París 2024

París 2024: Las Serpientes Rugby femenil, entre la solidaridad y la incertidumbre financiera

Tras 10 años de haberse formado de manera organizada en México, el rugby femenil tiene presencia en 15 estados con al menos un equipo afiliado y se estima que hay dos mil mujeres que practican este deporte.
domingo, 2 de julio de 2023 · 22:54

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Tras 10 años de haberse formado de manera organizada en México, el rugby femenil tiene presencia en 15 estados con al menos un equipo afiliado y se estima que hay dos mil mujeres que practican este deporte. Sin embargo, la Federación Mexicana de Rugby pasa apuros para conseguir el dinero que permita a la selección nacional acudir a los torneos internacionales en puerta, entre ellos, la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024. La Conade y el COM han prometido recursos, pero no los han entregado. Ante la incertidumbre, la federación ha acudido a patrocinios privados, apoyos del extranjero y, en ocasiones, las jugadoras han tenido que poner de sus propios bolsillos.

Con un gasto de aproximadamente dos millones 625 mil pesos para asistir a tres competencias internacionales, la Federación Mexicana de Rugby (Fmru) se truena los dedos para conseguir el dinero que permita a las jugadoras de la Selección Mexicana Femenil no truncar su proceso.

En julio próximo las llamadas Serpientes acudirán al torneo de Rugby de América del Norte (RAN), que se realizará en Jamaica y será la primera ocasión en la historia donde contarán con 15 seleccionadas en cancha en un certamen oficial. Anteriormente sólo habían jugado las modalidades de rugby 7, 10 y 13.

“Asistir a Jamaica cuesta un millón y medio de pesos y los gastos se reparten entre vuelos, hospedaje y alimentación. Irán 24 jugadoras y tres personas de staff. El RAN nos brinda un subsidio que no va más allá de 300 mil pesos y el recurso proviene del World Rugby (WR), para este torneo la Conade no tiene participación ya que el rugby 15 no es deporte olimpico”, explica en entrevista con este semanario Ernesto Sainz, presidente de la Fmru,

Además de este certamen, en agosto próximo se realizará en Canadá el proceso clasificatorio para los Juegos Olímpicos de París 2024, a donde acudirán 12 jugadoras y tres personas de staff. El presidente de la Fmru expresó que el costo aproximado para ambas selecciones (femenil y varonil) será de un millón de pesos y el RAN se comprometió a otorgar un subsidio de aproximadamente 25% del gasto”. En este caso, dado que es una competencia para disputar Juegos Olímpicos, el organismo que preside Ana Gabriela Guevara podría apoyar a la federación.

“Históricamente la Conade nos ha apoyado para este tipo de competencias con vuelos, hospedaje y viáticos, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta a la solicitud de apoyo que le realizamos. Ésta se encuentra en análisis y pendiente de resolución”, detalla Sainz.

El presidente de la Fmru cuenta que como no hay certidumbre de que habrá dinero para asistir a los torneos, la federación se adelanta y compra los boletos de vuelos, pues no están dispuestos a truncar los procesos de las y los atletas. Llegan a un acuerdo con una agencia de viajes que les permite apartar vuelos, dar un anticipo y pagar a plazos.

Respecto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador, la Fmru gastó un total 250 mil pesos, 125 mil repartidos a cada selección, sólo en los vuelos. Asistirán 12 participantes por cada rama y tres personas de staff. La federación pagó anticipos de vuelos por un 40% del costo. Previo al viaje para este torneo, las atletas se concentraron en el Centro de Villas Tlalpan, Ciudad de México, sitio que la Conade les proveyó y en donde cuentan con comida, médico, nutriólogo, fisioterapeuta y psicólogo.

La selección realiza concentraciones dos veces al mes a lo largo del año y éstas duran tres días o hasta una semana, por lo que las jugadoras solicitan permiso en su trabajo o escuela para ausentarse. Ellas financian su gimnasio, su plan alimenticio, los traslados a las concentraciones la mitad de las ocasiones las apoya la federación con pagos totales o reembolsos y la otra mitad las jugadoras costean los viajes. A veces, en menor medida, el instituto del deporte de su estado les paga algo.

