido Myers se detuvo en algunas obras, además de los nenúfares y “El Pont Neuf” de Monet, haciendo énfasis en piezas como “Debajo del pandano (I raro te oviri)” de 1891 de Paul Gauguin que exotiza a la población de Tahití como un “paraíso pre-moderno".
También destacó “Los Barcos pesqueros en L’Estaque” (1906) de André Derain de influencia fovista, un movimiento caracterizado por utilizar colores contrastantes y puros –en lugar de tonos contrastantes– que supeditaban al mimetismo y al dibujo, así como por el uso exuberante del pincel.
Otras de las obras de interés –debido a que la mayoría asocian el movimiento sólo con el óleo– son dos esculturas impresionistas: “Madre e hijo” (modelado en 1915 y fundido de 1928), que Renoir concibió originalmente como el remate de la tumba de su esposa Aline, basada a su vez en el óleo sobre tela “Maternidad” (1885), que se encuentra en el Museo D’Orsay. Y, la escultura de Edgar Degas titulada “La Masajista” (modelada ente 1896 y 1911, y fundida en 1917).
Más allá de las obras mencionadas destaca una en especial, “El puerto de Niza” (1881-1882) de Berthe Morisot, mujer artista que para pintar esa pieza tuvo que rentar un bote para escapar de las burlas de curiosos que jamás habían visto a una mujer trabajando.
La obra, con ciertos toques abstractos, muestra la fuerza y esencia del impresionismo con pinceladas que tuvieron énfasis en captar el juego del movimiento del agua (al menos tres cuartas partes de la obra es mar), los reflejos de la luz y los colores fragmentados. Una joya de la técnica para la vista humana.
“La revolución impresionista: de Monet a Matisse del Museo de Arte de Dallas” estará desde la tarde de hoy (25 de marzo) al 27 de julio en el Museo del Palacio de Bellas Artes, luego de ello viajará a la Galería de Arte en Ontario, Canadá, y al Museo de Arte de Queensland, en Australia, y para 2026 al Museo de Bellas Artes de Virginia, en Estados Unidos.