Sedena
La familia Romero, un nuevo imperio de proveeduría militar
Patricia Romero Rodríguez y sus hijos encabezan un consorcio que pasó de proporcionarle a la Sedena uniformes a venderle armas de grueso calibre así como tanques y vehículos blindados, entre otras cosas… y ese inaudito cambio de giro ocurrió en la 4T.Patricia Romero Rodríguez y sus hijos encabezan un conglomerado de empresas que en los últimos 12 años se ha enriquecido con más de 3 mil millones de pesos gracias a contratos con el gobierno. El consorcio familiar pasó de proporcionarle a la Sedena uniformes a venderle armas de grueso calibre así como tanques y vehículos blindados, entre otras cosas… y ese inaudito cambio de giro ocurrió en la actual administración de la 4T.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Esta es la historia de una familia que de vender hilos, colorante y prendas a la industria militar, se ha expandido a la construcción en instalaciones estratégicas y, en unos cuantos años, a la proveeduría de vehículos militares, refacciones para tanques, unidades blindadas y lanzaproyectiles calibre .40 mm.
La cabeza del conjunto de empresas es Patricia Manon Romero Rodríguez; ella y sus hijos Eduardo Gutiérrez Romero y Mario Alonso Ortiz Romero han construido un emporio que en 12 años consiguió contratos por más de 3 mil millones de pesos sólo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Empero, nunca como hasta el actual sexenio, el grupo familiar-empresarial alcanzó contratos tan jugosos ni había logrado extenderse de la proveeduría textil a la de armas, vehículos y refacciones como lo hizo el 1 de septiembre de 2020, cuando consiguió un contrato por cerca de 432 mil 909 dólares. Dicho contrato fue adjudicado a la empresa Intman, como resultado de la licitación pública internacional LA-007000999-E466-2020.
Creada en la Ciudad de México en 2010, de acuerdo con su acta constitutiva, por Patricia Manon Romero Rodríguez y su hijo Eduardo Gutiérrez Romero, el objeto de Intman era amplísimo pues, en las 25 fracciones de su objeto social, fue creada lo mismo para comercializar textiles que muñecas, joyas, vehículos, refacciones, enseres domésticos, insumos clínicos y otras tantas previsiones de venta y arrendamiento de bienes y servicios que, sin embargo, no incluyeron municiones y armamento hasta una modificación del objeto social cuyo asiento registral data de 2017.
Después del mencionado contrato de los lanzaproyectiles .40 mm, en 2020, Intman se convirtió en proveedor de refacciones para vehículos AMX13, es decir, tanques de guerra. Lo hizo través de la Licitación Pública Internacional LA-007000997-E617-2020, que descalificó a todos los participantes menos a la mencionada Intman, que consiguió un contrato adjudicado el 5 de enero de 2021 por un monto de 300 mil euros, unos 6 millones de pesos.
Las adjudicaciones mencionadas fueron obtenidas por el reportero a partir de solicitudes de información, en seguimiento al conjunto de empresas de la familia Romero que, sin embargo, ha especializado su proveeduría en la industria textil para el Ejército. Sobre su contratismo, Proceso (edición 2288, del 5 de septiembre de 2020) acreditó la relación de cinco firmas con la misma familia.
Se trata de la ya mencionada Intman, así como de Introm Textil, Sagis, Nicela, Operadora Safrat y Caroem Construcciones. Además, Patricia Manon Romero fungía como apoderada de Agorta, firma controladora de Hollond Textile Solutions, una empresa off shore receptora de fondos que fue identificada en el proyecto periodístico “Panamá Papers”, del que Proceso formó parte.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2416 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.
*Fe de erratas
En la edición 2416 del semanario Proceso, en circulación, se publicó el siguiente párrafo con un error que fue corregido en el adelanto del texto aquí publicado.
Empero, nunca como hasta el actual sexenio, el grupo familiar-empresarial alcanzó contratos tan jugosos ni había logrado extenderse de la proveeduría textil a la de armas, vehículos y refacciones como lo hizo el 1 de septiembre de 2020, cuando consiguió un contrato por cerca de 433 millones de dólares. Dicho contrato fue adjudicado a la empresa Intman, como resultado de la licitación pública internacional LA-007000999-E466-2020.