“Sabemos que la Conade y el Comité Olímpico Mexicano (COM) llegaron a un acuerdo para apoyar a los deportistas que irán a El Salvador, pero hasta este día no hemos recibido un reembolso por lo que gastamos para ese viaje. El COM nos pidió que no nos preocupáramos, que nos reembolsarán, no sabemos ni cómo ni cuándo, pues sólo fue una confirmación verbal Probablemente nos quedemos con un saldo a favor en la agencia de viajes”, dice el presidente de la Fmru”, dice el presidente de la Fmru.

Apoyos y formación

Ernesto Sainz explica que en la federación son conscientes de que hasta ahora el rugby mexicano no ha clasificado a Juegos Olímpicos, saben que están en la parte baja y que entienden bien su posición respecto de la espera de recursos económicos por parte de la Conade y el COM. Sin embargo, también asegura que su labor como directivo es no detenerse y seguir picando piedra.

La Federación Mundial de Rugby les brinda un subsidio anual a la Fmru de tres millones 200 mil pesos, dinero que el organismo mundial les entrega no sólo para utilizarlo en viajes de competencia de las selecciones varonil y femenil, sino también para proyectos de formación, enseñanza y desarrollo del rugby en México (cada año se forman entrenadores, fisioterapeutas y entrenadores). La Federación Mexicana de Rugby también se ha acercado con empresarios y cuentan con la banca Invex como un pilar de patrocinio.

“Con ese presupuesto hacemos maravillas, estiramos la liga lo más que se pueda. Realmente al rugby lo patrocina quien lo haya jugado y ame a este deporte. Las afiliaciones de nuestra comunidad también suman al presupuesto, la mitad de ese pago se va directo al seguro de gastos médicos, que tiene una cobertura de 100 mil pesos por jugador y la otra a la federación”, comenta Sainz.

A pesar de que hace 10 años se formó de manera organizada el rugby femenil en México y que en la última década se han realizado campeonatos nacionales de esta rama, además, de acuerdo con la página oficial de la Fmru, 15 estados de la República Mexicana cuentan con al menos un equipo femenil afiliado y se estima que hay dos mil mujeres que juegan rugby, aunque hasta el momento no existe una liga profesional de este deporte en el país.

En 2021, Rhinos, una academia de rugby de alto rendimiento que fomenta el desarrollo del deporte y ayuda a diferentes organizaciones a nivel local e internacional ubicado en California, Estados Unidos, se acercó a la Fmru con la intención de que jugadoras y jugadores de México tuvieran la oportunidad de asistir a campamentos de la academia.

Rhinos y la Fmru cuentan con un acuerdo de cooperación. La academia recibe a las selecciones en sus instalaciones durante una, dos o hasta tres semanas y se les ofrece hospedaje, alimentación, seguimiento médico y entrenamientos. Lo único que pagan las atletas son los vuelos.

Alessandro Cordone, entrenador de las Serpientes, forma parte fundamental del crecimiento del combinado nacional femenil. El nacido en Bolonia, Italia, antes de tomar el puesto como director técnico, trabajó durante cinco años como responsable regional de desarrollo del rugby en México en la federación.

“Tengo 25 años ligado a este deporte, primero como jugador y ahora como entrenador. La mitad de este tiempo estuve en Italia y en 2008 llegué a México, aquí me formé como coach, soy un producto de la federación. Me gané mi lugar, no por ser extranjero, sino por mi trabajo y constancia”, explica Cordone.

Las diferentes categorías

Cuando el nacido en Bolonia llegó a México tuvo que adaptarse de la modalidad del rugby 15 al 7. La diferencia entre ambos radica en que la primera permite acceder a Juegos Olímpicos, mientras que la segunda es reconocida por el WR, además, este último permite sumar puntos para la clasificación internacional. Por el momento, la rama femenil de México sólo cuenta con la modalidad de siete jugadoras y se encuentra en una transición hacia las 15.

Los partidos de rugby 7 son muy rápidos debido a que hay muchos espacios en la cancha. Brillan las individualidades porque destacan quienes son rápidas y ágiles. En cuanto al de 15, son juegos de mayor contacto y estrategia.

El motivo por el cual en México ha prevalecido la modalidad de rugby 7 se debe a que un equipo debería de contar con 40 jugadoras en su plantilla, es decir, por cada posición debería haber tres cambios. Sin embargo, los clubes tienen en promedio 30 jugadoras. Ya que el rugby 15 es de mayor contacto, se multiplican las lesiones, así como el tiempo de recuperación.

