Tren Interoceánico

Un Corredor Interoceánico militarizado en la ruta de migrantes

El gobierno de López Obrador ha creado una muralla de seguridad alrededor del Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec. A la estrategia de ocupación de la Marina en 120 kilómetros del tramo de ferrocarril que estaban concesionados a Ferrosur, se suma la construcción de dos bases navales.
sábado, 3 de junio de 2023 · 09:17

XALAPA, Ver. (Proceso).– El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha creado una muralla de seguridad alrededor de uno de sus proyectos más importantes: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. A la estrategia de ocupación por parte de elementos de la Marina en 120 kilómetros del tramo de ferrocarril, que estaban concesionados a Ferrosur (de Grupo México), se suma la construcción de dos bases navales en Veracruz.

En el decreto publicado el viernes 19 en el Diario Oficial de la Federación el gobierno informa que tras la “ocupación temporal inmediata” de los tramos ferroviarios, que corren de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de El Chapo a Coatzacoalcos y de Hibueras a Minatitlán, estos deben quedar a cargo de Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, SA de CV, y resguardados por la Marina porque son estratégicos y, por tanto, un tema de seguridad nacional.

La razón es que en ese tramo ferroviario, que corre desde Coatzacoalcos a Medias Aguas, se ubican los polos de desarrollo de los parques industriales de Texistepec, San Juan Evangelista, Coatzacoalcos I y Coatzacoalcos II, que suman mil 270 hectáreas de tierras que ya fueron adquiridas.

En 2022 el corredor contrató servicios de vigilancia por 9.2 millones de pesos para resguardar los terrenos propiedad del gobierno federal.

Esta ruta llega al Puerto de Coatzacoalcos, en cuya rehabilitación el gobierno federal ha invertido más de 800 millones de pesos, y espera inversiones privadas por más de diez mil millones de pesos para la construcción de una terminal especializada de contenedores y otras terminales portuarias.

La estrategia de protección de este corredor se inició en junio del año pasado, cuando la Secretaría de Marina entregó a la empresa Cosol Construction Solutions SAPI un contrato por 165 millones de pesos para la construcción de una estación naval en Texistepec, donde se levantará un polo industrial de 500 hectáreas.

Además se construirá un destacamento de la Marina en el municipio de Medias Aguas –a 53 kilómetros de Texistepec– y donde comienza el tramo del ferroviario que está en rehabilitación y conecta con el Puerto de Salina Cruz, en Oaxaca. Ambas instalaciones albergarán a casi 300 elementos de la Marina.

Esta empresa también construirá una estación naval en Ixtepec y un destacamento en Matías Romero, Oaxaca, como parte de las obras de seguridad del Corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Percepción de inseguridad

Para el gobierno federal la seguridad militar es clave en esta zona del sur de Veracruz, considerada foco rojo por las actividades del crimen organizado, huachicol, pero también porque es una ruta de migrantes procedentes de Centro, Sudamérica y el Caribe.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en Coatzacoalcos 78% de los habitantes se siente inseguro. El secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, reconoció en 2022 que, aunque la región estaba militarizada con un aumento de 273% en la fuerza policial para inhibir la violencia, los delitos en la región de Coatzacoalcos iban al alza.

En 2021 el presidente López Obrador informó que los trabajos de rehabilitación del tren en Medias Aguas se habían parado porque las constructoras eran víctimas de robo, extorsión y cobro de piso.

La urgencia de blindar la zona también tiene que ver con el anuncio de que en dos meses la Secretaría de Economía lanzará la convocatoria para la licitación de los terrenos, en los cuales se instalarán 10 parques industriales en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, un proyecto prioritario para el sur-sureste del país.

Mientras el corredor se militariza, las organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han prendido las alertas por la excesiva presencia de elementos de la Marina y la Guardia Nacional en la ruta migratoria.

La ruta de Coatzacoalcos es una zona clave para el tránsito de migrantes rumbo a Estados Unidos. De acuerdo con la estadística de la Secretaría de Gobernación, de enero a marzo de este año se han asegurado a casi cinco mil migrantes en su tránsito por Veracruz, mientras que 2022 cerró con la detención de más de 35 mil indocumentados. La mayoría es de origen centroamericano, pero también ecuatoriano, venezolano, haitiano e hindú.

El sacerdote Ramiro Baxin Ixtepan, director de “La casa del Migrante Monseñor Guillermo Ranzahuer” en Oluta, Veracruz –a 44 kilómetros de Medias Aguas–, advirtió que la presencia excesiva de elementos de las fuerzas federales preocupa y prevé un aumento de las quejas por detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos humanos.

Puso como ejemplo que, recientemente, marinos detuvieron de manera arbitraria a una abogada de la Casa del Migrante, perteneciente a la Diócesis de San Andrés Tuxtla, y a 17 haitianos.

Estos últimos son integrantes de tres familias con menores de edad que salían de las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Acayucan, para dar seguimiento a una petición de refugio.

“Como no hablaban español, los elementos de la Marina los amenazaron con deportarlos, los catearon e intimidaron con una detención arbitraria; para calmar la situación tuvieron que llegar funcionarios de la comisión para decir que las personas estaban solicitando asilo. Después (los marinos) se justificaron diciendo que era una revisión de rutina”.

Esta situación no es aislada. A lo largo de la ruta los migrantes han denunciado casos de extorsión e intentos de detención.

El encargado de la Casa del Migrante Santa Faustina Kowalska en Coatzacoalcos, Germán Guillermo Ramírez Garduza, calcula que diariamente transitan por la zona más de mil migrantes, pero solo 200 usan al tren denominado La Bestia como medio de transporte, por lo riesgoso para su seguridad.

Contó que, con la presencia de elementos de la Guardia Nacional en las vías del tren, los migrantes eran obligados a pagar de 500 y hasta mil pesos para que les permitiera subir al tren, además de otra “cuota” que les pedían por seguridad ya estando arriba.

“El hecho de que existan elementos federales en la ruta migratoria no garantiza la seguridad de los migrantes”, advirtió.

Reportaje publicado el 28 de mayo en la edición 2430 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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