El asesinato en Tulum, el 10 de abril, de un empresario regiomontano –hecho del que hay un video que se hizo viral– pone en el candelero la situación crítica que vive ese destino turístico emergente en la Riviera Maya. Luego de la muerte el mes pasado del alcalde morenista Marciano Dzul Caamal y la llegada de un sustituto, las cifras de la violencia homicida –presuntamente atribuible a las bandas de narcotraficantes que se disputan ese mercado emergente– se dispararon exponencialmente.

Tulum, Q. Roo (Proceso).- El asesinato del empresario David González Cuéllar el pasado lunes 10 en un Starbucks en las inmediaciones del centro de Tulum, es apenas una muestra de la ola de homicidios y clima de inseguridad que desde hace más de un mes se vive en el destino turístico de esta entidad, que a la par presenta una afluencia ascendente de visitantes de México y el extranjero.

Ahí, entre terrenos, casas y departamentos cotizados en millones de dólares por arriba de los costos habituales que se ofrecen en Cancún y el resto de la Riviera Maya, los actos violentos se han incrementado en el último mes, tras la muerte por enfermedad del alcalde morenista Marciano Dzul Caamal.

La lucha entre grupos del crimen organizado por el control de la venta de droga es el principal detonante. Eso no es nuevo en Tulum; sin embargo, desde la llegada de Diego Castañón Trejo como alcalde suplente, la situación se ha tensado aún más, con ejecuciones casi a diario.

Un destino turístico donde, pese a que los gobiernos estatal y federal luchan por tener el control de la situación, en el primer mes del mandato municipal de Castañón –quien asumió el 8 de marzo– ya se han registrado 28 homicidios a mano armada; en lo que va del año han sido un total de 43, hasta el cierre de esta edición.

El pasado sábado 1 el gobierno de Tulum –ya con Castañón al frente de la administración local– emitió un comunicado en el que afirmó que se trata de hechos aislados. Además aseveró que el origen de las disputas son los conflictos entre las bandas delictivas que pretenden asentarse en aquel municipio turístico.

“La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de Tulum hace un llamado a la ciudadanía a confiar en la estrategia de pacificación que, en coordinación con la Sedena, Semar, Guardia Nacional, Policía Quintana Roo y FGE, estamos llevando a cabo para proteger a las familias tulumnenses y la imagen de nuestro municipio”, se lee en el extracto del comunicado que emitió el gobierno local a principios del presente mes.

Aunque la situación no ha cambiado; por el contrario, la ola de homicidios ha continuado incrementándose.

En un principio, fuentes gubernamentales dijeron que los homicidios sólo se reducían a áreas de invasión de la periferia del centro de Tulum. No obstante, éstos también han ocurrido en las cercanías de la zona turística del destino, adyacentes a Aldea Zamá, un residencial de lujo conectado con la parte hotelera de la ciudad y el área de influencia de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, donde continuamente hay disputas por predios a costos millonarios.

Y aunque la autoridad local en su comunicado dio a conocer que ha habido criminales detenidos, aseguramiento de armas y enervantes, la incidencia no baja.

Este reportero consultó fuentes sobre los costos de la mariguana –la droga más común– en Tulum. Una dosis del enervante en zonas de Cancún y Playa del Carmen se paga entre 500 y mil pesos; en Tulum llega a cotizarse hasta en más de mil 500 pesos. 

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2424 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 16 de abril de 2023.