Es por ello que la Fmru tomó la decisión de avanzar paulatinamente y pasar de rugby 7 a uno de 10 y después a 13, para que los equipos y jugadoras se adaptaran y no resintieran el cambio a 15. Cordone explica que en México no hay jugadoras tan corpulentas como en otros países, pero eso lo compensan con la rapidez de las Serpientes, lo que permite cubrir las necesidades que se requieran.

Acerca del apoyo al que aspiran las seleccionadas nacionales, Cordone es tajante al mencionar que es importante que las becas regresen, sean del monto que sean, pues al final permitirán que las jugadoras podrían utilizar ese dinero para al menos costear sus viajes mensuales para las concentraciones. “Eso sería lo mínimo, no hablo ni siquiera de la alimentación, suplementos o el material para que ellas puedan entrenar con calidad, sino algo de dinero para que puedan pagar sus viajes. Al final, ellas juegan por y para México, representan a este país y siempre dan lo mejor de sí”, señala.

Respecto al objetivo de las Serpientes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador, las seleccionadas nacionales Alessandra Bender y María Prujín dicen a Proceso que aspiran a estar en el medallero, pero con la intención de conseguir algo más que la presea de bronce que México conquistó en las ediciones de este certamen realizado en Veracruz 2014 y Barranquilla 2018.

Banderas rojas

Nabile Aldrete, licenciada en fisioterapia y quien funge como la encargada del área de bienestar de las jugadoras de la selección mayor, comenta que previo a cada partido oficial de rugby se realiza una planificación para establecer el lugar en donde se encontrará el área médica. Esto debe de presentarse en un mapa para que tanto el cuerpo médico de cada equipo, como el externo y árbitros ubiquen el área.

No se puede llevar a cabo un partido si no se cuenta con paramédicos y una ambulancia de traslado. También debe presentarse el doctor del día que pertenece a la Federación Internacional, así como un médico de la Conade. Este grupo se encuentra en comunicación constante para evitar alguna desgracia y que haya una mejor atención.

Aldrete está involucrada en el rugby desde hace 10 años, primero lo estuvo como jugadora, y en febrero de 2022 se certificó a través de los programas del WR para integrarse al personal médico.

La fisioterapeuta menciona que las lesiones más comunes en las jugadoras de rugby son las rupturas de ligamentos, desgarros, así como problemas tendinosos y musculares. A lo que se suman rodilla, tobillos y hombros lesionados por los golpes dados y recibidos.

“Dentro de las lesiones que pueden ocurrir dentro de un partido debemos de estar preparados para una conmoción cerebral. Para ello contamos con unas palabras básica: ‘Reconoce y retira’.

“Es importante reconocer los síntomas de la jugadora tras un golpe en la cabeza, saber cuál fue el mecanismo de lesión; si le falta el equilibrio; si está mareada; si tuvo convulsiones; que tenga aspecto de querer vomitar y por supuesto preguntarle si tiene visión borrosa o ve doble, y que incluso no recuerde en dónde está. Éstas son banderas rojas que nos indican que podría tener una conmoción, por lo que es importante salvaguardar la integridad”, explica Aldrete.

Se activa la Evaluación de Lesión en la Cabeza (HIA), el cual es un proceso de tres etapas introducido en 2015 por el WR para contribuir a la identificación, diagnóstico y manejo de eventos de impacto en la cabeza que tengan el potencial de ser una conmoción cerebral.

El Protocolo HIA consiste en una primera etapa: evaluación el día del partido usando el Formulario HIA1; etapa 2: evaluación pospartido, el mismo día con el Formulario HIA2, y la tercera etapa: evaluación 36-48 horas poslesión usando el Formulario HIA3.

Si en alguna de estas etapas se llegara a presentar alguno de los síntomas ya mencionados, quien lo sufriera no puede regresar hasta que sea evaluado por un médico y éste lo autorice. Los médicos de esta disciplina son sólo del World Rugby o de parte de la Conade.

Es un proceso que se debe de llevar al pie de la letra. Y el acompañamiento, a pesar del alta, debe de seguirse dando, porque una lesión traumática no sólo tiene signos y síntomas al inicio, sino que puede tenerlos mucho después. Es una vigilancia constante.

Reportaje publicado el 25 de junio en la edición 2434 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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